Entrevista
Carlos Díaz-Pache: "Se deben normalizar los pactos con Vox. Son alianzas naturales, no lo que ha hecho Sánchez con filoetarras"
El todavía viceconsejero de Transportes se estrena hoy en la Asamblea como portavoz popular. Lo hace con un objetivo «Hay que rebajar el tono y los ataques»
Se estrena hoy en la plaza nada fácil de Vallecas. Carlos Díaz-Pache, el nuevo jefe de la bancada popular en el parlamento regional, cerrará el turno de los portavoces de los grupos antes de que Ayuso sea investida presidenta. Pedirá a los suyos trabajo y que nadie se relaje. Como ingeniero, promete una visión distinta. Y como gallego, «moverse mucho»: «No es difícil encontrarse en todos los rincones a personas de Galicia. Hay en todas partes, hasta en la Luna».
¿Qué supone este paso en su trayectoria política?
Una gran oportunidad. Estoy muy agradecido a Isabel Díaz Ayuso por haberme propuesto para dirigir un grupo parlamentario de 70 personas. Es un honor, pero también una gran responsabilidad. Más escaños significan más confianza de los madrileños y, por tanto, más peso en la responsabilidad de responder a ese encargo que nos hacen. Esos 70 diputados se van a dejar la piel.
¿Qué aporta un ingeniero en un mundo copado de profesionales del Derecho?
Una visión distinta. En el grupo parlamentario hay perfiles muy distintos para retos muy distintos y eso es bueno, para que se parezca a la sociedad, en donde no todos son abogados del Estado. Aquí hay que hablar de digitalización y de tecnología y de cómo estas herramientas transforman la vida de las personas, y profesionales que están relacionados con el ámbito de la tecnología son imprescindibles.
Han dicho de usted que es un apagafuegos. ¿Se reconoce en la definición?
Lo que he intentado hacer es dar lo mejor de mí en cada responsabilidad que me han encargado y dejarme la piel. Como viceconsejero de Transportes, es verdad que teníamos algunos problemas como es el caso de San Fernando o las negociaciones con el taxi y las VTC. He intentado responder a esos retos. En San Fernando, creo que hemos orientado muy bien la solución definitiva para un barrio que había sufrido, y que sufre mucho todavía y merece una solución.
¿El portavoz del grupo que sostiene al Gobierno debe ser el azote de la oposición?
Lo que intentaré es llegar a acuerdos. Esa es mi voluntad. Entiendo el papel en el que queda la oposición después de una mayoría absoluta. Al margen de las discrepancias, es necesario que se rebaje el tono en la Asamblea de Madrid. El tono personal, de ataques despiadados contra las personas y se hable de proyectos, programas y propuestas y podamos defender de forma vehemente nuestras posturas, pero sin llegar a los ataques que hemos vivido en las anteriores legislaturas. Esa es una de las razones por las que ha desaparecido Podemos de la Asamblea y los grupos que estén tentados a seguir el camino de la violencia verbal y del ataque personal deberían tomar una nota.
Entiendo por lo que dice que el único partido que traspasó ciertos límites fue Podemos.
No, desde luego que no. Más Madrid los ha traspasado en algunas ocasiones. Espero que habiendo una legislatura nueva y empezando de cero, se pueda hacer la reflexión de cómo nos queremos comportar en los próximos cuatro años. Nuestra mano está tendida, pero dependerá del resto de portavoces aceptar esa mano tendida o seguir con la confrontación, y si es así, pues seguiremos con la confrontación.
¿Cree que el hecho de que el PSOE y Más Madrid estén tan igualados y se disputen el liderazgo de la oposición es una tentación para que insistan en esa radicalización?
En la campaña, el PSOE decidió tomar un perfil más institucional, recuperar ese papel de Estado. En oposición a lo que ocurre en el Gobierno de Sánchez, echado en brazos de los independentistas y filoetarras, quizás previendo el desastre, Juan Lobato tomó un perfil distinto. No le sirvió porque sigue siendo el candidato de Sánchez en la Asamblea de Madrid y eso los votantes lo han valorado, pero con ese perfil institucional que puede tener el PSOE en Madrid y sin Podemos en la Asamblea, quizás Más Madrid podría entender que no necesita de esa radicalidad, de ese ataque tan virulento para poder hacer una oposición firme.
¿La Asamblea de Madrid es mejor sin Podemos?
Sin ninguna duda, Podemos es un proyecto tóxico, totalitario y, desde luego, estamos mucho mejor sin ellos.
¿Qué peligros tiene una mayoría absoluta?
El peligro de creer que no debes escuchar, pero con un grupo de 70 diputados, muchos de ellos nuevos, hay una renovación del 50% de la lista, el encargo que nos ha hecho la presidenta es que todo el mundo esté trabajando con los oídos muy abiertos, que recorramos la Comunidad de Madrid y hablemos con los alcaldes y portavoces, con los vecinos y que no nos dejemos llevar por esa mayoría y nos relajemos. Que no entendamos esto como un premio para descansar, sino como una mayor responsabilidad.
