Golpe policial
Desmantelada una “macrofábrica” clandestina de cigarrillos que podía producir 57.000 cajetillas al día
La organización, asentada también en Zaragoza y Guadalajara, tenía un almacén en Humanes
Agentes de la Policía Nacional han desmantelado una “macrofábrica” clandestina de cigarrillos con capacidad para producir 57.600 cajetillas al día, una operación que se ha saldado con 20 detenidos.
La organización disponía de cuatro naves industriales; una de ellas, localizada en Zaragoza que operaba como centro de producción, mientras que las otras tres -ubicadas en Zaragoza, Guadalajara y Madrid- eran empleadas como naves de seguridad.
Contaban con la maquinaria necesaria para llevar a cabo las dos fases completas de una fábrica de tabaco, desde que se recibe la hoja hasta que salen los master o cajones dispuestos en palés para su venta.
Los agentes han detenido a 20 personas, desmantelando así una organización criminal perfectamente organizada y jerarquizada, y fruto de los registros realizados han intervenido numeroso material capaz de producir 2.000.000 de cajetillas de cigarrillos.
Las pesquisas se iniciaron gracias al intercambio de información entre la Policía Nacional y las autoridades policiales de Bulgaria. Los agentes tuvieron conocimiento de la existencia en España de una organización criminal, liderada por ciudadanos búlgaros y presuntamente dedicada al contrabando de mercancías prohibidas.
Una nave como centro de producción y otras de almacenes
Las naves se encontraban ubicadas en polígonos industriales con gran actividad empresarial, lo que favorecía que sus actividades ilícitas pasaran inadvertidas.
Con el avance de la investigación, los agentes detectaron el primero de los cuatro espacios. Se trataba de una nave industrial de grandes dimensiones -ubicada en un polígono industrial de Zaragoza- que el entramado utilizaba como centro de producción de grandes cantidades de cajetillas de tabaco.
Estaba perfectamente acondicionada y disponía de numerosa maquinaria especializada así como de diferentes espacios de producción. Además, la organización contaba con otra nave en la misma ciudad, pero en un polígono industrial distinto, empleada para hacer los trasvases de las cajetillas de tabaco ya elaboradas a furgonetas para su posterior distribución.
Esta segunda nave era utilizada como un espacio de seguridad donde dejaban “enfriar” la mercancía hasta poder garantizar su distribución con seguridad, evitando que se pudiera establecer cualquier relación entre el lugar desde el que se pretendía distribuir el material y el centro de producción.
Por otra parte, el entramado tenía arrendada otra nave en Guadalajara al objeto de ocultar los vehículos encargados de llevar a cabo la distribución. En su interior disponían de un remolque de grandes dimensiones así como de seis lanchas semirrígidas con envoltorios de restos de hachís.
Por último, en un polígono industrial de Humanes (Madrid) contaban con un espacio destinado a recibir toda la materia prima. La existencia de esta última nave aumentaba la seguridad y salvaguardaba el centro de producción, que es donde se enviaba el material, no sin antes adoptar múltiples y diversas medidas de seguridad.
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