Política

Elecciones europeas

Teresa Gómez-Limón, la diputada que se equivocó de bancada

La Razón
La RazónLa Razón

Teresa Gómez-Limón se hizo con un escaño en la Asamblea regional a mitad de legislatura. Inesperadamente, Esperanza Aguirre dejaba libre su hueco en la bancada popular en septiembre de 2012, dándole una oportunidad a la número 85 de la lista del PP. Que nadie se engañe; en el PP de Madrid no esperaban que Gómez-Limón cubriera el amplio espacio que dejaba la presidenta del partido en la Comunidad, pero lo cierto es que, según confesaban sus compañeros a este periódico, Gómez-Limón vino «para restar».

De hecho, tras conocerse que abandonaba el partido, que no el escaño –es decir, que seguirá cobrando–, algunos diputados se sinceraban: «La conocemos más por la prensa que por su actividad parlamentaria».

Teresa Gómez-Limón (Madrid, 1948) no tenía reparos en reconocer que estaba en el PP por el compromiso que el partido tenía con ella por venir del CDS de Adolfo Suárez. Es más, algún parecido entre la política popular y la de Gómez-Limón se descubrió como pura coincidencia.

A los pocos meses de sentarse en la Asamblea Gómez-Limón se convirtió en estrella por un día al mandar una carta a Rajoy en la exigió «transparencia» en el caso de los «papeles de Bárcenas». Desde ese momento, la diputada autonómica inició un goteo periódico de críticas al partido, siempre de forma independiente y sin ponerlo en conocimiento de sus compañeros, con las que se ganó importantes huecos de la actualidad política.

La parlamentaria Gómez-Limón supo manejar con maestría el clásico morbo que suscita un político que critica a su propio partido, dando titulares sobre la reforma de la Ley del Aborto, la continuidad de la Monarquía, el caso Bárcenas o la política de recortes para ajustar el déficit. Quizás lo más sonado fueron sus declaraciones contra el Gobierno y la Xunta por el accidente del Alvia del pasado año. Gómez-Limón iba en el tren accidentado y como víctima de la catástrofe compareció en el Congreso e incluso pidió a la Asamblea de Madrid (sin informar de nuevo a sus compañeros) que abriera una Comisión de Investigación sobre el suceso.

Renunciar al acta

A pesar de que en el comunicado que redactó para explicar sus motivos para abandonar el Grupo Parlamentario Popular criticó duramente a sus compañeros, cuyo trato calificó de «poco humano y poco educado», el PP no le devolvió el zarpazo.

El portavoz del grupo, Íñigo Henríquez de Luna, se limitó a pedirle que «por coherencia» deje el acta de diputada, básicamente porque Gómez-Limón seguirá cobrando por ocupar un escaño –ahora como diputada no adscrita– al que accedió por ir en el puesto 85 de las lista del PP a las elecciones autonómicas de 2011.

La que fuera presidenta de CDS aseguró ayer que a partir de ahora se dedicará a su «intensa» actividad profesional; es perito forense psicólogo del Juzgado Nº 5 de violencia sobre la mujer y profesora en la Universidad Autónoma de Madrid, y se dedica además al ejercicio libre de su profesión. Nada dijo sobre sus posible iniciativas previstas en el Parlamento como diputada independiente.

Uno de los rumores que corría por los llamados mentideros madrileños apuntaban a que esta nueva llamada de atención de la diputada autonómica, que ha anunciado que abandona al partido cuando queda menos de un año para las elecciones y en la víspera del Debate sobre el Estado de la región, es que todo esto sea un guiño a otras formaciones de cara a los próximos comicios que se celebrarán en la primavera de 2015. Unos rumores que apuntaban directamente a UPyD.