Dos de mayo

Ayuso exhibe su proyecto político como ejemplo de la España del futuro

Critica el ego de los gobernantes que “se creen en posesión de una verdad indiscutible”

Algunos de los que acudieron hoy Real Casa de Correos para la celebración de la fiesta del Dos de Mayo creyeron estar reviviendo la época dorada de Esperanza Aguirre en su momento de mayor cuota de poder, que ayer asistía, junto a otros cuatro ex presidentes autonómicos, a uno de los mejores momentos de Isabel Díaz Ayuso. Solo que con otra puesta en escena más sofisticada en un acto institucional como es el de la celebración de la Fiesta de la Comunidad de Madrid.

Con unas encuestas más que favorables que le hacen rozar la mayoría absoluta y en plena campaña electoral a la presidencia de la Comunidad de Madrid, con un camino despejado para que pueda coronarse como presidenta del PP madrileño el 21 de mayo, después de la profunda crisis interna que ha atravesado el partido, Isabel Díaz Ayuso, ensalzó su proyecto político como referente de la “España con ganas”, un ejemplo de política seguir que ahonda en su idea de que si a Madrid le va bien, al resto de España también. “Para este gran proyecto de la España de la nueva mirada, la España con ganas, Madrid es el gran proyecto de futuro”, sentencio en un discurso en el que llegó a nombrar hasta 25 veces la palabra “España”.

Ayuso hace tiempo que viene esculpiendo un perfil político que supera lo estrictamente local con un discurso que cala en todas partes del país, como se ha evidenciado en todos los puntos de la geografía española que ha recorrido, donde genera simpatía y admiración. Paralelamente se ha forjado un perfil internacional que completan ese perfil y que la colocan en la mejor de las posiciones de cara a al congreso que celebrará el partido en Madrid los próximos días 20 y 21 de mayo.

Su intervención por el Día de la Comunidad se convirtió casi en una oda a la Comunidad, con críticas veladas al presidente del Gobierno y en confrontación con “el ego y los miedos del gobernante, que se cree en posesión de una verdad indiscutible y sin fisuras” y, sin embargo, son el origen de “la autocracia y el terror”, dijo en referencia a Pedro Sánchez.

“Madrid es la España necesaria: la España de todos. La que los ciudadanos ansiamos por encima de exclusiones, divisiones, enfrentamientos (…) No se ahoga en identidades (…) La España que se niega a la confrontación ideológica en la Educación, en la familia, entre sexos, que no fabrica clases sociales (…) La España que coloca al gobernante a ras de tierra y le compromete con el conjunto de los españoles (…) La España de la libertad, de las personas, de la vedad, de la gestión eficaz”. Puso a Madrid como “ejemplo de tolerancia, pluralidad, solidaridad y de sociedad abierta y respetuosa”, dijo reivindicando a la Comunidad.

Dejó claro que el compromiso y el reto ahora es “superar las enfermedades del pasado”, aunque también advirtió que no perderá el tiempo en “batallas estériles o confrontaciones absurdas”.

Poco antes, el presidente de los populares, Alberto Núñez Feijóo, recalcaba que El objetivo de la Comunidad de Madrid era “abrir una nueva etapa de ilusión, de igualdad, que iba encaminada a bajar la tensión y la crispación en la política española. Estoy convencido de que se hará una buena campaña”.

Un apoyo sin fisuras fue el que mostró el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, cuando fue preguntado por el próximo congreso del PP: ”Quiero un PP liderado por la presidenta, que tiene que estar en la calle, pandillero, callejero”, dijo parafraseándola. Almeida quiso transmitir un mensaje de unidad partiendo de la idea de que solo falta un año para las próximas elecciones de 2023.

La misma que trasladó la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, después de la crisis vivida en el Consistorio con el caso del supuesto espionaje a la presidenta y la “caso mascarillas” al asegurar que: “El Ayuntamiento está funcionando y tenemos uno de los mejores gobiernos que está trabajando a favor de la ciudadanía”.

Quien no quiso pasar por alto el caso mascarillas fue la portavoz de Más Madrid, Mónica García, quien recordó que “los invasores de ayer” son “los comisionistas de hoy”. “Recordamos el Dos de Mayo a los madrileños valientes que pusieron la solidaridad y el compromiso encima de la mesa frente a unos invasores. Hoy esa corte está podrida. Los invasores de ayer son los fondos buitres de hoy y los comisionistas. Tenemos una corte que no es capaz de seguir el compromiso con los madrileños”.

