Entrevista
“El gobierno de Sánchez ha estado ayudando a Madrid en todo momento”
Nadie rechazaría ser la alcaldesa de la capital, pero, la portavoz socialista en Cibeles, como seguidora del Atlético, prefiere ir “partido a partido”. Su principal objetivo, que los vecinos vuelvan a ver a los socialistas como políticos a pie de calle
Tras el adiós de Pepu Hernández ha llegado la hora de Mar Espinar (Granada, 1982). Una de las voces más combativas del socialismo madrileño, incluso con la propia Manuela Carmena, a la que su partido dio su apoyo para llegar a la alcaldía, se pone al frente de la portavocía del PSOE con una meta prioritaria: que los vecinos de Madrid vuelvan a ilusionarse con un partido que, en la capital, ha pasado a ser la cuarta fuerza. Espinar es consciente de la fórmula: bajar a la calle y escuchar a los madrileños.
-Ya han pasado seis semanas desde que es portavoz. ¿Se ha tenido que poner las pilas o con el «background» de bregarse en Cibeles durante años ya tenía los deberes hechos?
-Lo he necesitado. Cuando eres portavoz de un área tienes conocimientos de una parte muy pequeña de Madrid. En mi caso era Cultura, Deporte y Turismo. Pero me tuve que estudiar muchas grandes operaciones urbanísticas. Y sigo estudiando mucho para tener esa fotografía general de la ciudad.
-¿Nota esa presión? ¿La de estar ahora en el foco al ser el referente municipal socialista?
-La política siempre me la he tomado muy en serio. Tenemos un trabajo precioso, pero requiere de muchísima responsabilidad. Los que gobiernan deciden cosas que afectan a la vida de las personas. Siempre he sentido esa presión, cuando era portavoz de Cultura, Deporte y Turismo y ahora, como portavoz del Grupo Municipal. Evidentemente, tienes más presión cuando tienes más responsabilidad.
-Hay muchos frentes abiertos en la política municipal. ¿Cuál sería la prioridad de su grupo?
-Una sensación que no solo tiene mi Grupo Municipal, sino gran parte de la ciudadanía: cómo se está tensionando la convivencia en la ciudad. Tenemos un problema de ruidos y de ocio nocturno en gran parte de nuestros barrios, lo que está afectando mucho a la vida de las personas. Ahora mismo, es una prioridad. Entiendo la política municipal como la política de hacer pequeñas cosas que facilitan la vida de la gente: salir a trabajar, coger su autobús, sacar la basura, tener una escuela infantil en tu distrito... Cosas que al Ayuntamiento de Madrid, de un tiempo a esta parte, se le está olvidando hacer.
-Votaron en contra de la nueva ordenanza de movilidad, Distrito Centro. ¿Derogarían la medida de llegar a Cibeles?
-En la clase política debemos tener claro que gobernar no significa empezar de cero. Derogar constantemente lo que aprueban los gobiernos anteriores no hace que avancemos. Y las política debe ayudar a la sociedad a avanzar. El Madrid 360 de PP y Cs es una oportunidad perdida. Es el Madrid Central que aprobó Carmena en su día, un poquito más permisivo para las coches. Y cuando todas las ciudades europeas van hacia adelante, nosotros nos hemos quedado en el mismo lado, e incluso hemos echado el pie para atrás. No derogaríamos Madrid 360. Lo que haríamos sería lo mismo que propusimos cuando Carmena gobernaba: se trata de llevar esas zonas de bajas emisiones a todos los puntos de Madrid. Hacer una ciudad mucho más amable para el peatón, para el ciclista, para los niños... No creo que haya que derogar constantemente lo que hacen otros. Cuando unos llegan nuevos y tienen una visión distinta de la ciudad, deben partir de lo que ya hay, y tomar impulso para avanzar, nunca para retroceder. Y con Madrid 360 sí se ha retrocedido.
-Las terrazas en Madrid: ¿qué haría con ellas si fuera alcaldesa?
-Nosotros nos comprometimos en los Acuerdos de la Villa a establecer esas terrazas Covid. Entendimos que era un sector que necesitaba de un apoyo por parte de las instituciones. Dicho esto, el tema se ha desmadrado. Hay zonas en las que es incompatible la vida normal con la vida de las terrazas, por llamarlo de algún modo. El acuerdo establece que estas terrazas se acaban el 31 de diciembre. Y, a partir de ahí, elaborar una nueva ordenanza hablando con los vecinos. Porque hacer ciudad sin ellos es fracasar, como políticos y como personas. Tienes que hacer una ciudad para la gente que la vive. He perdido la cuenta de todos los días en los que he pedido a Martínez-Almeida que se reúna con las asociaciones. Hace dos semanas me reuní con 15 asociaciones de vecinos, de 15 distritos de Madrid, que lo están pasando mal, que no pueden dormir, que tienen hijos que no pueden estudiar... Hace tres semanas pasé una noche con unos vecinos de Ponzano para saber lo que suponía. Si Begoña Villacís hubiera pasado esa noche allí conmigo, no diría tan alegremente que las terrazas Covid pueden ampliarse hasta tres años. Es importante ponerse en la piel de esas personas que quieren que les escuches. Pero no tienen la decencia de sentarse a escucharlos.
-Los botellones, y además con carácter violento, se están convirtiendo en una triste tradición. ¿Hay alguien responsable aparte de los propios «botelloneros»?
