La Plataforma Pacto por el Mar Menor asegura que la amenaza no son las lluvias

Consideran que no se ha ido «al fondo de los problemas» para evitar que las aguas dañen el ecosistema de la laguna

Si hace solo unos días la Consejería de Medio Ambiente activaba un protocolo de actuación urgente para evaluar los posibles efectos del último episodio de fuertes lluvias registrado en las últimas horas sobre el ecosistema del Mar Menor, ayer la Plataforma Pacto Por el Mar Menor criticó a la Administración por no ir al fondo de los problemas para evitar que desastres tan graves como los que han ocurrido estos días de noviembre, y que se vienen produciendo desde el año 2015 con bastante frecuencia y poca cantidad de lluvia, dado que no se han superado los 50 litros por metro cuadrado, no vuelvan a darse.

Las precipitaciones que han caído en los últimos días en la cabecera de la cuenca generaron importantes avenidas de agua en las principales ramblas, algunas de las cuales desembocan en el Mar Menor, como las de la Maraña, Avileses o Cobatillas, que bajaron con mayor intensidad. Este caudal de agua provocó importantes daños en las playas de los municipios costeros, con el posible aporte de sedimentos y la llegada de arcillas y otros restos a través de las tres principales zonas de entrada natural de agua. Santiago de la Ribera, Los Alcázares y El Albujón.

Los representantes de la Plataforma criticaron que la Administración «no ha entendido» que las amenazas que se ciernen sobre la laguna son las mismas desde hace 40 años: agricultura, urbanismo, minería, aguas residuales. Y explicaron que la laguna es una cubeta que recoge las aguas pluviales de la cuenca adyacente.

«Las lluvias torrenciales no son nada nuevo en esta zona, llevan ocurriendo desde hace miles de años. Pero lo que sí es nuevo es la roturación salvaje que ha destruido bancales y arbolado de secano que se cultivaba en terrazas y que contribuían a frenar y a absorber el agua de lluvia cuando cae de manera impetuosa en nuestra región».

También hicieron hincapié en que hay otros elementos nuevos que dañan gravemente el ecosistema del Mar Menor, como el uso de los productos químicos utilizados en la agricultura, que son arrastrados por el agua de lluvia junto con las tierras erosionadas a través de las ramblas.

Entre sus críticas subrayaron que se permitiera edificar sobre zonas inundables y que se desviaran los cursos naturales del agua de lluvia que ahora reclaman su paso. «Y también es nuevo que se dejaran minas sin sellar cuyos metales pesados llegan al Mar Menor con las escorrentías de la Sierra Minera».

La plataforma incidió en que la administración de la Región ha apostado por la inversión en tanques de tormentas que son depósitos que capturan y retienen el agua de lluvia, especialmente cuando hay precipitaciones muy intensas, pero que además, tienen la función de depurar las primeras aguas, que son las más contaminadas antes de llegar al Mar Menor. «Sin embargo, con la fuerza y el volumen del agua de lluvia que cae en nuestra región, difícilmente pueden llevar a cabo este cometido, como se ha comprobado estos días de continuas precipitaciones».

Proyecto de vertido cero

Durante la visita del consejero de Medio Ambiente a las playas del Mar Menor, en la que estivo acompañado por el alcalde de San Javier, se pidió al Ministerio para la Transición Ecológica que acelere la aprobación del proyecto de vertido cero y que acometa las infraestructuras más urgentes para minimizar los efectos sobre el Mar Menor que producen estos episodios de lluvias. Incluso se solicitó que se realicen como actuaciones de emergencia, las encaminadas a minimizar las entradas de agua a través de las ramblas, como a la reducción del nivel del acuífero del Campo de Cartagena