Madrid

Carmena multa al Orgullo Gay por un acto en el que ella participó

Los organizadores de la manifestación que terminó en Colón deberán pagar 12.400 euros, después de que el Gobierno de Ahora Madrid haya rechazado sus recursos. Sabanés anunció un cambio en la normativa contra el ruido

La alcaldesa se subió al escenario de la marcha del Orgullo 2015, desde donde pronunció unas palabras. A su derecha, Jesús Generelo, presidente de Felgtb
La alcaldesa se subió al escenario de la marcha del Orgullo 2015, desde donde pronunció unas palabras. A su derecha, Jesús Generelo, presidente de Felgtblarazon

Los organizadores de la manifestación que terminó en Colón deberán pagar 12.400 euros, después de que el Gobierno de Ahora Madrid haya rechazado sus recursos. Sabanés anunció un cambio en la normativa contra el ruido

Las libertades de expresión y de manifestación no deberían verse limitadas por nada, y mucho menos por un máximo de decibelios. Así lo defiende Cogam, asociación madrileña de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales que, junto con la Felgtb, federación estatal de este colectivo, ha sido multada a pagar 12.400 euros al Ayuntamiento de Madrid; la razón, sobrepasar los niveles de ruido permitidos en la ciudad durante la Manifestación del Orgullo LGTB 2015.

Para su sorpresa, la sanción lleva la firma del mismo Gobierno municipal que no dudó en participar de los actos que infringieron la normativa. «Manuela Carmena es la alcaldesa que pasará a la historia por ser la alcaldesa de Madrid en reconocer como es debido al Orgullo LGTB». Así fue presentada Carmena el 5 de mayo de 2015, en el escenario principal de las celebraciones del Orgullo LGTB, situado en la plaza de Colón. Fue éste el primer gran baño de masas de Carmena como alcaldesa, después de su investidura el 13 de junio. Y es ahora, casi un año después de aquella manifestación, cuando el Gobierno de Carmena ha decidido dar luz verde a la sanción.

El presidente de Cogam, Jesús Grande, reconoce a LA RAZÓN que las dos organizaciones llevan recibiendo este tipo de sanciones desde 2011 –año en el que se modificó la Ordenanza de Ruido de la capital–; sin embargo, es la primera vez que los recursos presentados al consistorio no llegan a buen puerto y, por consiguiente, el primer año en el que se ven obligados a valorar cómo afrontar el pago de tan alta cuantía. Los 12.400 euros a los que deberán hacer frente los colectivos Cogam y Felgtb son sólo una pequeña parte de las multas tramitadas por el Gobierno de Carmena por los actos del Orgullo LGTB de 2015. En total, los expedientes sancionadores que penalizan los episodios de exceso de ruido durante aquellos días ascienden hasta los 180.000 euros, incluidos aquí los que afectan a los locales y empresarios de ocio gay.

Hasta este año, Cogam y Felgtb, dos organizaciones sin ánimo de lucro, habían disuadido al consistorio porque el contenido de su convocatoria dista del resto de actos que forman parte de la gran fiesta Madrid Orgullo (MADO), una de los eventos LGTB más grandes del mundo. Y es que, Cogam y Felgtb se encargan del «escenario de manifestación», que el año pasado se situó en la Plaza de Colón y que, como su propio nombre indica, es el símbolo de la libertad de expresión de lesbianas, gais, transexuales y bisexuales durante la celebración de la MADO. Del resto de espectáculos se encarga Aegal, asociación madrileña de empresas y profesionales del comercio, del ocio, de la cultura y del turismo gayfriendly, que sí ha tenido que pagar todas las multas sucesivamente desde 2011.

Jesús Grande afirma que la diferencia debe de estar en el cambio del equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Madrid que, «al parecer, son más estrictos a la hora de hacer cumplir la ley... para nuestra desgracia». Así las cosas, parece que la única opción que les queda tanto a Cogam como a Felgtb es esperar a que Manuela Carmena, que les acompañó en la manifestación del año pasado, recapacite en su decisión.

De esta forma, el Orgullo 2015 podría convertirse en el primero en el que la manifestación –y, por tanto, los organizadores de su escenario reivindicativo– es sancionada por el Ayuntamiento de la capital. Hasta el momento, la marcha se había librado de las multas, no así el resto de actos de la agenda de estas fiestas. Así, en 2010, los expedientes por exceso de ruido se tradujeron en sanciones por encima de los 30.000 euros, de los que se terminaron pagando sólo 600. En 2011, ya con el cambio de normativa en vigor –impulsada por la entonces responsable de Medio Ambiente, Ana Botella– las sanciones impuestas elevaron el dinero reclamado hasta los 50.000. En 2012 esta cantidad fue de 42.000 euros, y en 2013 ascendió hasta los 158.000 euros.

Reacción de Sabanés

Las quejas públicas de los colectivos multados por el consistorio por manifestarse obligaron a la delegada de Medio Ambiente, Inés Sabanés, a convocar de urgencia a los medios. Pese a que su área ya ha rechazado los recursos presentados por Cogam y Felgtb, Sabanés aseguró que «está en tramitación un expediente administrativo» con el fin de «recabar toda la información y todo lo que supone que esa multa se produzca en el transcurso de una manifestación». Según las explicaciones de la delegada, el Ayuntamiento está analizando «si hay alguna alternativa» tanto «para este momento» como para «las siguientes fiestas» que permitan evitar sancionar a colectivos que se manifiestan. Advirtió, no obstante, que «las multas se ponen como corresponde a la ordenanza de Protección Acústica».

De cara al Pleno de junio, Sabanés adelantó que buscarán el apoyo de los grupos para declarar el Orgullo como un acontecimiento de especial relevancia cultura, lo que permitiría un marco mucho más abierto para tener más flexibilidad en la aplicación de la ordenanza». Marta Higueras señaló, por su parte, que Ahora Madrid quiere «un marco normativo parecido a las Fallas en Valencia, o los Sanfermines en Pamplona, fiestas donde también se alcanzan niveles altos de decibelios».

Sea como sea, los planes para este año siguen en pie y el próximo día 2 de julio el colectivo LGTB de Madrid volverá a alzar la voz, seguramente, por encima de los decibelios permitidos.