Todo sobre la cultura yuppie, antecesora de los muppies (millennial + yuppie)

La Sala Arte Joven de la Comunidad de Madrid presenta la exposición yupi, uno de los proyectos ganadores de la XIII edición de la convocatoria “Se busca comisario”, que apuesta por nuevos modelos curatoriales, facilitando el acceso al mundo profesional de jóvenes comisarios. Podrá visitarse hasta el 2 de mayo, con entrada gratuita. La muestra, comisariada por Ignacio González Olmedo, Juanjo Aguilar Orellana y Laura Berros Pradas, parte del movimiento yuppie para reflexionar sobre la cuestión generacional y el actual contexto mutable, a través de la obra de diferentes artistas.

El nombre de la exposición, derivado del término yuppie, alude a una corriente social que legó un horizonte vital atravesado por la productividad, el afán de éxito, la estética y los autocuidados. La posición de bonanza económica de la que partía permitió celebrar la individualidad desde el refugio y el anonimato que proporcionaban los cubículos de oficina. La generación millenial ha acelerado esta tendencia, que oscila entre la individuación y el narcisismo, provocando que los muppies (millennial + yuppie) se vean abocados a un contexto hostil, en el que la salud mental y física se resienten.

El proyecto expositivo se materializa a través de obras instalativas, talleres, performances, la identidad visual y un manual impreso. María Alcaide y Ana Esteve Reig contextualizan el proyecto generando un espacio-oficina donde conviven el espíritu yuppie y muppie. Ante esto, la instalación sonora de la artista Julia Varela marca un primer gesto de liberación y desconcierto a través de la risa. Esta inquietud derivada de las mecánicas productivas de la sociedad del bienestar conduce a la necesidad del autocuidado.

La instalación de Irati Inoriza y el taller de Maque Pereyra se presentan como formas de cuidado físico partiendo de prácticas como el yoga o el fitness. En el plano espiritual, las obras de An Wei y Ampparito recrean un entorno propicio para la introspección y la meditación, sirviéndose de las ideas de retiro espiritual y jardín. En estas coordenadas, el concierto de José Venditti también alude al cuidado personal a través de la relación con las plantas. Ante la sobreestimulación contemporánea, las obras de Aida Salán Sierra y Antonio Ferreira buscan la relajación de los sentidos a través de lo háptico, lo gestual y el ASMR. Cuando todas estas prácticas fallan, los artistas buscan soluciones en lo esotérico, de manera que las actividades de Clara Ars Mágica, LOCUS* y Raisa Maudit usan respectivamente el tarot, los amuletos y la lectura astrológica como herramientas de conocimiento personal y colectivo.

El diseño de la gráfica y las publicaciones, a cargo de Javier Unknos, recuperan la estética wellness y desarrollan el papel activo del visitante. Así, en el manual, las obras de las artistas encuentran un espacio donde expandirse a través de propuestas interactivas, e incluye la participación de Alfredo Aracil y el colectivo Vanta Fido.