Madrid

«Tienen que confiar para poder sacarlos de la calle»

La Razón
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Cuando llega una ola de frío como la que está haciendo precipitarse al mercurio estos días, los equipos de Samur Social deben de intensificar su trabajo con uno de los colectivos de personas sin hogar que más peligro puede correr ante las bajas temperaturas: el «sinhogarismo» crónico. Un porcentaje de aquellos que duermen en las calles ha llegado, por diversos motivos, a un inmovilismo que hace muy difícil derivarlos a los recursos de atención social del Ayuntamiento de Madrid, incluso con el termómetro bajo cero. Para ellos, según explicó el jefe de departamento del Samur Social, Darío Pérez, en una entrevista a Onda Madrid, es fundamental el trabajo constante de los equipos de calle. «El principal recurso para que acepten ir a dormir a un albergue es la intervención social. Tienen que confiar para poder sacarlos de la calle», asegura Pérez, que destaca la actuación de los trabajadores sociales y auxiliares de los 18 equipos de calle con los que cuenta el Samur Social que, tras una valoración, diseñan intervenciones personalizadas «y muy adaptadas a las circunstancias», para conseguir entablar una confianza con esas personas y, en última instancias, conseguir que dejen la calle. «No es una tarea fácil, pero gracias a la profesionalidad y la diversidad de recursos, se generan oportunidades de inserción», señala. Según detalla el jefe de departamento del servicio de atención social urgente, una persona puede rechazar de plano acudir a dormir a un albergue o pensión, pero sí puede llegar a aceptar ir a ducharse o a que le curen una herida, y así poder darles a conocer los recursos y que quieran quedarse a dormir, al menos durante estas noches. «Actualmente hay unas 40 personas que nos preocupa que rechacen las plazas porque corre peligro su integridad física», explica, ya que no es posible llevarlos a la fuerza a los recursos, salvo en casos muy determinados, en colaboración con los servicios de salud mental, en los cuales sí se puede propiciar un internamiento involuntario.