-No. Hay temas en los que hacer demagogia es muy fácil, pero debemos ser responsables. Es muy complicado gestionar estos macroencuentros que, de un tiempo a esta parte, se organizan a través de redes sociales. El control de los botellones es una competencia municipal, y las administraciones somos muy conscientes de lo complicado que es evitar las aglomeraciones. De hecho, Delegación de Gobierno, aunque no es su competencia, se ha coordinado con el Ayuntamiento para facilitar esos dispositivos de Policía Nacional que ayudan a la Municipal. Pero los botellones son un problema más de fondo. Además de la pandemia, que ha provocado que toda una generación salga de una manera muy explosiva y sin control, hay algo que nos tiene que generar una reflexión profunda: estamos llamando «jóvenes» a niños. Niños de 14 años que se van a un parque a beber y a caer en comas etílicos. Es un problema social que tenemos que abordar. Y no solo de ellos. Hay que hacer mucha pedagogía. Y hay que hablar. Y dar más alternativas de ocio.
-El Ayuntamiento reclama más policías, pero la tasa de reposición no permite subir más de los 5.600 efectivos. ¿Madrid necesita más agentes?
-Claro que sí. En todo caso, la tasa de reposición la implantó el PP en el Gobierno. Cuando estábamos en la oposición con Carmena lo pedimos. Y en este mandato lo hemos vuelto a pedir. Estoy convencida de que el Gobierno lo tendrá en cuenta en los próximos presupuestos. Ahora bien: queremos contratar a más policías, pero que no se le olvide al Ayuntamiento que acumula retrasos de los pagos desde enero: una media de 6.000 euros por agente. Si no pagan a la Policía que tenemos ahora, ¿cómo van a hacerlo si aumentan la plantilla? Es algo que me encantaría que me explicara el Ayuntamiento.
-¿Le parece buena iniciativa, por parte del Gobierno central, el sacar instituciones radicadas en Madrid y llevarlas a otras ciudades?
-No me parece mala. Ni ahora, ni cuando lo planteó Rajoy en su momento, cuando quería llevar, directamente, el Senado a Cataluña. Y nadie se llevó las manos a la cabeza. No me parece mal dar visibilidad a otras zonas de España. No tiene por qué ser malo. Se va a hablar con todas las Comunidades Autónomas y se van a tener en cuenta sus distintas sensibilidades. Se está hablando incluso de la creación de nuevos organismos. Y, , en cualquier caso, se hablaría con los sindicatos para tener en cuenta a los trabajadores y funcionarios. Es un plan que se ha puesto sobre la mesa para que todos los grupos políticos y agentes sociales podamos opinar y construir. El problema es que estamos ante una derecha con la que es muy difícil dialogar. No se puede hacer un debate sosegado. A veces se echa de menos a ese PP con el que, siendo liberal y estando en las antípodas de mi ideología, podías hablar, construir y mejorar lo que había. Ese PP ni está ni se le espera. Se han echado al monte y deberían pensar en volver.
-¿El Ayuntamiento tiene motivos para quejarse del trato de Sánchez a Madrid o cree que sobreactúa?
-Eso me hace gracia. El Gobierno de España está constantemente ayudando al Ayuntamiento de Madrid. Véase con Filomena, por ejemplo, que es competencia únicamente municipal. El único momento en que Almeida supo estar a la altura (y reconozco que estuvo a la altura, porque es un tipo muy inteligente y sabe lo que tiene que hacer) fue con la pandemia. Un momento en el que no tenía ninguna competencia. La propia Ayuso se lo dijo: es muy fácil quedar bien como alcalde cuando no tienes nada que hacer. Pero con Filomena se demostró la verdadera capacidad de gestión que tiene Almeida. Su problema es el caramelo envenenado de hacerle portavoz nacional. En ese momento se olvidó de ser alcalde. Y habría sido un gran alcalde, en las antípodas de mi ideología. Ahora solo utiliza el Ayuntamiento para los fines de Casado, que es atacar constantemente al Gobierno central en una política de desgaste, que es lo único que sabe hacer el PP cuando está en la oposición.
-Si Almeida estuviera aquí, le recordaría que aún no han visto un solo euro por Filomena...
-Sé que me lo diría. Él trabaja en la Administración y sabe que esos procesos no son tan cortos. También le diría a Almeida que hay muchas entidades que aún están esperando la subvención del año pasado.
-¿Qué considera que haya hecho mal el PSOE en la ciudad para que no esté ni entre los tres partidos más votados?
-Soy consciente de que algo estamos haciendo mal. Los resultados electorales nos lo dicen cada cuatro años. No reconocerlo sería hacerle un flaco favor al partido socialista en Madrid. Creo que perdimos la capacidad de hablar para las mayorías, de hablar un lenguaje que entienda la gente, y de ser la referencia, de ser ese político al que le puedes contar lo que te pasa y que sabes que no te va a olvidar y que te aportará alguna solución. El PSOE siempre ha sido eso. Siempre hemos sido un partido con vocación para gobernar y un partido con soluciones. Tenemos una idea clara de lo que tiene que ser Madrid. Y sabemos cómo hacerlo. Pero es verdad que hemos perdido la capacidad de estar con la gente a pie de calle.
-Las elecciones al PSOE de Madrid se celebran el próximo 23 de octubre. ¿Lobato o Ayala?
-Yo, Lobato. Le conozco desde hace muchos años. He tenido la oportunidad de trabajar con él. El haber compartido muchas horas de trabajo me aporta una garantía personal. Pero creo que los dos candidatos tienen muy identificado el problema del PSOE en Madrid. Gane quien gane, vamos a estar en muy buenas manos. Son perfiles que han gestionado sus ciudades, que saben lo que es la gestión municipal, y tienen ese ADN muy interiorizado. Pero como hay que elegir a uno, yo me quedo con Lobato.
-La pregunta inevitable: ¿le gustaría ser alcaldesa de los madrileños?
-¿A quién no le gustaría? Sería un honor. Pero ahora mismo no estoy en eso. Soy del Atleti. Y ahora voy partido a partido. Hay mucho trabajo que hacer antes en estos 20 meses previos a las elecciones.
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