Partidos Políticos
¿De quién es el rostro misterioso de la foto a tres de PP-Cs-Vox?
El cuadro que sirvió de fondo para inmortalizar el encuentro pertenece al pintor Ginés Liébana y forma parte de la colección de arte de la Asamblea
El cuadro que sirvió de fondo para inmortalizar el encuentro pertenece al pintor Ginés Liébana
Era lo que quería Vox: la foto a tres de Ignacio Aguado (Cs), Rocío Monasterio (Vox) e Isabel Díaz Ayuso (PP) que alejase el «asquito», el «apartheid», la «bofetada» y la «mordaza para no tener en cuenta nuestras ideas» a lo que, según Monasterio, los naranjas estaban sometiendo a su partido. ¿Quieren una foto? «Pues la van a tener», dijo con despecho Aguado. Y se hizo el pasado martes. No ha dejado indiferente a nadie. Y no sólo porque sea el gesto que ha servido para engrasar la maquinaria del acuerdo hacia una futura investidura de un presidente de la Comunidad de Madrid, sino porque en medio de tres caras de políticos que están casi diariamente en los medios de comunicación, llamara la atención una cuarta, desconocida y misteriosa, que irrumpe entre Aguado y Monasterio.
Es un rostro blanquecino de mujer, de ojos verdes y grandes, que expresan pensamiento profundo y que miran al fotógrafo tan fijamente como los protagonistas del encuentro, pero con expresión inmutable. Una cara enmarcada por el azul de un cielo salteado de nubes y que de forma traviesa parece como si se hubiera colado en la foto como un testigo mudo desde el cuadro que se ha elegido de fondo para inmortalizar el encuentro a tres. La anécdota ha llevado a muchos a preguntarse ¿de quién es la cara? y ¿de quién es el cuadro?
En las redes sociales la autoría ha sido motivo de controversia y hay quienes se la han atribuido a René Magritte pero, en realidad, el cuadro es del artista y escritor Ginés Liébana (Torredonjimeno, Jaén, 1921), el último miembro vivo del grupo de poetas Cántico, conocido como el «maestro de los ángeles cantores», por sus retratos y por su universo fantástico propio.
La obra lleva por título «Paisaje de la Imaginación recobrada». Es un óleo sobre tabla de 158x230 centímetros y fue adquirida por la Asamblea de Madrid en 1997 para decorar sus instalaciones al precio de 1.750.000 de las antiguas pesetas. Ahora está instalada en la sala donde se celebran las juntas de portavoces.¿De quién es la cara? ¿qué representa? Ginés Liébana se ríe a carcajadas al ser preguntado por LA RAZÓN. «No es de nadie en especial, es la cara de la imaginación». «En la pintura siempre he defendido el horizonte continuo porque es lo que existe en todo lo que nos rodea, pero van pasando cosas que acaban borrándolo. Esa mujer que está ahí es la imaginación recobrada porque estamos perdiendo todo y los políticos que figuran en la foto parece que luchan porque tengamos algo del pasado», añade. Liébana defiende el valor de lo que nos rodea. «Es interesantísimo. ¿Por qué prescindir de ello? Eso nos está convirtiendo en una dictadura peor que la auténtica, la gente ha olvidado una cantidad de cosas interesantes y se suprimen cosas. ¿Por qué hemos tirado películas porque el formato haya cambiado?», añade.
El autor, de 98 años y aún en activo, deja que fluya su pensamiento cuando se le pregunta por la obra que decora la Asamblea y que tanta curiosidad ha generado estos días. Reivindica el valor de la imaginación porque «todo cambia constantemente, incluido el pensamiento. Pienso que no sé pintar, dibujar ni escribir, pero lo más divertido de todo es que no se me ha olvidado cambiar. Todo cambia tanto que lo que te he contado puede que ya no sea lo mismo cuando se publique».
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