Entrevista
Ana Dávila: «El escudo social de Sánchez y Podemos es un engaño»
La consejera madrileña de Familia, Juventud y Asuntos sociales cree que «tenemos más pobreza desde que está el Gobierno de Pedro Sánchez, solo hay que ir al supermercado»
Psicóloga de profesión, conoce también muy bien las tripas de la Administración madrileña. Vivió muy de cerca la gestión sanitaria que se hizo del covid. Entonces «se hizo todo lo humanamente posible», dice. Ahora, al frente de la Consejería de Familia, Juventud y Asuntos Sociales tiene tres retos sobre la mesa: convertir Madrid en la mejor región de la UE para formar una familia, conseguir que ninguna mujer renuncie a ser madre ayudándola a salvar obstáculos y lograr una tasa de soledad cero.
En una consejería como la suya verá situaciones muy dramáticas...
Hay casos delicados cada día, pero vengo de un ámbito en el que he vivido profesionalmente muy cerca del sufrimiento. Es verdad que a eso ahora le añades que tienes una responsabilidad en la gestión de esas circunstancias y tienes que tomar decisiones que afecten de la mejor manera a las personas que están viviendo una situación de vulnerabilidad. Eso te afecta, pero siempre buscas la mejor manera de que esas personas dejen de sufrir. Como psicóloga que soy, al final pienso que todo el mundo se puede recuperar del malestar.
En lo que respecta al cuidado de los mayores, va a regular la figura del asistente personal. ¿En qué va a consistir exactamente?
Queremos poner en marcha el «modelo Madrid» de atención social para personas mayores y con discapacidad para que elijan donde quieren desarrollar su vida, si en un centro nuestro o concertado o en su hogar, con todos los apoyos que necesiten. Esos apoyos pueden ser más horas de servicio a domicilio o a través de la teleasistencia avanzada, que tiene más impacto en la prevención de caídas, de incendios o de situaciones que puedan estar pasando y que antes no se detectaban. En este marco queremos desarrollar más la figura del asistente personal, que ayuda a las personas a tomar decisiones de lo que quiere hacer en su vida. No es solo una persona que atiende necesidades, sino que también acompaña. También bajo el «modelo Madrid» está englobada la mejora de la calidad de todas las prestaciones. Estamos mejorando mucho nuestros servicios y aumentando los estándares de calidad de nuestros centros. Hemos creado comités de familias y residentes que nos dicen cuáles son sus demandas y cómo les gustaría que les atendiésemos mejor.
Hablando de calidad, en el pleno de la Asamblea de ayer, Más Madrid hablaba de que se daba «comida basura» en las residencias y de que había personas que habían perdido hasta 14 kilos. ¿Hay que preocuparse por la atención que están recibiendo los mayores en las residencias?
Nadie dudaría de los profesionales que están cuidando de las personas mayores, pero es verdad que, en alguna ocasión, suceden cosas como las que me pueden pasar en mi domicilio, como que haga un pedido y que las cosas no lleguen bien. En un caso así, se abre una incidencia. Pero en este punto tengo que decir que cada vez se abren menos porque las inspecciones y los indicadores de calidad implican más exigencia. No se da de comer a nadie comida podrida. La oposición habla porque tiene que hacer oposición, pero no lo entendemos en el caso de los que son profesionales del ámbito sociosanitario. Saben que un porcentaje muy grande de las personas que atendemos en los centros residenciales tienen demencias o trastornos de conducta. Hay que tener en cuenta también esas características que se producen en algunas personas y que no están asociadas a la falta de cuidado.
¿Y por qué cree que la oposición sigue hablando de los «protocolos de la vergüenza» que hubo durante el covid?
Desgraciadamente tiene que ver con lo que ha dicho la presidenta. Y es que lo que no han conseguido hacer en las urnas, lo están intentando lograr a través de estos mensajes. Es muy triste que sigamos utilizando el dolor de las personas, después de que todas estas denuncias se hayan archivado en más de 20 ocasiones. Es una consecuencia de trabajar en la política, pero a veces es demasiado duro.
¿La Ley de Familia que va a poner en marcha la Comunidad de Madrid está pensada para neutralizar la de la ministra Belarra, como ocurre en otros ámbitos?
