El Ferrari SP51, un vehículo único con capota abierta

El Ferrari 812 GTS representó el regreso al mundo de los spiders de un V12 de Maranello. Un modelo lleno de encanto y carácter, con su majestad el 6.5 atmosférico para empujarla con más fuerza que nunca. Ella fue tomada como base para la última creación del departamento de ‘Proyectos Especiales’ de Cavallino, aquel donde nacen los “rojos” que reflejan plenamente los deseos de sus clientes, cambiando de forma y estilo. El nuevo one-off se llama Ferrari SP51 y es especial desde el color utilizado para la carrocería: se llama rosso passionale, con tratamiento de tres capas y creado específicamente para “vestir” el súper exclusivo V12.

Sin embargo, la verdadera novedad del SP51 reside en su estilo: a diferencia del GTS del que deriva, no hay un techo plegable bajo el capó trasero. El nuevo Ferrari one-off se inscribe, por tanto, en el mundo del roadster puro, sin posibilidad de cubrir el habitáculo para disfrutar en todo momento del mágico sonido del V12 de Maranello. Si el tiempo lo permite.

La eliminación del techo ha conllevado una modificación sustancial de la aerodinámica respecto al 812 GTS, primero mediante simulaciones CFD y luego a través de pruebas en el túnel de viento y en carretera, para garantizar la ausencia total de vórtices en el habitáculo y la ausencia de ruidos sibilantes.

Así nacen los nuevos apéndices laterales (en fibra de carbono) situados detrás de las ruedas delanteras y en las aletas traseras, pensados para canalizar mejor el aire. A continuación, aparece un alerón trasero, también de fibra de carbono, como para unir los dos elementos jorobados y casi recordar el mundo de los coches con carrocería “targa”. También cambian otros detalles, como los faros delanteros que aparecen con un nuevo diseño, en línea con el de los últimos Ferrari, las llantas de aleación que lucen pequeñas aletas de fibra de carbono y la parte trasera, dominada por un nuevo diseño de “arco” que incorpora las luces.

Tinte sobre tinte

El rosso passionale de la carrocería también regresa en el habitáculo del Ferrari SP51, tapizado casi por completo en Alcántara con elementos blancos y azules para “romperlo”, haciéndose eco de la banda longitudinal que va desde el morro hasta la cola del one-off de Maranello.