Región de Murcia
El acusado de apuñalar a su mujer estaba separado y vivía en Gerona
La víctima era una activista refugiada que llegó a Murcia con su familia con un programa de protección de Cruz Roja
La víctima era una activista refugiada que llegó a Murcia con su familia con un programa de protección de Cruz Roja
La consternación por un caso de violencia machista en la Región llevó a las instituciones de toda la Comunidad a guardar un minuto de silencio como muestra de repulsa a dicha lacra social, así como para mostrar su solidaridad con la familia de la víctima, una colombiana de 39 años, que el miércoles murió apuñalada presuntamente a manos de su marido, que fue detenido instantes después. Precisamente, el coordinador del Programa de Refugiados de Cruz Roja en la Región, Juan Antonio Balsalobre, explicó que Doris Valenzuela, nombre de la víctima, llevaba un mes separada de su esposo, quien fue trasladado a Gerona ante ciertos indicios de violencia verbal hacia su mujer.
Según relató el experto, la familia al completo formaba parte del programa de refugiados porque Doris era solicitante de asilo por protección internacional, ya que era activista en su país. Así, junto a sus tres hijos, dos mujeres de 20 y 25 años, y un chico de 15, y un bebé de una de las hijas, fueron trasladados durante un año a La Palma, en Canarias. Desde allí, y a la vista de los ataques de su marido, ella solicitó protección y se le adjudicó una vivienda en Murcia.
«Cuando detectamos que ella nos hacía ver que quería iniciar los trámites para la separación, nuestra función consistió en separarlos y mandar a la pareja a otro piso situado en Gerona».
No obstante, el miércoles se encendieron todas las alarmas, al detectar que el individuo, de 47 años y misma nacionalidad, abandonó el centro catalán, por lo que los técnicos de Cruz Roja comunicaron la situación a los compañeros de Murcia.
«No saben la hora exacta en la que abandonó el piso, pero nos comunicaron que lo había dejado haciendo creer que iba a otro lugar, como Barcelona», explicó Balsalobre.
En este sentido, el coordinador autonómico de esta organización, Miguel Navarrete, señaló que el programa no había visualizado «malos tratos ni nada por el estilo», aunque la familia sí había comunicado a la ONG que «podía sufrir violencia verbal».
Fue por ello que los trabajadores de Cruz Roja estuvieron orientando días antes a la víctima, siendo remitida posteriormente al servicio del Ayuntamiento de Murcia para que le asesoraran con el fin de realizar los trámites de separación.
Por otra parte, inquirido por la situación del nieto de la Doris, un bebé de pocos meses, y el hijo de 15 años, el coordinación señaló que «lógicamente están en shock», por lo que el equipo psicológico de Cruz Roja les está atendiendo y dotándolos de las herramientas necesarias para que puedan sobrellevar esta situación».
Además, aseguró que las hijas mayores de la víctima continúan en el programa de Refugiados, donde seguirán bajo una «intervención especial, porque deseamos la recuperación más pronta».
Condena unánime de la sociedad murciana
Ayuntamientos e instituciones regionales hicieron ayer muestra de su rechazo al presunto crimen machista de Murcia. Una de ellas fue el Palacio de San Esteban, sede del Gobierno, desde donde la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Violante Tomás, dijo esperar «que caiga todo el peso de la ley sobre el asesino». «Vamos a pelear con toda nuestra fuerza para acabar con los maltratadores».
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