Arquitectura
El impresionante rascacielos L’Arbre Blanc en Montpellier
La ciudad francesa de Montpellier ha sido la elegida para que tres genios de la arquitectura “planten” un rascacielos único en forma de árbol a prueba de cualquier terremoto.
Los vecinos que vivan en este monumental rascacielos son, hoy en día, algunos de los más envidiados de todo el país galo. ¿A quién no le gustaría vivir dentro de una auténtica obra de arte?
El prestigioso arquitecto japonés Sou Fujimoto, reconocido mundialmente por sus sensacionales proyectos, se unió en 2014 a los socios Nicolás Laisné, Dimitri Roussel y a Manal Rachdi de OXO Architectes para darle un espectacular diseño a la idea surgida en torno al icónico edificio de viviendas L’Arbre Blanc (Árbol Blanco), con el que los profesionales han querido facilitar la interacción de sus residentes con el medio ambiente y enriquecer el panorama arquitectónico de la ciudad.
"Lo que tenemos en común es que la naturaleza nos inspira, pero eso se traduce de manera muy diferente en nuestro trabajo. Así que pensamos que sería muy valioso comparar nuestras opiniones sobre esta competencia", explicó en una ocasión el fundador de OXO Architectes, Manal Rachdi, acerca de la residencia inaugurada en junio de 2019.
Sou Fujimoto, Nicolás Laisné y Dimitri Roussel se volverán a reunir en una colaboración conjunta para una ciudad vertical en París y una torre que se levantará en Niza.
La torre diseñada en forma de árbol, cuyos balcones voladizos que protegen la estructura se abren como ramificaciones del mismo, está situada en el paisaje de Languedoc, estratégicamente ubicada entre las áreas más antiguas y las más modernas de Montpellier. Concretamente, en la place Christophe Colomb. Y una vez dentro de ella, la perspectiva puede variar según el ángulo del que se mire y la posición del sol.
Este gran edificio cuenta con diecisiete pisos y 113 apartamentos desde donde se pueden disfrutar de impresionantes vistas a la ciudad sin perder las que dan al mar, al Pic Saint-Loup y al río Lez. L’Arbre Blanc también tiene zonas abiertas al público que se encuentran repartidas entre la planta baja y la azotea de la construcción. En estas áreas hay oficinas, un restaurante y una galería de arte pública bordeada con paredes de vidrio que dan a un extenso parque y que está abierta a los visitantes. En esa misma zona, pueden disfrutar de un restaurante, un bar panorámico y zonas comunes.
El concepto de esta asombrosa infraestructura es el de un espacio multiprograma que combina la tradición mediterránea con la cultura japonesa para vivir tanto dentro como fuera de ella. Además, la fachada de la torre está creada a conciencia con materiales extremadamente ligeros que aportar la máxima flexibilidad del edificio para resistir en caso de que se produjeran seísmos, habituales en la zona. Sus habitantes pueden presumir de estar extremadamente seguros y en contacto con la Naturaleza.
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