Queda a la espera de juicio por agresión sexual y secuestro de dos mujeres en los alrededores de La Paz.

«Que se quede en la cárcel por el bien de todos. Sería una bomba puesta en la calle». Esta frase es de Isabel Rojo, madre de una de las víctimas del «violador del ascensor». La pronunció en 2013, cuando la aplicación del fin de la doctrina Parot obligó a excarcelar a uno de los violadores más famosos de nuestra crónica negra. Cuatro años después fue detenido de nuevo por agredir, presuntamente, a cuatro mujeres en Madrid. Finalmente, ayer, Tomás Martín Gil, titular del Juzgado de Instrucción número 33, decidió procesar a Pedro Luis Gallego, de 60 años, por presuntamente agredir sexualmente a dos mujeres y tratar de hacer lo mismo con otras dos, hechos por los que se encuentra en prisión provisional en el centro penitenciario de Navalcarnero.

En el auto de procesamiento, al que tuvo acceso Efe, el titular del Juzgado de Instrucción número 33 de Madrid, Tomás Martín Gil, entiende que existen «indicios racionales de criminalidad» para imputarle los delitos de detención ilegal, agresión sexual, lesiones, robo con violencia y contra la salud pública. De esta forma, el «violador del ascensor» queda a las puertas del juicio, para el cual deberá depositar 300.000 euros como fianza. En caso de que no pueda hacerlo, el juzgado procederá al embargo de sus bienes. Tal y como relató en su día un vecino de la calle Dámaso Alonso (Segovia) a este diario, «su hermana y su madre le mantenían, todos los meses le daban alrededor de 1.000 euros y le pagaban el alquiler».

Pedro Luis Gallego fue condenado a 273 años de cárcel por el asesinato de Leticia Lebrato, de 17 años, en Valladolid, y de Marta Obregón, de 19, en Burgos, y por dieciocho agresiones sexuales. Quedó en libertad en noviembre de 2013, pero en junio de 2017 fue detenido de nuevo por dos agresiones sexuales en Madrid, en los alrededores del hospital de La Paz los días 19 de febrero y 14 de abril de 2017, y por haber tratado de hacer lo mismo sin éxito con otras dos mujeres. Según el auto, Luis Gallego abordó a las mujeres alrededor de la medianoche a punta de pistola, las obligó a introducirse a su coche, donde les tapó la cabeza y les ató las manos a la espalda con bridas. Ya en su domicilio, presuntamente las forzó sexualmente.