Carmona, que hunde al PSOE, se convierte en la llave de la Alcaldía

«Apostaremos por la transformación de la ciudad, por el cambio tranquilo», con estas palabras se presentaba anoche Antonio Miguel Carmona ante los medios tras conocer que el PSOE que ha encabezado en estas municipales se ha convertido en la tercera fuerza política en la capital. Ni siquiera se ha acercado al sillón de la alcaldía tras ser adelantado por la izquierda por el Ahora Madrid de Manuela Carmena, pero el profesor de economía del CEU, que liderará al Grupo Municipal Socialista esta legislatura en el Pleno de Cibeles con apenas 9 concejales, tiene la llave para cambiar el signo del gobierno del Ayuntamiento de Madrid. «Nuestro papel será articular gobiernos progresistas», aseguró Carmona cuya intención a partir de ahora será, dijo, será que el PSOE siga jugando «un papel de centralidad en la gobernabilidad de la capital».

Superviviente del «dedazo» de Ferraz que dejó fuera de juego a su ex jefe y amigo, Carmona, no ha conseguido mejorar los resultados de su predecesor en el Ayuntamiento de Madrid, Jaime Lissavetzky. Si hace cuatro años los socialistas se hundían en el Pleno de Cibeles, «el cambio tranquilo» que proponía el socialista tampoco ha convencido esta vez al electorado de izquierda en la capital.

Tras casi un año de campaña electoral, Carmona logró hacerse ayer con un 15,28% de los votos y 9 concejales. Un resultado que deja al PSOE en la capital a seis escaños de los 15 obtenidos por la formación en 2011. El batacazo de los socialistas en Madrid es importante. Pierden casi 9 puntos (hace cuatro años obtuvieron un 23,94%) batiendo un deshonroso record: la candidatura de renovación de Carmona ha empeora el precedente de Lissavetzky cuya lista obtuvo los peores resultados de la historia para los socialistas en la capital.