Tabernarios
Oter, un puerto de mar y de tapeo en el barrio de Salamanca de Madrid
En esta barra es temporada de angulas, recién llegadas del Miño. Buena calidad-precio del pescado y marisco
Cualquier espacio con el sello del mítico Grupo Oter es una apuesta segura. Hoy escogemos Oter, un local acogedor y apetecible a cualquier hora, situado en el número 71 de la calle Claudio Coello, en pleno corazón del Barrio de Salamanca. Hace años ya asistimos al espectacular cambio de imagen del emblemático Oter Epicure, que dio lugar a este establecimiento renovado al que siempre apetece entrar. Sí, al fondo cuenta con un comedor como Dios manda en el que disfrutar sin prisa de un almuerzo o una cena, pero nosotros nos quedamos justo en la entrada, cuya zona informal y divertida invita a dar rienda suelta a un tapeo para saborear con una copa de vino o una caña de barril.
Oter. Dónde Claudio Coello 71. Teléfono 91 431 67 70. oterepicure.com
Echamos un vistazo a las sugerencias y en un segundo diseñamos un festín. Para abrir boca, una gamba roja de Dénia por barba, 18,50 euros los 100 gramos. La selección de joyas marinas también anuncia el carpaccio de gamba blanca con vinagreta de pimienta rosa (21,00) y ésta en todo su esplendor. En esta casa, a diario el comensal encuentra varias sugerencias con una calidad-precio imbatible, que acompañan a unas recetas alimentadas por los productos de temporada al los que el cocinero imprime un toque muy personal. Pero sigamos poniendo sobre la mesa la muestra de que Madrid es el mejor puerto de mar, porque, ¡menudo placer disfrutar en pleno meollo capitalino el carabinero de Isla Cristina a la plancha o al horno (140 euros) y las almejas de concha fina a la sartén! (29,50). Además, nos encontramos en plena temporada de la angula, procedente de la desembocadura del Miño, una de las principales zonas de captura de esta especie, que aquí recomiendan disfrutar con un Organistrum, un albariño de la D.O Rías Baixas, con seis meses en barrica de roble francés. Más caprichos del mar para pedir en la pequeña barra de la entrada: las anchoas del Cantábrico 00 con tomate y los huevos rotos con piperrada y laminado de bacalao confitado.
Oter es uno de los 25 restaurantes del citado grupo familiar, fundado por Gerardo Oter en 1972, quien cuenta cómo comenzó su andadura como tabernero y por qué se trasladó de Guadalajara, su tierra natal, a Madrid con 18 años recién cumplidos: «Después de conocer varios oficios, que no me convencieron, entré por casualidad como aprendiz en el restaurante Valentín. Luego, tuve la oportunidad de trabajar en Corinto, la mejor marisquería de la época. Y fue ahí donde descubrí el fascinante mundo de los pescados y mariscos». Constancia es la palabra que emplea con asiduidad al preguntarle sobre la fórmula magistral, que ha resuelto para inaugurar con éxito en Madrid 25 establecimientos. Entre ellos, esta taberna del siglo XXI con capacidad para satisfacer el hambre de todo amante de la buena mesa que cruza el umbral.
No importa si eres de la zona o si andas de compras por el barrio de Salamanca y entras a reponer fuerzas. Porque aquí puedes pedir unas rabas de calamares de potera, unas croquetas o una muy buena selección de quesos afinados con confitura de higos y frutos secos en el caso de que la idea sea picotear o rendirse ante uno de los platos clásicos, como es el tostón de cochinillo asado en su jugo con ravioli de piña o ante un señor lenguado de estero a la parrilla con su piel. Buena selección de vinos por copas. Y, observen la carta. En este caso, el festín lo saboreamos «in situ» y nuestro fue el Pazo de Señorans, un albariño con 36 meses en depósito sobre lías, pero en el caso de que opten por un «take away», incluso el vino también se puede adquirir. Idea diez.
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