Madrid Arena

El ex gerente de Madridec culpa de la tragedia a sus subordinados

Rodrigo Domínguez asegura ante el juez que la Delegación del Gobierno podría haber suspendido la fiesta por las deficiencias del Madrid Arena

Jorge Rodrigo Domínguez, junto a su abogado, a la entrada del juzgado
Jorge Rodrigo Domínguez, junto a su abogado, a la entrada del juzgadolarazon

En la instrucción de la tragedia del Madrid Arena, ayer le llegó el turno de declarar ante el juez Eduardo López-Palop al ex director gerente de Madridec Jorge Rodrigo Domínguez. A lo largo de las casi cinco horas que duró su declaración, Rodrigo Domínguez responsabilizó de lo ocurrido a cuatro de sus subordinados, según lo que manifestaron a la salida del juzgado los abogados de las víctimas. En concreto, el máximo responsable de Madridec repartió culpas entre el director de seguridad, Rafael Pastor; el coordinador de Operaciones y Proyectos, Francisco del Amo; el coordinador de seguridad, José Rodríguez Caamaño, y el técnico José Ruiz Ayuso. Ellos, según Rodrigo Domínguez, tenían capacidad para haber decidido la suspensión del evento al comprobar que la configuración interior no correspondía a lo especificado en el plan de autoprotección. El hecho de que las salidas estuvieran bloqueadas, de que hubiera más barras de lo programado, de que se hubiera cambiado la ubicación de la zona VIP y de que, finalmente, se instalaran dos roperos en vez de uno son hechos que, a juicio del declarante, deberían haber motivado la cancelación del evento.

Felipe Moreno, el letrado de Rocío Oña, aseguró que Rodrigo Domínguez subrayó en su exposición que la Delegación del Gobierno en Madrid también tuvo responsabilidad en lo sucedido en el Madrid Arena, ya que debería haber efectuado una inspección previa a la fiesta para comprobar el estado del recinto. Del mismo modo, aludió a la posibilidad de que la Delegación del Gobierno también podría haber dado la orden expresa de suspender la fiesta con el fin de que las anomalías hubieran sido reparadas. Para el director gerente de Madridec, también resulta evidente la responsabilidad de Seguriber en la seguridad interior y exterior del pabellón y de Kontrol 34 en la adopción de medidas de seguridad dentro del recinto.

Respecto al posible «trato de favor» de Madridec hacia el propietario de Diviertt, Miguel Ángel Flores, Rodrigo Domínguez lo negó, y aclaró que él, desde su responsabilidad, se limitó a renovar un contrato de exclusividad con Flores que estaba vigente desde el año 2008. Asimismo, incidió en la circunstancia de que, apenas una semana después de la tragedia, él canceló todos los contratos de Madridec con Diviertt, porque «no contrata con gente que por un afán económico es capaz de ocasionar los daños que se han producido».

Los tres letrados calificaron de «clarificadora» esta declaración por haber explicado el organigrama de Madridec y las responsabilidades y funciones de cada uno de sus subordinados. Las acusaciones particulares no descartaron solicitar nuevas imputaciones, después de las próximas comparecencias previstas hasta el próximo 10 de abril.