El secretario general del PSOE-M, Juan Lobato, acudió a la Real Casa de Correos defendiendo una tarea que acometer y un gran acuerdo que alcanzar: la reforma del Estatuto de Autonomía de la Comunidad de Madrid que blinde los servicios públicos y garantice los derechos de la ciudadanía. Por eso apeló a la presidenta regional para que planteara cambios en el texto “pensando en las futuras generaciones y no en las próximas elecciones” después de 30 años con el mismo texto que la Comunidad no ha modificado, a diferencia de lo ocurrido en otras Comunidades.

Más crítica fue la portavoz de Unidas Podemos en la Asamblea de Madrid, Carolina Alonso, quien lamentó que la presidenta regional haya convertido la región “en el epicentro de la corrupción, tanto en el Ayuntamiento como en la Comunidad. Ha dejado unos servicios públicos mucho más debilitados en este último año y recortes en sanidad, educación y transporte público. No ha puesto ninguna medida encima de la mesa para paliar los efectos de la crisis”.

Quien sí acudió esta vez a la fiesta de la Comunidad de Madrid fue un miembro del Gobierno, más allá de la tradicional asistencia del delegado del Gobierno. En esta ocasión fue el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, quien trasladó el “compromiso” del Ejecutivo de Pedro Sánchez para con el Gobierno de la región madrileña y recalcó que desde el Gobierno central se ha invertido un 42 % más que los cuatro años anteriores que, a su juicio, supone una “apuesta inequívoca” con la región.

“Si me han espiado mejor que no me lo cuenten”

Sin miedo a la Covid-19. Esa parecía ser la sensación generalizada en la Real Casa de Correos en un día festivo como el de la Comunidad de Madrid. Había más de 700 invitados, pero contadas mascarillas. Era el primer acto protocolario de estas características que se celebraba a nivel nacional en versión prepandemia y había más ganas que nunca de volver a la «normalidad». «La covid se ha quedado en un simple catarro y ¿qué está pasando en China? ¿Por qué están creciendo los casos? Porque las vacunas chinas tienen muy poca protección, menos que las europeas», comentaban en los corrillos que se formaron en la Real Casa de Correos.
En Sol se hablaba básicamente de dos cosas: de las encuestas que habían sido publicadas y dejaban bien parada a la presidenta de la Comunidad de Madrid, después de la profunda crisis que había vivido el partido, y sobre todo, del supuesto espionaje con Pegasus a Sánchez y Margarita Robles del que no quedaba ya libre ningún político.
Sobre el primero de los asuntos, los populares se congratulaban de los resultados que vaticinan las encuestas cuando aún queda un año para que se celebren las próximas elecciones. Hacían sus cuentas y daban por desaparecido a Unidas Podemos del panorama político madrileño. Auguraban que los votantes de la izquierda optasen por el «voto útil» y se concentrase en PSOE y Más Madrid, a la par que dudaban del futuro político del socialista Juan Lobato. Hacían sus cábalas y uno de los escenarios que barajaban es que el actual portavoz del PSOE no llegara a ser el candidato a los próximos comicios autonómicos o bien que los socialistas optaran por apostar por él para no quemar a otros perfiles políticos que ahora están en el Gobierno de la nación al dar por perdido el Gobierno de la Comunidad de Madrid con una rival de la talla de Isabel Díaz Ayuso.
Lo que generó numerosas conversaciones fue el espionaje con Pegasus. Después de la rueda de Prensa en Moncloa, el Ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, aterrizó en la Puerta del Sol, acompañada por la Delegada del Gobierno, pero no quiso ofrecer más explicaciones que las que había dado unas horas antes. Los populares tampoco quisieron entrar en el asunto y darle más importancia de la debida en un acto institucional como el que se celebraba ayer. «Probablemente sea una casualidad, pero en pleno debate con los independentistas y de la estabilidad del Gobierno, no deja de ser una casualidad política no menor», dijo Núñez Feijóo. La presidenta de la Comunidad, vestida con un modelo rosa chicle de Vicky Martín Berrocal, la misma diseñadora que eligió para la anterior fiesta del Dos de Mayo, dejó claro en una entrevista a Telemadrid que «no existen las casualidades». Luego, en una conversación informal, bromeó sobre el asunto con los periodistas: «Si me han espiado, mejor que no me lo cuenten».