Teresa celebraba un examen: «Esa noche era feliz»

Mientras las banderas de la capital ondeaban a media asta en señal de luto, decenas de familiares y amigos acompañaron ayer a la familia de Teresa Alonso, la joven de 20 años que murió el pasado jueves como consecuencia de los daños cerebrales que sufrió durante una avalancha en la fiesta de Halloween en el Madrid Arena, en su velatorio en el tanatorio de La Paz, en Alcobendas. Apenas 24 horas después de su fallecimiento, tras 29 días ingresada en estado crítico en la Fundación Jiménez Díaz, el cuerpo de la joven salía del Instituto Anatómico Forense, donde se le practicó una autopsia. Murió por aplastamiento pero no fue este dato lo que indignó ayer a sus seres queridos, sino las noticias sobre las declaraciones que recoge el sumario del caso y que revelan que la chica estuvo treinta minutos sin recibir asistencia sanitaria y que la única reanimación que recibió antes de la llegada de los efectivos del Samur fue de un vigilante.

Así lo manifestaron varias compañeras de Teresa en la facultad de Químicas de la Universidad Autónoma, que fueron de las primeras en llegar al velatorio para dar su último adiós a su amiga y, sobre todo, «ofrecerle el recuerdo que se merece». Pilar Fernando, una de las profesoras de la chica, aseguró que la noche en que ocurrió la tragedia Teresa iba «muy contenta» a la fiesta de Steve Aoki porque celebraba que un examen que había realizado esa misma mañana «le había salido muy bien». «Estaba feliz», aseguró la docente. La tutora de segundo de Bachillerato de la joven aseguró, al salir del tanatorio, que había encontrado «muy fuertes» a los padres de María Teresa, que, tal y como recordó, llevaban un mes de duelo, aferrados a sus convicciones religiosas, informa Efe.

Entierro en Bustarviejo

En Bustarviejo, la localidad madrileña de donde es originaria la familia materna de la joven y donde ella solía pasar habitualmente los fines de semana, el pleno del Ayuntamiento guardó también ayer un minuto de silencio en su memoria. Asimismo, la corporación municipal leyó un comunicado en «apoyo, solidaridad y máxima disposición -a su familia- para todo aquello que puedan necesitar en estos momentos de intensa pena». Será en el cementerio de esta localidad, a las once de la mañana, cuando los familiares de la chica la entierren en la más estricta intimidad.

Una vez que los restos de la joven descansen en el camposanto, la famila Alonso esperará aún unos días antes de personarse, junto a las familias de Cristina, Rocío, Katia y Belén, las otras cuatro víctimas mortales de la tragedia del Madrid Arena, como parte del caso. Así al menos lo confirmó en declaraciones a este diario Fernando, el padre de Teresa, el pasado jueves.