Gastronomía

Tortilla, jamón y unas bravas por el año chino

El pasar de los años ha cambiado las tradiciones de los residentes chinos en Madrid. Muchos afirman haber sustituido el clásico pescado por comida típica española

Enrique Tang, joven chino integrado en la vida madrileña, de tapas por la Plaza Mayor.Cristina Bejarano.
Enrique Tang, joven chino integrado en la vida madrileña, de tapas por la Plaza Mayor.Cristina Bejarano.Cristina BejaranoLa Razón

La comunidad china residente en la región está de fiesta por la llegada del nuevo año Chino. Este 2020 tiene como protagonista a la rata y, por quinto año consecutivo, Madrid da la bienvenida al también llamado Festival de Primavera. Los chinos cada vez tienen mayor presencia en la capital y generación tras generación muchos han cambiado sus tradiciones nocheviejas y las han adaptado a nuestras costumbres.

La escena madrileña registra un total de 59.757 habitantes de este país y en comparación a los diez últimos años, este número prácticamente se ha duplicado.

«En china, el año nuevo es como es una navidad aquí en occidente, nos reunimos todos los familiares y hacemos una gran cena», afirma Haidong Tang, un filólogo y tarotista que reside en Madrid desde hace un año y medio. Tang explica que en china es muy común compartir una gran cena, ya que, en épocas en las que había mucha carencia, ésta era la única ocasión en la que ellos se podían permitir degustar gran cantidad de comida.

La cena típica incluye platos con mucha carne debido a que frecuentemente no se comía tanta carne ni pescado. Fiel a sus tradiciones, Tang cuenta que es muy importante que cada familia tenga pescado en la mesa. Incluso hay una frase que dice «que cada año nos sobre comida». Entonces, a la hora de la cena de nochevieja, no se deben terminar el plato como símbolo de que todo el año la comida tiene que sobrar.

«Yo prefiero el jamón, la verdad», comenta Jia Li ciudadana china, quien lleva 15 años viviendo en Madrid. «Con el pasar de los años a nuestras cenas de esta festividad, siempre le hemos añadido un plato fusión, jamón ibérico, embutidos, chorizo o lomo. Y cuando hay niños en casa, también preparamos tapas con variedad de mariscos», asegura.

Jia Li considera que esta fusión de hábitos es algo natural, ya que no ha conocido lugares en Madrid que sean realmente auténticos chinos, «todos los restaurantes están adaptados al público de aquí», argumenta. De hecho, ella tiene uno en Cuatro Caminos, que ofrece una carta pensada en madrileños y turistas. «El picante, no pica tanto. Lo que más vendemos es el Rollito de Primavera o el Pollo al Limón, y en China, estos no son los platos más famosos precisamente y menos los más pedidos», aseguró.

Del mismo modo, la familia Chen Lai, vive de un comercio de alimentación en Vallecas hace 18 año. Akame Chen y su esposa tienen dos hijos madrileños y juntos se han ido adaptando a las costumbres más castizas de la capital. «Celebramos más la nochevieja del primero de enero que este. Estos últimos años hemos ido a las preuvas en Puerta del Sol, por ejemplo», aseguró Chen.

Akame comenta que es más cómodo hacer celebraciones cuando es festivo nacional que cuando no lo es, como es el caso de este 25 de enero. «Cuando llegué, hace casi dos décadas, lo primero que comí fue tortilla de patatas y me gusto muchísimo, ahora no puedo vivir sin ellas», asegura.

Haidong Tang, más conocido por su nombre en español «Quique», tiene aún sus costumbres intactas. En China, los preparativos espirituales empiezan una semana antes de que finalice el año. Ya realizó todas las típicas actividades previas como limpiar su casa con anticipación, pensar en la cena con especial cuidado, eligió su prenda roja para tener fortuna todo el año, y aún no se ha atrevido a cambiar ninguna de sus habítos de siempre.

Por otro lado, Jia Li y su familia, decidieron improvisar. Esta temporada han tenido mucho trabajo y no se han pensado hacer algo muy elaborado. «Aún no tenemos claro, pero seguro que no va faltar jamón ni tortilla», sostuvo. Por último, la familia Chen Lai, se animó a reemplazar los clásicos raviolis por roscón de reyes. «En china es una tradición preparar raviolis y esconder una moneda dentro de uno de ellos, se dice que quien lo encuentra va será el más afortunado del año, es un juego similar al roscón de reyes. Este año nos apetece más el dulce, así que lo cambiaremos», explicó Akame.

Así, los habitantes de la Comunidad China prepararon la cena de una de las celebraciones más importantes del mundo oriental. En base a los testimonios de estos tres residentes, quienes más tiempo llevan en Madrid, no se han podido resistir a la exquisitez de sus tapas y sus peculiares tradiciones, por lo que no dudan en incluirlas en su mesa este año de la rata.