Carabanchel

Cae Richard «el Choped», el «general» de los aluniceros

Acusado de 90 robos en dos años, lideraba un ejército de jóvenes delincuentes. Fue detenido en Carabanchel con un coche robado.. En su intento de huida embistió varios vehículos policiales

Seat Ibiza robado en el que fue detenido el alunicero más buscado de Madrid, con 22 órdenes judiciales
Seat Ibiza robado en el que fue detenido el alunicero más buscado de Madrid, con 22 órdenes judicialeslarazon

Acusado de 90 robos en dos años, lideraba un ejército de jóvenes delincuentes. Fue detenido en Carabanchel con un coche robado.

En su intento de huida embistió varios vehículos policiales

Con 90 hechos delictivos y 22 órdenes de detención a sus espaldas, el alunicero más buscado de Madrid, Ricardo Amaya Romero, fue detenido ayer por la Policía Nacional en la zona del Camino de Alto de San Isidro, en el distrito de Carabanchel.

Entre sus mas allegados era más conocido como «el choped» o «el Richard». Tiene tan sólo 27 años y este joven madrileño ya ha protagonizado cerca de un centenar de robos en las tiendas más caras de la capital. Su «modus operandi» era siempre el mismo: robaba un vehículo y lo empotraba sin ningún tipo de miramiento contra el escaparate de las tiendas más lujosas de Madrid llevándose todo lo que iba encontrando a su paso. De hecho, no se conformaba con lo cualquier cosa, los coches que sustraía también eran de alta gama y una vez que conseguía su botín los quemaba para borrar pruebas.

Como la forma de actuar era siempre la misma y los robos cada vez eran más frecuentes, la Policía Nacional comenzó el pasado 2015 una exhaustiva investigación que poco a poco fue pisándole los talones a «El Choped». Sin embargo, el conocido alunicero no era tonto, sabía que lo suyo era una profesión de alto riesgo en la que es muy importante cubrirse las espaldas en todo momento. Para ello, cuando tenía la mínima sospecha de que alguien le estaba siguiendo los pasos acudía a la casa de algún familiar o amigo que le daba cobijo hasta que todo volvía a estar en calma.

No actuaba solo. Para llevar a cabo nada más y nada menos que 90 delitos en dos años, el arrestado reclutaba a jóvenes dispuestos a jugarse la libertad –o la vida– para ganarse algo de dinero o para llegar a ser entre los muchachos del barrio una leyenda como lo fue el «Niño Saez», el conocido alunicero madrileño que murió el pasado 14 de mayo a manos de un sicario, después de presidir un «vuelco» –robarle la droga a los narcotraficantes para luego revenderla– que le costó la vida.

Sus pequeños socios iban y venían porque la Policía sí lograba cazarlos rápidamente. Por ello, a medida que se iban produciendo las detenciones, «el Choped», iba renovando su ejercito. Según relató la Policía Nacional en un comunicado, el detenido ejercía un fuerte adoctrinamiento entre sus filas y proyectaba ante ellos una imagen de líder gracias a su «voracidad delincuencial», cosa que le permitía tener cada vez más seguidores.

Sin embargo, después de todos los asaltos y con la policía como sombra esta historia no podía tener un final feliz para este conocido alunicero madrileño. Aunque seguramente él no pensara que ayer todo el imperio que había construido podía derrumbarse en pocos segundos. Fue justo lo que ocurrió. «Richard», como cada día, circulaba por la capital con uno de sus vehículos robados, –en este caso, un Seat Ibiza de color azul–, cuando de repente al mirar por su retrovisor interno se percató de que a pocos metros de su vehículo se encontraban varios agentes de la Policía Nacional. Para intentar huir de ellos comenzó a circular por la acera y llegó a embestir a dos coches policiales y circular varios metros por la acera. Esto le terminó de sentenciar. Aunque opuso gran resistencia acabó siendo detenido. El coche, que tras el impacto quedó bastante deteriorado, portaba varios enseres como gorras o zapatos, que los agentes estuvieron investigando con el fin de encontrar al auténtico propietario del vehículo, aunque según fuentes policiales la ropa pertenecía al propio alunicero.

A este alunicero se le atribuyen robos como el del concesionario de coches en la avenida de la Victoria (Moncloa-Aravaca); el de una nave industrial en la calle de Somosierra, en San Sebastián de los Reyes, y el del colegio Retamar, en Pozuelo de Alarcón. También se le imputan hurtos y robos de coches en Móstoles, Alcorcón, Villaviciosa de Odón, Alcobendas. Está ya a disposición judicial.