Del libro a la pantalla: la historia que cuenta la Feria del Libro de Madrid 2025

Hay algo nuevo este año en El Retiro. No es una novela recién impresa ni la adaptación cinematográfica de un clásico. Es una forma distinta de vivir la Feria del Libro de Madrid, donde las historias siguen latiendo en las casetas a través de las páginas, pero también se descubren ante los ojos del espectador sobre las pantallas. Y aunque las palabras siguen pesando lo mismo, la manera en que se mueven por el recinto ha cambiado. Porque, si algo destaca en esta edición, son los nuevos formatos.

La megafonía se ha atenuado. Los programas impresos han dado paso a los grandes carteles digitales de la empresa JCDecaux. Las novedades editoriales, los horarios de firmas o la ubicación de esa caseta que parece esconder la joya que estás buscando… toda la información está al alcance de la vista a través de cuatro mupis —acrónimo de «mobiliario urbano como punto de información»— distribuidos a lo largo del Paseo de Coches.

Sus pantallas digitales —fabricadas con materiales reciclables— facilitan el acceso en tiempo real a la agenda de la Feria, ayudando a los visitantes que no tienen acceso al programa a través de la web, la app o los códigos QR. Este apoyo ha permitido a la organización sustituir el papel y la megafonía, en línea con sus compromisos medioambientales y de respeto a la naturaleza que habita el parque.

Para que estas pantallas funcionen se necesita energía, que en esta 84ª edición está suministrada por Repsol. Esta alianza ha traído una novedad en este año: la Feria del Libro de Madrid contará por primera vez con energía solar, gracias a la instalación de 176 paneles.

«La Feria del Libro de Madrid trabaja, por convicción y por interés, para optimizar su manera de estar en El Retiro», asegura Eva Orúe, su directora. «Por convicción, en la seguridad de que a todos nos toca proteger el medioambiente, y por interés, dado que velar por el jardín en el que abrimos nuestras puertas es requisito indispensable para seguir en él», resalta. «En algunos casos –prosigue–, mejorar nuestras prestaciones depende solo de nosotros y, en otras ocasiones, nos toca reconocer que necesitamos ayuda y contar con el apoyo de quienes tienen el conocimiento».

Alberto Martín Gutiérrez, técnico del Technology Lab de Repsol, ha sido el encargado de elegir el emplazamiento, diseñar la colocación de los casi 180 paneles fotovoltaicos para «interferir lo mínimo posible en las estructuras existentes» y crear el circuito eléctrico «con el objetivo de proveer a la Feria la mayor cantidad de energía solar posible y de aprovechar al máximo la capacidad de generación de los paneles que se han instalado». Ahora mismo, explica, hay dos tipos de instalaciones solares en este espacio: paneles conectados a la red y paneles aislados con baterías.

«Este sistema de energía está situado sobre las casetas de la 1 a la 11 entrando por la Casa Árabe, en las oficinas de la Feria del Libro de Madrid y en pabellones como el de RTVE y Caixabank», detalla. «Al estar situados en el centro de la calle, las sombras de los árboles no afectarán tanto». Además, hay tres tótems –estructuras en forma de torre– con dos paneles en forma de tejadillo, para proporcionar luz LED de 18:00 a 22:00 de la noche.

Este año, Repsol también se encarga de aportar el combustible 100% renovable para poner en marcha el único generador que necesitará la Feria tras las obras realizadas en 2024, que permitieron prescindir del segundo. En esta ocasión, se emplearán apenas 2.000 litros, lo que evitará la emisión de más de 5,5 toneladas de CO₂ a la atmósfera.

