¿Dónde se escuchan mejor las campanadas del reloj de la Puerta del Sol?

Si este año ha decidido abandonar el salón de su casa para tomar las uvas en vivo y en directo en la Puerta del Sol a golpe de campanada del reloj y sin que una presentadora de televisión le ponga sobre aviso sobre cuando puede echarse las uvas a la boca, puede que le interese saber dónde se escucha mejor el din-don del reloj.

Cualquier día de la semana, el centro de la plaza es precisamente el lugar donde mejor se pueden oír las campanadas del reloj que el leonés José Rodríguez Losada regaló a Madrid en 1866. “Se trata de un recinto con una geometría rectangular y eso favorece una distribución sonora propicia a ese espacio. Teniendo en cuenta que el foco sonoro está en la torre, situada en uno de los lados de ese paralelepípido que conforma la plaza, ésto favorece que la zona central o frontal sea la que mejor calidad de sonido recibe. La peor distribución sonora se registra en los laterales que dan a la calle Mayor y Alcalá”, explica Jorge Martínez, responsable de la empresa de ingeniería acústica Audiotec.

Sin embargo, si quiere acudir a las preuvas del día 30 o dar la bienvenida al nuevo año el 31 desde el kilómetro cero de la Puerta del Sol, cualquier punto de la plaza en el que se sitúe recibe la misma calidad de sonido y no le hará perder el compás con las uvas y con ello tendrá garantizada la buena suerte en el año venidero. Y es que la Comunidad de Madrid instala altavoces en varios puntos de la plaza para garantizar la calidad del sonido ante el bullicio.

“Al hacer una distribución amplificada con los altavoces, la inteligibilidad del sonido es mayor. Cualquiera que acuda es este espacio, independientemente donde se sitúe, podrá escuchar de manera uniforme el din-don del reloj sin retardos en las zonas laterales y con una perfecta armonización en todo el espacio”, añade el responsable de Audiotec.

Desde cualquier punto de Puerta del Sol podrá comprobar, además, cuándo el reloj marca las doce gracias a sus cuatro esferas. En un principio, solo tenía tres, pero en 1968 se colocó la cuarta y se construyó el templete que cobija la bola que todos los años saluda el nuevo año.