Contaminación en Madrid

La lluvia que se llevará la boina

Hasta la semana que viene no está previsto que se marche el anticiclón.

La lluvia que se llevará la boina
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Hasta la semana que viene no está previsto que se marche el anticiclón.

Nada más tomarnos las uvas y dar la bienvenida al 2017, no sólo nos despediremos del 2016: también diremos adiós al actual anticiclón. Y, con él, a la «boina» que se cierne estos días sobre la capital. Y es que los cielos despejados de los que estamos disfrutando esta semana han provocado que la atmósfera no se renueve y, por tanto, que la contaminación persista. Este es el panorama que se prevé desde la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Como explica a LA RAZÓN su portavoz, Ana Casals, nuestro país –y todo el continente en general– se encuentra ahora mismo en medio de un anticiclón. «Es lo que se conoce como ‘‘pantano barométrico’’: no hay diferencia de presión y, por tanto, la atmósfera es muy estable», explica Casals. Por ello, la temperatura permanece más alta en los niveles altos de la atmósfera que en la superficie, por lo que «no puede haber un intercambio de aire con las capas más altas». Si añadimos el hecho de que tampoco se están produciendo precipitaciones ni apenas viento, la contaminación continúa campando a sus anchas por nuestros cielos. De hecho, este es el motivo por el que Madrid ha gozado durante estos días de un clima bastante agradable a pesar de estar en una fecha tan poco propicia para este clima como es finales de diciembre. Las máximas durante estos últimos días están siendo de entre 13 y 14 grados.

Pese a que en cuestiones climatológicas siempre debe hablarse de predicciones, lo que parece seguro es que la situación se prolongará hasta este fin de semana y, por tanto, también las restricciones al tráfico adoptadas ayer por el Consistorio liderado por Manuela Carmena. Sin embargo, todo podría cambiar a partir de este lunes, con la entrada de una serie de frentes procedentes del Atlántico y del Cantábrico. «Supondrá la entrada de una nueva masa de aire. E independientemente de que puedan producirse vientos, esta entrada ya cambiaría la situación actual», señala Casals. Estos frentes se extenderían hacia el este peninsular y podrían «limpiar» la atmósfera de dióxido de Nitrógeno (NO2), el principal contaminante que ha llevado al consistorio a prohibir la circulación de la mitad de los coches en la capital. Tampoco es una condición indispensable el hecho de que caigan precipitaciones para que se despeje la atmósfera. «Aunque no llueva, o llueva muy poco, los frentes introducirán masas de aire diferentes y provocarán que la amósfera no sea estable, tal como está ocurriendo estos días». También podría darse el caso de que «una brisa de montaña rompiera la estabilidad» actual. Sin embargo, los meteorólogos no lo consideran probable.

En lo que queda de semana, los madrileños amanecerán con cielos despejados, salvo nubosidad baja durante la madrugada en la meseta, donde podrían darse brumas y bancos de niebla matinales. Pero, y con las previsiones en la mano, ¿qué es lo que sucederá en Madrid a partir de la semana que viene? Según los datos que maneja la AEMET, mientras que para estos tres próximos días la probabilidad de precipitación en la capital es del 0%, para el lunes 1 de enero alcanza el 75%. Asimismo, las temperaturas máximas irán cayendo de los 13 grados hasta los siete u ocho. No habrá tantos cambios en lo que respecta al viento. El sábado está previsto que alcancen una velocidad de unos cinco kilómetros/hora.

En definitiva, la situación ha ha obligado a miles de madrileños que tenían pensado desplazarse por la capital –o para salir de ella– durante el día 30 y la Nochevieja, a tener un ojo pendiente de los partes meteorológicos y otro de las restricciones impuestas por el Ayuntamiento gobernado por Ahora Madrid.