[Si quieres saber más sobre cómo se pasó del candil a la electricidad en la Feria del Libro, pulsa aquí]

Como destaca Ana Bella García, responsable de Patrocinio de Ocio de Repsol, «la energía también puede emocionar, inspirar y transformar. Queremos que los visitantes se queden con la idea de que es posible disfrutar de la cultura mientras avanzamos hacia un futuro bajo en emisiones», destaca. Por eso, la presencia de la compañía en esta cita cultural «es una oportunidad para conectar con la sociedad desde un lugar de inspiración y cultura, porque la energía también se siente» y, en esta edición, se transforma «en experiencias que enriquecen y acercan la literatura a todos los públicos».

En ese sentido, la compañía también ha organizado un taller de lectura con Patricia Fernández (la influencer cultural que suma seguidores entre generaciones tan distintas como los géneros que recomienda a través de sus redes sociales), sesión de cuentacuentos infantiles y un mural artístico de ocho metros, obra de la ilustradora Naranjalidad, ubicado en las oficinas centrales de la Feria, que, aparte de servir como photocall, explica el proyecto de energía solar.

Entre páginas y pantallas

En paralelo a las tradicionales firmas de libros, este año, la Feria del Libro de Madrid ha querido dejar claro que existe una nueva forma de acercarse a los relatos: del papel a la pantalla. Plataformas audiovisuales como Netflix, Disney+ y Movistar Plus+ aterrizan en El Retiro (o repiten, en el caso de la primera) como patrocinadores, con el objetivo de explorar cómo adaptar un libro a una serie o película.

«El matrimonio entre la literatura y el audiovisual es muy longevo y nos ha dado grandes alegrías», apunta Verónica Fernández, directora de Contenidos de Ficción de Netflix para España y Portugal, quien recuerda ejemplos de hace décadas, como La Regenta o Fortunata y Jacinta en RTVE. «Pero hoy se ha abierto el campo a novelas recién publicadas y con historias más cercanas», añade.

En la Feria, Netflix aprovechará para promocionar sus próximos estrenos basados en los libros de Arturo Pérez-Reverte (El problema final), Javier Castillo (El cuco de cristal) o El niño de Fernando Aramburu. También habrá espacio para charlas sobre cómo los guionistas hacen malabares entre la fidelidad y el espectáculo. En este sentido, Fernández señala que «cada novela es un reto», que merece la pena porque «trasladar historias a la pantalla es una oportunidad preciosa de dar una nueva dimensión a los libros, de que gente que no lee o piensa que leer no es para ella, descubra historias increíbles pensadas por grandes autores y autoras españolas».

Nuevas formas de leer y moverse

El libro ya no pesa como antes. Vive en una tableta, en un auricular, en un pódcast o en un audiolibro para trayectos cortos y ratos largos de insomnio. Aunque siguen suponiendo una porción muy pequeña del mercado editorial, que aún obtiene la mayor parte de sus ingresos del papel, el auge de los audiolibros (mucho más presentes en esta Feria) dice mucho sobre cómo ha cambiado nuestra vida. Cada vez es más difícil encontrar tiempo para leer o hacerlo sin padecer la tentación de coger el móvil. Con los audiolibros puedes desdoblarte: sentirte acompañado mientras limpias la casa, caminas o viajas.

Y como moverse hasta la Feria del Libro de Madrid también forma parte de esta experiencia, la organización también ha diseñado una forma distinta de hacerlo. WiBLE, el servicio de movilidad compartida impulsado por Repsol y Kia, repite presencia en el evento con ventajas específicas para expositores y visitantes al utilizar esta app, que cuenta con 650 vehículos en la Comunidad de Madrid.

Estas son tan solo algunas muestras de cómo la tecnología ha cambiado la historia que cuenta la Feria del Libro de Madrid. Y, aunque aún no podemos «leer el futuro» de la literatura, sí sabemos que la manera en la que nos acercamos a los libros y los vivimos se ha transformado. Desde los murales que narran visualmente el compromiso energético del evento, hasta las dos instalaciones de recarga solar para teléfonos móviles instaladas en el exterior, la Feria mira al futuro con un pie en la tradición y otro en la innovación.