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Ecologismo
Ecología y sostenibilidad: una tendencia creciente en las empresas
La problemática con el medio ambiente y sus efectos negativos sobre nuestro planeta ha hecho que la concienciación de la población sobre este asunto crezca. La preocupación se acrecienta y, por tanto, los usuarios demandan que la sostenibilidad se vaya incorporando a todos los ámbitos posibles
Según el estudio del CIS de 2020, el 67,3% de las personas muestra un interés alto respecto a la ecología y, además, el 49,7% coincide en que la situación es de emergencia climática por el peligro que supone.
Siguiendo con estos datos, se determina que el 65,6% de los encuestados considera que se puede reducir el impacto del cambio climático y el 19,5% que, incluso, este puede detenerse.
Por tanto, se puede concluir que, actualmente, este tema tiene una consideración que no debe pasarse por alto.
Para poder comparar esta tendencia hay que trasladarse a un cuestionario similar del CIS en 1996 similar, donde solo el 13,3% muestra mucho interés por el medio ambiente y el 46% “bastante”. Igualmente, el 27,9% afirmaba que “El medio ambiente debe ser protegido siempre que las medidas necesarias para ello no resulten demasiado costosas” y el 16% que la protección “es necesaria”, pero siempre y cuando no implique ningún coste. Esto contrasta con la encuesta actual, la cual arroja que el 82,7% afirma que “Hay que renunciar a algo en el presente para vivir mejor en el futuro”. En definitiva, la concienciación ha crecido, y mucho, en los últimos 20 años.
Las empresas han tomado nota de todo ello y son conscientes de que deben empezar a incorporar dentro de su identidad corporativa los valores relacionados con la ecología. Por ello, muchas están realizando diversas acciones como las que citamos a continuación:
Green marketing
No hay que confundirlo con el green washing, el cual implica únicamente realizar acciones de comunicación para dar una sensación de sostenibilidad pero sin actuar para una mejora.
El green marketing implica una transformación, no necesariamente total, de procesos productivos, gestión de residuos, uso de recursos o cualquier otro ámbito que ayude a ser más verde. Esto lleva a generar un menor impacto en el ecosistema o, por otro lado, tomar parte para ayudar a su preservación o mejora.
Por supuesto, esto queda incorporado en la identidad de la empresa, transmitiendo valores de sostenibilidad para, así, que el usuario se sienta mucho más identificado con la entidad.
Lo contrario, es decir, una excesiva contaminación, la sobreexplotación o una deficiente gestión de residuos podría implicar, incluso, la pérdida de clientes.
Este cambio de procesos puede generar un sobrecoste, bien sea por la necesidad de inversión en nueva maquinaria o bien por un cambio de proveedor, por lo que no todas las compañías están dispuestas o pueden hacer grandes cambios.
Pero, por otro lado, hay que destacar que se ganará en posicionamiento en la mente del consumidor y se estará fomentando la necesidad de cuidar el planeta.
Con el paso del tiempo, ciertos procedimientos y materiales serán más accesibles a nivel económico, por lo que esta barrera será fácil de superar.
Regalar merchandising ecológico
Comunicar no solo implica lanzar un anuncio segmentado para decir que se ha adoptado una determinada política o que se ha renovado un sistema concreto. Lanzar mensajes hacia la audiencia se puede realizar de muchas formas y una muy efectiva es la del uso de regalos promocionales ecológicos.
Los detalles personalizados son una gran alternativa para darse a conocer. Pueden ser bolígrafos, tazas, mochilas, camisetas, bolsas, pendrives y muchas opciones más. Es habitual en un evento, como puede ser una feria, el entregar uno de estos obsequios a los visitantes que se aproximen al stand. También, en diversas promociones se entregan con una compra en concreto. Por otra parte, se pueden entregar a los clientes más fieles, a los empleados como parte de su material de oficina...
Las posibilidades son muy variadas y la clave de este merchandising reside tanto en el sentimiento de agradecimiento como en la impresión del logotipo de la marca, el cual será visto por terceras personas cuando el objeto en cuestión sea utilizado o se tenga a mano.
Asimismo, la diversidad de artículos es muy variada: hay libretas de papel de piedra con tapas recicladas, memorias USB con carcasas de madera, altavoces de cartón, bolígrafos ecológicos con semillas en su interior, bolsas y camisetas de algodón reciclado, cargadores inalámbricos de bambú...
Por ello, si estos regalos están hechos de materiales sostenibles no solo contarán con las ventajas anteriormente citadas sino que además la empresa lanzará un mensaje sobre cuáles son los valores que la representan.
Acciones conjuntas con asociaciones
Si no es posible hacerlo desde dentro sí que se pueden encontrar alternativas fuera. Hay muchas organizaciones que trabajan en la preservación del medio ambiente, como Ecologistas en acción o Amigos de la Tierra, entre otras, por lo que es una buena idea contactar con ellas para ver cómo se puede ayudar.
Ello puede incluir una sencilla donación, difusión de su actividad por redes sociales, la planificación de algún evento... Por lo que si se es recurrente con este tipo de acciones se estará logrando un efecto que verdaderamente ayude al planeta aunque no haya una mejora interna.
En conclusión, la ecología ya no solo se ha convertido en un paradigma necesario de adoptar tanto por parte de las personas como entes individuales sino que las empresas deben realizar un esfuerzo extra. Empieza a ser un requisito que estas deban representar, en mayor o menor medida, un bien para el ecosistema que la rodee, tanto por su necesidad de cuidado como por la exigencia de los propios consumidores.
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