Urbanismo
Así lucirá el “nuevo” Palacio de la Prensa de Madrid como foco cultural de la Gran Vía
El proyecto reestructurará los locales y rehabilitará la fachada. Recuperará su espíritu de 1924 para lograr que el edificio esté mejor conectado con el entorno urbano
Es difícil encontrar una mejor ubicación que la del Palacio de la Prensa, en plena Gran Vía –en su número 46– y frente a la plaza de Callao, para un edificio que aspira a convertirse en el nuevo foco cultural del centro de la capital. El Ayuntamiento de Madrid, desde luego, tiene claro que así tiene que ser y, con este objetivo, aprobó en el Pleno de Cibeles el Plan Especial que permitirá su rehabilitación.
La reforma no afectará al conjunto del inmueble. Únicamente lo hará sobre el 25% de su superficie. Pero el cambio se dejará notar, especialmente porque el espíritu de la reforma es el de actualizar su uso al que la sociedad madrileña demanda en estos momentos de un espacio como éste. Tal y como recoge la memoria de este expediente urbanístico, su actual configuración no era viable desde el punto de vista económico. Especialmente por el nulo rendimiento tanto de la gran sala de cine como de las dos más pequeñas. Un dato ilustra esta circunstancia: la ocupación en el último año no superado la barrera del 6%.
El plan concierne a los dos locales de la parte trasera del palacio. Implica un aumento del aforo: pasará de las 1.361 personas actuales –entre los dos locales– hasta las 2.455 que tendrá. El primer local ocupará las plantas bajo rasante, baja y primera y tendrá como actividad la de espectáculos públicos, actividades recreativas, establecimientos, locales e instalaciones de ocio. Sobre este primer local, se proyecta el nuevo cine. El segundo local, por su parte, estará repartido entre la planta segunda y en diversas superficies repartidas tanto en planta baja como en planta primera y entreplantas. Su actividad será la de «Espectáculos Públicos-Cine». El objetivo es potenciar estos locales como cine, teatro y espacio polivalente.
Fachada, chaflán y arquerías
Aunque no sólo el exterior del Palacio de la Prensa estrenará cara, ya que la rehabilitación llevará necesariamente aparejada la recuperación de la fachada en la zona objeto del Plan Especial. En este sentido, la intervención más significativa afectará a las arquerías situadas en planta baja en las calles Miguel Moya y Tudescos. También se concretará la recuperación del chaflán que conforman ambas calles. Las arquerías de estas vías están actualmente tapiadas y el proyecto de reforma plantea la recuperación de su estética. Volverán a ser los grandes arcos originales y, al eliminar el actual efecto barrera, conectarán el propio palacio con el entorno urbano. Se eliminarán de esta manera «los impactos negativos que las sucesivas actuaciones sufridas por los locales a lo largo de su historia han tenido en este tramo la fachada», tal y como recoge la memoria del proyecto.
Esta intervención devuelve al Palacio de la Prensa al que fue su espíritu original y, además, constituye una enmienda al proyecto del arquitecto Enrique López Izquierdo, que transformó este espacio en un inmenso cinematógrafo y una sala de fiestas. Ese proyecto está fechado en 1941: trasladó el patio de butacas a la planta baja del edificio. Se eliminaron sus pilares y la antigua planta de platea se quedó como entresuelo; el antiguo entresuelo, a su vez, como principal. Fue demolido el forjado de planta primera y quedó desplazado el patio de butacas varios metros más abajo, donde se encontraban los antiguos locales, entre otros el Gran Café. El resultado fue un cine enorme, con un un patio de butacas en cuesta arriba. Aunque no existen datos exactos del aforo que se consiguió gracias a esta reforma, algunos documentos encontrados hablan de una capacidad que varía entre 1.800 y 2.500 localidades.
Así permaneció hasta que fue alumbrado un nuevo proyecto de reforma en 1989. Nació entonces el «Cine de la Prensa». Se cerró para transformarse en tres salas, utilizando el hueco del patio de butacas para una de ellas (la más grande con 581 localidades) y el entresuelo para otras dos, simétricas, con 204 y 202 localidades respectivamente.
“Los grandes cinematógrafos que no volverán”
Ambas reformas, según los redactores de la memoria del proyecto, se llevaron a cabo en un tiempo «de gran éxito de los cinematógrafos, tiempos éstos que sin duda no volverán». Ahora, la rehabilitación busca actualizar los usos y el reparto de la superficie de manera que quede garantizada su sostenibilidad económica, al tiempo que se mantiene su carácter histórico y se potencia su papel como foco de cultura y vitalidad económica en el corazón de la Gran Vía.
Según informó el consistorio, la actuación, elevada al Pleno por el Área de Desarrollo Urbano que dirige Mariano Fuentes, tiene un doble objetivo: por un lado, establecer las obras que se pueden llevar a cabo para la reforma, que busca recuperar la morfología original del edificio, en cumplimiento con lo que marca el Plan General de Ordenación Urbana y su declaración como Bien de Interés Patrimonial (BIP) y, por otro lado, estudiar, valorar y controlar la incidencia sobre el medioambiente por el incremento de aforo. Esta intervención conlleva también un beneficio para el entorno, ya que mejora el aspecto general de un bien que se encuentra degradado. El Palacio de la Prensa está incluido en el Catálogo de Edificios Protegidos con nivel 2.
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