¿Cuáles son sus sensaciones con Vox?
Dependerá de cómo aborde esta legislatura Vox en Madrid. En la pasada no apoyaron los presupuestos, no acompañaron al Gobierno de Ayuso en las reformas que había que hacer, dejaron a los madrileños sin importantes inversiones y, ahora, Rocío Monasterio tendrá que decidir si sigue ese camino o si intenta cooperar haciendo lo que debe hacer, que es poner sobre la mesa cuáles son sus propuestas para que podamos estudiar cuáles se pueden negociar y cuáles son enriquecedoras para Madrid. Si está en la colaboración, llegaremos a acuerdos, si deciden que no, no podrá ser.
¿Se deben naturalizar las coaliciones entre el PP y Vox?
Se debe normalizar cualquier debate y cualquier colaboración, salvo con aquellos que son claramente enemigos de la convivencia, de la Constitución y de España. No se debe normalizar lo que ha hecho Sánchez, que ha pasado de decir que jamás pactaría con Bildu a hacerlo a escondidas, a continuación, con luz y taquígrafos y, después, ver a su delegado del Gobierno elogiarles. Ese viaje, de estar en el Gobierno a cualquier precio aunque sea entregando partes de España a los independentistas que dieron un golpe de Estado, es el que no se debe recorrer y lleva a la destrucción del PSOE. Todo lo demás son alianzas naturales. En la Comunidad de Madrid, tenemos desde el sábado 114 Alcaldías del PP, 67 de ellas son con mayoría absoluta, pero 36 son mediante pactos con distintos partidos, unos con Vox y algunos con otras fuerzas. Eso es lo normal, lo que nos piden los madrileños. Ha pasado en toda España con todo tipo de pactos, incluso los acuerdos gratuitos que ha hecho el PP para evitar independentismos en Barcelona y Vitoria. Lo que no es normal es que el PSOE no esté en esa misma línea. Eso es lo que extraña a muchos votantes del PSOE, que su partido elija siempre a los independentistas o a los filoetarras antes que el Partido Popular para llegar a acuerdos.
En una entrevista con LA RAZÓN, el presidente de la Asamblea, Enrique Ossorio, planteaba como razonable la reducción en el número de diputados. ¿Cuál es su posición?
Siempre hay un margen. En esta Asamblea se han planteado todo tipo de reformas en ese sentido, desde muy agresivas para reducir mucho el número de diputados hasta otras más razonables. Ossorio hablaba de una reducción para dejar en torno a los 100 diputados que sería algo razonable. Se puede estudiar, pero no es de las cosas que más preocupan a los madrileños.
¿Cuáles serán los ejes esenciales de la acción del grupo parlamentario?
El grupo parlamentario y el Gobierno comparten programa electoral y ahora que tenemos mayoría, vamos a aplicarlo con rapidez y eficacia. Será la legislatura de la vivienda, necesitamos aumentar la oferta y eso pasa por no obstaculizarlo con normas absurdas que penalicen a los propietarios, por no topar alquileres que hace que salgan muchas viviendas del mercado y por promover vivienda pública porque necesitamos que los jóvenes puedan independizarse y empezar sus proyectos de vida antes. Necesitamos poner a la persona en el centro con retos muy importantes, la soledad no deseada de los mayores, la digitalización, que puede suponer el 40% del PIB regional en los próximos años, mejorar la sanidad, hacer una educación de calidad y excelencia...
¿Cree que la fecha de las elecciones generales puede condicionar la fotografía real de lo que piensan los españoles?
Es posible que sí, pero en el sentido contrario del que pensaba Pedro Sánchez cuando las convocó. Él pensaba que una baja participación le iba a beneficiar, pero lo que estamos viendo en la calle es que la gente va a hacer lo indecible por ir a votar contra Sánchez y va a ir a votar para que Alberto Núñez Feijóo sea presidente, porque después del destrozo que ha hecho espero que la gente tenga muchas ganas de votar.
A nivel regional, de Madrid, ¿qué está en juego el 23- J?
Que desaparezca de una vez la animadversión que ha tenido el Gobierno de España contra esta región. Ha habido innumerables ocasiones en las que Sánchez ha tenido la oportunidad de fastidiar a Madrid y lo ha hecho consciente de que era un ataque por quién gobernaba en esta región. Los madrileños han sido rehenes de Sánchez desde la pandemia hasta el caso físico de una retención de los madrileños con un estado de alarma específico para Madrid e ilegal. Desde ese principio y hasta todas las otras medidas que ha tomado Sánchez contra Madrid, eso es lo que va a cambiar. Vamos a tener un Gobierno, no digo que favorezca a Madrid, que no lo perjudique porque los madrileños no tienen la culpa de que Pedro Sánchez esté tan enfadado porque no le voten en Madrid. Los madrileños han elegido no votarle y tiene que aceptar esa condición democrática.
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