Madrid
Encender la luz del Ateneo de Madrid
¿De quién es el Ateneo de Madrid? El Ateneo se maneja con criterios estrictamente democráticos y elige cada año a la mitad de su Junta de Gobierno
Hemos leído con estupefacción el artículo escrito por nuestro consocio Francisco Alonso, en estas mismas páginas el sábado pasado. Porque sus palabras no representan el sentimiento esperanzado de la mayoría de socios del Ateneo de Madrid que estamos detrás del proyecto de renovación encabezado por un grupo de socios nuevos y veteranos (quienes encabezamos este texto llevamos más de tres décadas en la Institución), queremos que la luz de la razón, del libre pensamiento y de la excelencia en las ciencias, las letras y las artes vuelva a lucir como en sus mejores tiempos. Ese grupo se llama – nos llamamos – “1820″, en homenaje a nuestros doscientos años de historia.
Basta con leer las primeras frases del artículo para comprender la razón de nuestra contestación : “un grupo organizado pretende apoderarse de lo que no es suyo”. ¿De quién es el Ateneo de Madrid? El Ateneo se maneja con criterios estrictamente democráticos y elige cada año a la mitad de su Junta de Gobierno. Es de sus socios. De todos. No solo de los veinte o treinta que en los últimos años, aprovechando la inestabilidad, la decadencia y el desgobierno, hicieron de la más ilustre institución privada de la reciente historia de España, un reducto decadente de peleas intestinas, una casa acuciada por las deudas, un lugar para la mediocridad. El resultado de esa decadencia fue la reducción del número de socios de los 6.000 de los años ochenta a los 2.000 actuales. Un agujero económico de unos dos millones de euros. Unas reuniones mensuales en las que apenas participaban treinta socios. Una irrelevancia creciente de la que fue casa de Unamuno, de Galdós, de Emilia Pardo Bazán, de Valle Inclán o de Ortega. Incluso en el Franquismo, la Docta Casa fue capaz de mantener una cierta libertad de pensamiento y de creatividad, aunque se suprimiera la elección democrática de sus órganos de Gobierno.
Pues bien, esos 2.000 socios, con una mayoría abrumadora, nos unimos al Grupo 1820 para abordar los cambios imprescindibles. Se trata de un grupo completamente transversal de socios – algunos intelectuales, artistas y científicos, políticos y profesionales liberales, muchos anónimos – unidos solo por el deseo de devolver la luz a una institución clave de nuestra historia. Transversal, plural, altruista, intergeneracional.
El resto del artículo son insultos, etiquetas y mentiras o medias verdades que nada tienen que ver con el espíritu abierto y crítico de los ateneístas, y que parecen el último recurso de los reaccionarios. Nada que ver con la inspiración de nuestra Casa en sus momentos más brillantes, cuando la poblaron todos y cada uno de los premios Nobel de España y una buena nómina de las personalidades más ilustres de la España del siglo XIX y principios del XX.
Hoy martes están convocadas elecciones a las mesas de secciones. Para nosotros, socios veteranos y nuevos del Ateneo incorporados al proyecto del Grupo 1820, es un hito en la recuperación del Ateneo que nuestras elecciones vuelvan a recoger el debate, por zafio que algunos, como Alonso, quieran hacerlo. Hacía muchos años que los medios de comunicación no se hacían tanto eco de la vida ateneísta.
Las secciones del Ateneo son una parte importante de la estructura del Ateneo. La parte más directamente ligada a la programación. Por eso son importantes estas elecciones. Y, por eso, llamamos a todos los socios a continuar apostando por el futuro y a votar a las candidaturas del Grupo 1820. Como ha acreditado en los cuatro meses que viene gobernando la Docta Casa, el Grupo 1820 ha incrementado el nivel de las actividades, está generando equilibrio presupuestario, está profesionalizando la gestión y prepara el Ateneo para la era digital. El Ateneo se vuelve a abrir a Madrid y España, atrayendo a sus salas al mejor talento nacional e internacional y a también a los talentos más jóvenes.
El Grupo 1820 reivindica el espíritu de las luces. Unas luces que se habían ido apagando en nuestro querido Ateneo de Madrid y que el Grupo 1820 ha vuelto a encender.
Nuestra llamada no es solo a los actuales socios del Ateneo. Lo es también a la ciudadanía de Madrid y del resto del país, que quiera participar del precioso proyecto de revitalizar nuestro querido Ateneo de Madrid. Sin dogmas, sin insultos, sin mentiras, sin odios, con el espíritu genuinamente liberal que inspiró nuestros mejores tiempos. Todos son bienvenidos a esa misión.
Carlos Mendoza Bullón (Vicepresidente Primero del Ateneo 1992-1994 y Vicepresidente Segundo 1987-1989), Pedro López Arriba (Vicepresidente Primero del Ateneo 2012-2016) y cincuenta socios más.
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