El alcalde de Serranillos, cazado con casi el triple de alcoholemia permitida

Iván Fernández se niega a dimitir y compara el hecho con «aparcar en una plaza para minusválidos»

Apenas cuenta con 4.000 habitantes pero Serranillos del Valle es noticia con mucha asiduidad y siempre por la cuestionable actitud de sus dirigentes. Todos los regidores que han pasado por el Ayuntamiento los últimos trece años han tenido problemas con la Justicia. En realidad, el actual alcalde, de momento sólo los ha tenido con la Guardia Civil. Iván Fernández, del partido independiente Transparencia y Democracia en Serranillos (TDS), fue cazado la semana pasada al volante en estado de embriaguez en Griñón. Según informó ayer Telemadrid, dio positivo en el control de alcoholemia con una tasa de 0,68 en al primera prueba y de 0,57 en la segunda. Si el hecho en sí ya tiene poca explicación posible, no es que lo arreglara mucho ayer el primer edil, a pesar de que por poco hubiera incurrido en un delito (el límite está en 0,60). Ante la pregunta de si debe dimitir, Fernández contesta, entre risas, que no, como si el hecho de barajar esa posibilidad le pareciera algo disparatado. «¿Por una infracción de tráfico voy a dimitir? ¿Dónde ponemos el listón entonces?», aseguró sonriente a Telemadrid. «Es 0,57. La tasa bien, está elevada, pero quiero decir que está dentro de la legalidad». A la pregunta del reportero, que replica con un: «Pero es mucho, ¿no?», el primer edil de Serranillos le quita importancia y contesta: «Bueno, a partir de 0,60 sería delito penal. Lo que está claro es que es una infracción de tráfico y ya está». El alcalde de la pequeña localidad madrileña llega a comparar su caso con «cualquier persona que aparque en una plaza de minusválidos en un centro comercial, por un radar, o en doble fila ¿tenemos que hacer lo mismo con él?». Mientras, en las calles del municipio hay pintadas que acusan al edil de mafioso, dictador y borracho.

Pero es que Serranillos también fue noticia ayer porque la que fuera alcaldesa del municipio de 2003 a 2011, Olga Fernández, dejó su acta de concejal del PP tras ser condenada por la Audiencia Provincial de Madrid por malvesación de caudales públicos tras comprar dos bolsos a cargo del erario público. Fernández era actualmente concejala de la oposición y la presidenta regional, Cristina Cifuentes, la instó a que dejara el acta de concejal y se diera de baja en el partido.

Pero si hay un político de Serranillos involucrado en un tema serio es Antonio Sánchez Fernández, el que fuera alcalde de la localidad de 2011 a 2014, que fue detenido en octubre de 2014 en el marco de la trama «Púnica». La Audiencia Nacional le envió a prisión y salió de la cárcel en diciembre de ese año tras depositar una fianza de 25.000 euros.