La ley de Belarra es ampliamente anticonstitucional, invade competencias de las comunidades autónomas y manda hacer ciertas cosas sin que haya acuerdo por parte de las autonomías. Es más, muchas veces ha habido manifiesto desacuerdo. A eso se añade que se nos impone que gestionemos cosas para las que no nos dan financiación. Nuestra ley de familia no es una ley política, como es la de Belarra. Pretende proteger el papel de la familia como eje fundamental del desarrollo de las personas, empezando por los niños y acabando por los abuelos. Queremos proteger la figura del abuelo como transmisor de valores a los nietos y que participen junto a los padres del proceso educativo.
También vamos a poner en marcha medidas nada políticas, como ayudar a las familias que se encuentran en situaciones más complicadas como, por ejemplo, las monoparentales o las numerosas.
¿Cuándo veremos el impacto de las políticas natalistas de la Comunidad de Madrid?
Primero tenemos que hacer un seguimiento de los datos. Hay ayudas directas a la natalidad que empezaron a funcionar el 1 de enero del año 2022, que son de 500 euros a madres menores de 30 años hasta que el bebé cumple dos años, lo que suma 14.500 euros. El impacto primero ya lo hemos visto, porque hemos tenido que ampliar el proyecto presupuestario que teníamos y, a finales de este año, calculamos que vamos a invertir cien millones de euros en estas ayudas. En algunos de los casos, seguramente hayamos ayudado mucho a esas madres. ¿Cómo afectan las ayudas a las tasas de natalidad? Pues hay que ver la serie, pero en el primer trimestre de 2023 fuimos una de las tres únicas autonomías en las que aumentó la natalidad.
Parte de su negociado también es combatir la pobreza y el INE dice que el 20,8% de los madrileños está en situación de riesgo. ¿Qué se puede hacer para superar esto?
Lo primero que tenemos que hacer es pensar como país. Lo que estamos viviendo es una situación provocada por una gestión estatal. El escudo social de Sánchez y Podemos es un engaño: ni es escudo ni es social. Por la inflación, la mitad de las familias de España no llegan a fin de mes. Por el precio de la cesta de la compra, de los alimentos, del aceite, de los huevos...Y por los gastos de suministros, como la luz o la gasolina. Por otro lado, nos han vendido un escudo social que en los Presupuestos del año que viene se congela, según hemos sabido. No se incrementa el dinero para la Sanidad, pese a que fue una promesa de Sánchez, y se reduce la partida de protección social. Eso es muy grave. Con todo, Madrid no es la que tiene la peor situación de pobreza. Está entre las tres autonomías con mejores datos. No se puede señalar a Madrid cuando la situación en España es dramática. Tenemos más pobreza desde que está el Gobierno de Pedro Sánchez, solo hay que ir al supermercado.
¿Qué cuentas pendientes tiene el Gobierno de Pedro Sánchez con Madrid en materia social?
En los consejos territoriales con el Gobierno sobre Igualdad, Infancia y Servicios Sociales las comunidades autónomas estamos intentando corregir los despropósito. En el último de Igualdad, quisieron debatir las sobre la aprobación de unas ayudas sobre víctimas de violencia sexual, que generan desigualdad con respecto a las víctimas de violencia de género. Se lo hemos advertido de todas las formas.
En la Conferencia sectorial de Infancia, quisieron aprobar como acuerdo de todas las autonomías unos protocolos en los que los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado avisen cuando un menor no está en nuestros centros de protección. Hemos pedido que en esos protocolos participe el Ministerio del Interior, pero tampoco nos han escuchado.
La Conferencia sectorial de Servicios Sociales es otro poema. Arrastran una dejación de actividad desde antes del mes de julio. Tenía que aprobarse el reparto del IRF para que las entidades pudieran recibir fondos. Han convocado para el 24 de octubre. Si no es porque Madrid autorizó para que se desembolsase esa cuantía, las entidades no hubiesen podido cobrar este año y son las que ayudan a personas en situación vulnerable. También se impuso un nuevo modelo para que las personas recibiesen un cheque por alimentos básicos, pero eso requiere que el Ministerio saque un acuerdo marco. A día de hoy no está. No da tiempo a que 500.000 personas en Madrid tengan su cheque en 2024. Eso ocurriría así, si no fuese porque desde la consejería nos hemos comprometido a que esas personas no pasen necesidad.
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