Tabaquismo

Los madrileños dan un notable a la ley antitabaco

Otorgan un 7,4 a la normativa vigente y rechazan volver a permitir fumar en establecimientos de hostelería

La Razón
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Madrid- A los madrileños les gusta la ley antitabaco. La consideran buena, no la cambiarían y los que volverían a poner en vigor la anterior norma son minoría.

Según el Barómetro Sanitario de 2012, elaborado por el Centro de Investigaciones Sociológicas, los madrileños otorgan una nota de 7,46 puntos sobre una baremación entre 1 y 10. Un contundente notable que refleja la valoración positiva que los ciudadanos de la región tienen del hecho de que no se pueda fumar en los locales abiertos al público. De hecho, se muestran en contra de que la norma se vuelva a adecuar a favor de los fumadores. Ante la posibilidad de que la ley volviera a amparar el derecho a fumar en estos establecimientos, los consultados en la región no secundan ese planteamiento, pues dan una nota de 3,61 puntos.

Además, y contra la creencia popular y las quejas de los hosteleros en el momento de la aplicación de la ley, los madrileños dicen acudir a bares y restaurantes casi en la misma medida desde que entró en vigor la normativa. De esta forma, mientras que un 63,26 por ciento afirma que sigue yendo igual que antes de ley antitabaco de 2011, un 13,89 por ciento asegura que va menos, cifra que casi se compensa con la que dicen que pisan más la hostelería desde que no tiene humos, un 11,89 por ciento.

La mayoría considera que la prohibición de fumar se cumple adecuadamente (con una nota de 7,81) mientras que no aprecian tanto nivel de cumplimiento en el caso de la prohibición de fumar en alrededores de hospitales o colegios (al poner una nota de 4,49).

Respecto a si la aplicación de esta ley ha influido en consumir o no tabaco, el 61,73 por ciento afirma que no era fumador cuando entró en vigor la normativa mientras que un 25,77 por ciento dice que no influyó en sus hábitos

Además, un 7,71 por ciento sí considera que fuma menos que antes, unido a un 3,40 por ciento que ha dejado de consumir tabaco. Frente a ello, sólo un 1,39 por ciento de los encuestados señala que fuma más que antes.