Agresiones y mofas racistas en la «guerra de los abogados»

Madrid- Tardarán años los letrados en olvidar lo ocurrido el martes. Lo que estaba destinado a ser un recuento sencillo tras las elecciones al Colegio de Abogados se tornó de improviso en una refriega que obligó a la Policía a intervenir. En la reconstrucción de lo que sucedió, los testigos consultados coinciden en afirmar que no se registraron incidentes durante el día. La tónica fue de tranquilidad absoluta en las mesas. Calma sólo alterada por «la tensión lógica de una pugna profesional», subraya alguno de los allí presentes. Con el fin de las votaciones llegaron los problemas. Dos personas de la candidatura de Sonia Gumpert trataron de llevarse unos ordenadores. La oposición de otros colegiados desató los altercados. La Policía fue alertada de la necesidad de acudir hasta allí para poner paz en «un pequeño conflicto». El cruce de acusaciones, los cánticos, los insultos y algunas agresiones entre los propios abogados hicieron temer a muchos que el edificio terminara convertido en un campo de batalla. Fuentes de varias candidaturas consultadas por este diario también lamentaron ayer que muchos «compañeros» perdieran los papeles al recurrir a la descalificación personal y a insultos racistas dirigidos contra una de las personas que trataron de sacar los ordenadores, de origen suramericano, al que llegaron a zarandear. Desde la candidatura de Gumpert aseguran que los portátiles se emplearon para realizar un seguimiento de la participación: «Se trata de utilizar la tecnología para hacer un análisis estadístico de las elecciones. Algo que se hace en cualquier proceso en pleno siglo XXI». Las acusaciones del resto de candidaturas no se quedaron ahí. Aseguraron que el equipo de Gumpert utilizaba listados electorales para contactar con los que aún no habían votado para facilitarles un taxi. Quejas que no afectan sólo a una lista, ya que también otras candidaturas fueron acusadas en la refriega de enviar de forma masiva mensajes a los colegiados. Al filo de la medianoche, siete de las catorce listas en liza solicitaron declarar nulos los comicios «por presunto fraude». La Comisión Electoral se encontraba reunida, mientras comenzaba el escrutinio. De madrugada, llegó el acuerdo de la Comisión: se suspendía la proclamación de resultados hasta la toma de una decisión y se abría un plazo para que las candidaturas presenten sus alegaciones que finaliza mañana. Se abrirán entonces dos posibles vías: que Gumpert sea nombrada decana o que se anulen las elecciones, lo que sería recurrido por la ganadora y condenaría al proceso, como auguró ayer el decano, a los tribunales.

El veredicto lacrado: Gumpert dobla al decano con el 40% de los votos

El resultado electoral se encuentra dentro de sobres lacrados custodiados en la caja fuerte del ICAM. La llave está en manos del presidente de la Comisión Electoral. Aunque no se conocen los números exactos del escrutinio, todas las listas dan por hecha la victoria abrumadora de Sonia Gumpert. La estimación a la que ha tenido acceso LA RAZÓN señala que Gumpert obtuvo más de 6.500 votos, el 40%. Hernández Gil habría obtenido 3.200 votos –20%– y Cremades en torno a 2.200 –13%–.