Arquitectura

El Palacio de Congresos de la Castellana vuelve a la vida

Tras más de 2.000 días cerrado, se ha iniciado el procedimiento de concesión demanial para su gestión

En 2015, el Ministerio de Industria anunció que en uno de sus laterales se construiría un rascacielos de 23 plantas. El proyecto se truncó/GONZALO PÉREZ
En 2015, el Ministerio de Industria anunció que en uno de sus laterales se construiría un rascacielos de 23 plantas. El proyecto se truncó/GONZALO PÉREZlarazon

En la década de los setenta, Madrid estrenaba su primer gran Palacio de Congresos y Exposiciones, en pleno paseo de la Castellana, frente al estadio Santiago Bernabéu. Tras la construcción de los recintos feriales de Ifema, y dentro de ellos un nuevo Palacio Municipal de Congresos, el del paseo de la Castellana cayó en desuso y fue cerrado en diciembre de 2012, con el fin de subsanar una serie de deficiencias en materia de seguridad, reabrirlo y ejecutar un plan especial que contemplaba la construcción de un rascacielos de 23 plantas. Pero las obras y el proyecto quedaron paralizados, y el Palacio de Congresos y Exposiciones permanece cerrado. Ahora ha llegado el momento de darle un nuevo uso, después de que se ultime la concesión de la gestión de este palacio a Ifema.

Para la construcción de este edificio se convocó, en el año 1964, un concurso público, que fue ganado por el arquitecto Pablo Pintado y Riba. Diez años después de su inauguración, en la fachada que da a la avenida del General Perón, se colocó un gran mural de azulejería, obra del ceramista Llorens Artigas, sobre un diseño original de Joan Miró. En 1995, un incendio provocado, arrasó un tercio de las instalaciones. En 2001, el Ayuntamiento otorgó licencia para ampliar la superficie del recinto, de 39. 812 metros cuadrados a 47.759, aunque las obras nunca se llevaron a cabo. En diciembre de 2012, el Ministerio de Industria, titular del edificio, decidió clausurar el Palacio de Congresos y Exposiciones, al detectarse graves carencias de seguridad y no tener presupuesto (80 millones de euros) para invertir en un edificio que se había quedado obsoleto.

En un principio estaba previsto que las obras estuvieran concluidas en enero de 2013, pero llegada esa fecha, el edificio seguía cerrado y su futuro se presumía incierto, incluso se barajó la posibilidad de darle otro uso.

UN RASCACIELOS FRUSTRADO

En 2015, el Ministerio de Industria, Energía y Turismo anunciaba, que en un lateral del inactivo Palacio de Congresos se construiría un rascacielos de 23 plantas, aprovechando la condición de máxima edificabilidad que le había otorgado el Ayuntamiento en 2001, edificio que albergaría un hotel de cinco estrellas y una zona comercial. La inversión prevista era de 90 millones de euros e incluía la gestión de la actividad en el Palacio, conservando las dos partes protegidas: el mural de Miró y el vestíbulo de entrada. Tras su rehabilitación, contaría con un auditorio para 1.000 personas; cuatro salas para banquetes, 14 con capacidad adaptable, cinco para conferencias y otra para exposiciones. Pero un año después, el proyecto se vio truncado por un recurso presentado por la comunidad de vecinos del edificio colindante, alegando incomodidades y que se violaba el nivel de protección del Palacio. El Tribunal Superior de Justicia desestimó todos los argumentos, menos uno: el de protección, declarando nulo el acuerdo aprobado por el Ayuntamiento para dar luz verde a un plan especial, que no estaba ajustado a derecho. Y el proyecto del rascacielos quedó en un deseo frustrado por la ley.

¿CENTRO DE CONVENCIONES?

En 2007, el alcalde, Ruiz-Gallardón, convocaba un concurso de ideas para construir el Centro Internacional de Convenciones de Madrid, como «sucursal» de los recintos feriales de Ifema, en la zona de las cuatro torres, en terrenos de la antigua Ciudad Deportiva del Real Madrid. Resulta ganador el proyecto de los arquitectos Emilio Tuñón, Luis Mansilla y Matilde Peralta, que propone un edificio redondeado, de 120 metros de altura, tres auditorios cubiertos y capacidad para 30.000 personas, con un presupuesto de 300 millones de euros. El complejo contaría con un auditorio con capacidad para 4.000 espectadores y otros dos, con 1.500 plazas cada uno. Se construiría un cuarto auditorio al aire libre, para 1.000 personas. Tendría tres grandes salas de exposiciones en altura, dotadas de una galería de acceso y un mirador de mil metros cuadrados. Como azotea, se diseñó un espacio diáfano con iluminación natural y vistas a la sierra y un restaurante, así como ascensores panorámicos.

La primera fase de las obras le fue adjudicada, en 2009, a la empresa Acciona. Se estimó en un año la duración de los trabajos del agujero para la cimentación, pero en ese punto, las obras fueron paralizadas. La crisis económica estaba haciendo mella en las arcas municipales y se estimó que los costes eran inasumibles en ese momento. Más tarde, continuaron los trabajos de excavación y se apuntalaron con muros y anclajes para evitar situaciones de riesgo. En 2012 ya se habían invertido 99 millones de euros.

Abandonado el proyecto por su alto coste, se barajaron otras alternativas para el aprovechamiento del solar y en 2017 se presentó el proyecto de un rascacielos de 181 metros de altura, que albergaría la universidad privada IE University; un hospital privado, del grupo Quirón, y un centro comercial, todo bajo la promoción del Grupo Villar Mir, que pagaría al Ayuntamiento un canon anual de cuatro millones de euros durante 75 años.

NEGOCIACIONES CON IFEMA

Ante el fallido proyecto de ese gran Centro Internacional de Convenciones, se pensó en el «abandonado» palacio de Congresos y Exposiciones del paseo de la Castellana; en su adecuación para que volviera a tener una actividad que demandaba el auge de la celebración de congresos y convenciones de Madrid. La idea sería factible si esta dotación se integraba dentro de la gestión de Ifema. Y comenzaron las conversaciones para la posible cesión del recinto a esta entidad.

El pasado mes de junio, el comité ejecutivo aprobó la última propuesta para dar inicio al expediente de concesión a favor de Ifema –procedimiento que ha iniciado hace unas semanas el Ayuntamiento de Madrid–, lo que permitirá dar acogida a un mayor número de eventos, congresos y otros certámenes en la capital de España. Parece que se están cumpliendo los trámites administrativos exigidos por la ley de Patrimonio, y en poco tiempo, el abandonado palacio de Congresos y Exposiciones del paseo de la Castellana, volverá a la actividad, una vez integrado en la gestión de la Institución Ferial de Madrid.