Vandalismo

La «penitencia» por pintar y orinar en la vía pública

Los infractores, universitarios y de 18 a 29 años, prefieren limpiar a pagar la multa. Este programa de sustitución del Ayuntamiento de Madrid se ha disparado en el último año

Limpieza de grafitis en la Plaza Dos de Mayo de Madrid
Limpieza de grafitis en la Plaza Dos de Mayo de MadridAyto. de Madrid

«Desde que esto ocurrió, no he vuelto a tirar ni siquiera una colilla en la calle». Podríamos considerar a Joaquín (nombre ficticio), de 20 años, un grafitero «arrepentido». Su pintada le salió cara: 2.300 euros de sanción, 1.600 si se le aplicaba una reducción, después de ser «cazado» en el acto por la Policía. Gracias a un tío suyo, descubrió que había una manera de cumplir, más que un castigo, una reparación: la Prestación Ambiental Sustitutoria, gestionada por el Área de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid. Esta fórmula, recogida en la Ordenanza de Limpieza de los Espacios Públicos, permite a los infractores sustituir la cuantía económica por el barrido manual con cepillo y escoba, el vaciado de papeleras, la retirada de pegatinas...

Desde septiembre de 2019, este programa ha aumentado en casi un 67% su participación, como avanzó el delegado del Movilidad y Medio Ambiente, Borja Carabante. Alrededor de 925 personas lo han cumplido en los últimos 14 meses, lo que supone una media de 84 al mes.

Por otro lado, estamos ante una penalización que no solo se aplica a los grafiteros; también a aquellos que hacen sus necesidades en la vía pública y que, de hecho, constituyen la gran mayoría del programa: un 85%.

¿Cuál sería el perfil de los «penitentes»? Según los datos del Consistorio, el 85 % son hombres; siete de cada diez tienen entre 18 y 29 años y apenas el 15% es mayor de 40 años; y cerca de la mitad tiene o cursa estudios universitarios, frente a un 5% que no cuenta con estudios primarios. Más del 95% reside en la Comunidad de Madrid, con una inmensa mayoría de nacionalidad española (nueve de cada diez) mientras que solo el 10% congrega hasta 14 nacionalidades diferentes.

Hay que recordar que, en su lucha contra las pintadas, el Ayuntamiento liderado por José Luis Martínez-Almeida aumentó las sanciones a través de un nuevo sistema que las catalogaba en palmos: en edificios emblemáticos, antiguos o históricos, pasaban a ser de entre 2.000 –pintadas de menos de un palmo– y 3.000 –de más de un palmo– euros; en edificios oficiales, la cuantía puede ser de 1.000 –si es menor de un palmo–, 1.500 –si supera el palmo– y 2.000 –si es mayor de un metro–; en fachadas, muros, muretes y pilares, están cuantificadas en 750 –menos de un palmo–, 1.500 –más de un palmo– y 2.000 –más de un metro–. Cada una de estas sanciones cuenta con su equivalencia en horas de trabajo.