Desalojo policial de la sala Stella por cuadruplicar el aforo permitido

La Policía Municipal de Madrid ha desalojado esta pasada madrugada un local del centro de la ciudad que sobrepasaba casi cuatro veces el aforo permitido.

MADRID- 4:30 horas de la madrugada del domingo (noche de sábado para quienes estaban de fiesta), sesión Mondo en la sala Stella, 840 personas bailando desenfrenadamente el «show» del DJ John Digweed y, en teoría, sólo espacio para 219. Demasiado agobio. Eso, al menos, le pareció a una de las asistentes, quien llamó a la Policía Municipal desde el interior del local porque, según denunció, quería salir fuera y no podía. La escena recordaba peligrosamente a una trágica noche, nueve meses atrás, en la Casa de Campo. Los agentes acudieron al local, situado en pleno centro de la capital: calle Arlabán, número 7, una paralela a Carrera de San Jerónimo.

La propia Policía Municipal explicó la mañana de ayer desde su perfil oficial de la red social Twitter que varios agentes acudieron a la sala de fiestas, donde se celebraba una sesión de música electrónica, tras una llamada de socorro. Los agentes decidieron intervenir «debido al peligro que suponía el excesivo aforo que presentaba». Y es que en su interior los agentes contabilizaron un total de 840 personas, cuando el establecimiento sólo tenía un aforo permitido para un máximo de 219 personas, es decir, había cuatro veces más gente de la debida. Hasta el lugar acudieron varias patrullas de la Policía Municipal, que detectaron que no solamente la salida del local estaba complicada, como advirtió la denunciante anónima, sino que la movilidad en el interior estaba «seriamente perjudicada», por lo que se decidió desalojar la sala, un proceso que duró algo más de una hora y que concluyó sobre las 5:45 horas de la madrugada del domingo.

La Policía Municipal procedió a levantar un acta informativa con todo lo ocurrido y también se trasladó el asunto al Area de Coordinación de Seguridad para abrir un expediente, con el que el instructor, con los datos recogidos –recuento de personas e infracciones que podrían haberse detectado de la Ley de Espectáculos–, dará parte a los propietarios del local para que manifiesten su versión y hagan sus alegaciones, según Ep. Este tipo de actuaciones, según las mismas fuentes, suele acabar en sanción, que pueden ser meramente económica (las más graves pueden llegar a alcanzar los 30.000 euros) o puede terminar con el cese de actividad del local.

El Ayuntamiento de la capital hace varios tipos de inspecciones: las regulares, en locales de mayor afluencia, para ver la sala y comprobar salidas de emergencia, etc; otras que responden a campañas concretas, como en las fiestas de Nochevieja, y otras «sorpresa» para el control de aforos.

Desde el Consistorio recuerdan que en una ciudad como Madrid hay muchos locales y la Policía «siempre está inspeccionando» para detectar irregularidades, pero «la gran mayoría cumplen la normativa».

El último caso detectado fue el pasado viernes, cuando la Policía Municipal procedió a cerrar un local después de comprobar que una de las salidas de emergencia no cumplía con los requisitos, pues daba a un patio interior y quedaba muy limitada. Cuando la Policía volvió, no sólo comprobó que seguía abierto sino que, además, el local sobrepasaba el aforo. Se decidió clausurar el local y se ha abierto un expediente.

El triple de inspecciones al ocio nocturno

Tras el Madrid Arena se vivió una «psicosis» son la seguridad en los locales de ocio nocturno que degeneró en un aumento de las inspecciones para controlar, sobre todo el aforo pero también, las salidas de emergencia, la protección antiincendios o el cumplimiento de horarios de cierre según la licencia otorgada. El vicepresidente de la asociación de empresarios nocturnos «Noche Madrid», Dionisio Lara, denunció el pasado abril que este aumento de la vigilancia había repercutido en la vida nocturna, «que se ha visto perjudicada por actuaciones policiales quizás reiteradas». El empresario señaló que de las cientos de salas de la capital, sólo cuatro superan el aforo de las 1.000 personas.