Cultura

Madrid, capital del arte flamenco de vanguardia

El bailaor de flamenco, Eduardo Guerrero, en uno de los espectáculos de «Desplante» con el lienzo del pintor Domingo Zapata al fondo

El bailaor de flamenco, Eduardo Guerrero, en uno de los espectáculos de «Desplante»
El bailaor de flamenco, Eduardo Guerrero, en uno de los espectáculos de «Desplante»Juanlu VelaLa Razón

Más allá de los locales de siempre, el éxito de los intérpretes del flamenco le abrió la puerta de los teatros más emblemáticos de la capital hace ya muchos años. Quizás esta es otra de las razones por las que innumerables artistas desean llegar a la capital. «Esta es la ciudad donde el arte se concentra, si quieres ver lo último, lo más novedoso y deslumbrante del flamenco, sabes que debes acudir a Madrid», afirma el bailaor de moda, Eduardo Guerrero.

Desde la experiencia de Guerrero, un bailaor que ha estado en la escena del flamenco desde los seis años, sabemos lo importante que es el tablao para los turistas. Y es que no solo ha dado lo mejor de sí mismo en los escenarios españoles, sino que también ha viajado al extranjero en reiteradas ocasiones ofreciendo lo mejor de su arte. «Esta ciudad me ha recibido con cariño desde que tenía 16 años, he conocido las mejores tablas de provincia y el centro, y en todos no he dejado de sorprenderme con el hecho de que la gente no deja de creer en este arte», comenta. Además, «creo fielmente que, como cultura, esta danza apasiona a todos, aunque nosotros lo exponemos en diferentes niveles. En países como Polonia o Francia este tipo de baile es muy apreciado, pero donde más me sorprendió fue en Japón, ellos se quedan maravillados», añade Guerrero. En Madrid los tablaos flamencos están a la orden del día, con gran variedad de precios, distintos locales, pequeños, grandes, acompañados de una cena o un par de copas que amenice la velada. Y si es una ocasión especial, una visita al teatro otorga los espectáculos más novedosos, extravagantes y actuales que tanto madrileños como turistas no quieren perderse por lo menos por una vez en la vida.

A partir de los años cincuenta y de manera rápida, Madrid se fue convirtiendo en el escenario de flamenco más cotizado por artistas y espectadores. El auge del turismo de aquel entonces impulsó que, una de las danzas más representativa del país, destaque por sus espectáculos. Desde sus inicios, los asistentes a estas presentaciones generalmente se componen de visitantes de fuera y de personas con cierto poder adquisitivo ya que, con el tiempo, los organizadores se han encargado de añadir precio y valor a cada show.

Eduardo se muestra sorprendido y agradecido con el público madrileño ya que, después de tanto tiempo, es un escenario que nunca carece de asistentes, y es por eso por lo que se esfuerza en que cada espectáculo sea mejor que el anterior. Con esta mentalidad, Guerrero ha cruzado los límites del baile en sus últimas presentaciones, añadiendo valor a cada uno de estos. Uno de los más innovadores fue cuando en una de las entregas de «Desplante» condensó su danza tradicional con el arte gráfico del «pintor de las celebrities» Domingo Zapata. Una propuesta vanguardista, muy elogiada por los asistentes. Desde su escenografía, esta versión de «Desplante» es, en definitiva, diferente, no es el clásico tablao que comúnmente se observa en los bares ni teatros, es elegante, exigente, sofisticado y muy afinado.

De este modo, el bailaor gaditano se prepara nuevamente para presentar otras de sus obras más ambiciosas «Sombra Efímera II» en el Real Coliseo de Carlos III en San Lorenzo de El Escorial. Esta noche, el bailaor danzará recordando su paso por el Centro Danza Canal de Madrid a lo largo de todo el 2019 dentro de los Teatros del Canal. Asimismo, esta presentación supone el final de un viaje emprendido hace tres años. Su objetivo principal es materializar sobre el escenario las búsquedas del gaditano, en un proyecto conjunto con Mateo Feijóo, ex director de las Naves del Matadero, responsable de la dirección y el concepto artístico.

Sombra Efímera propone una inmersión escénica en la que conviven la tradición del flamenco y las artes contemporáneas del movimiento con las plásticas y visuales, y parte de un proceso integrador de las disciplinas artísticas. Bajo este concepto, los artistas vienen construyendo un universo onírico propio para el deleite de sus seguidores.

Un análisis periódico que realiza la revista digital deflamenco.com, afirma que son 18 grandes bares que tienen como temática única ofrecer muestras de tablao, que son los espacios de entretenimiento más conocidos y concurridos dentro de la movida madrileña. Todos fieles a la tradición y estilo de sus artistas ofrecen diferentes espectáculos para una velada «típica española».

Un buen turista sabe que llegar a Madrid es sinónimo de tomar un buen vino, tapear por el centro, tomarse una foto a lado del Oso Madroño, y por su puesto, disfrutar de los mejores espectáculos de flamenco. Y como buen anfitrión, en la capital nunca faltará un lugar adecuado a cada gusto y bolsillo para no perderse de estas diferentes propuestas de los artistas que cada vez impresionan más al exigente público madrileño.