Fuera de plano
Ciudadanos, cerrado por elecciones y el PP de Madrid abierto a integrar al votante de Vox
Lograr la mayoría absoluta es el reto de los populares madrileños y para ello se han lanzado a por los descontentos del PP que un día se marcharon al partido de Abascal
Con las plazas de Madrid listas para ser abrillantadas y la rebaja del IRPF otro medio punto en las rentas de los madrileños, Almeida y Ayuso han inaugurado oficialmente la precampaña electoral. La semana comenzó con el anuncio fiscal de la presidenta para el próximo ejercicio y el alcalde le puso alfombras con el compromiso de reformar doce de las plazas más emblemáticas de la capital.
A escasos días para que se conozcan las listas del PP al Ayuntamiento y a la Comunidad, los dos mandatarios han querido dejar la puerta entreabierta a algunos huidos de Ciudadanos. El portazo a Begoña Villacís cuando quiso ser una corriente dentro del PP ha derivado en que «se elegirá a los mejores». Como el presidente de Andalucía, Juanma Moreno Bonilla, Isabel Díaz Ayuso quiere integrar a los naranjas. Eso, sí, no a todos. Sólo a aquellos que considere que no han atacado demasiado sus siglas, según ha manifestado tras contemplar la desbandada.
Villacís se ha quedado sola tras la huida de seis de sus once concejales y Ayuso ha reforzado su deseo de sumar fuerzas invitando también a votantes de Vox a unirse a su proyecto. «Saben como yo que “O Sánchez o España” (…) Los invito a acertar, confiando en este proyecto al servicio de Madrid y España», dijo, acentuando el discurso ideológico para ensanchar la base de votantes. Lograr la mayoría absoluta es el reto de los populares madrileños y para ello se han lanzado a por los descontentos del PP que un día se marcharon al partido de Abascal. «Que vuelvan a un proyecto común, amplio y abierto que representa a los ciudadanos que ven la vida de forma alegre». Pudiera parecer que la presidenta llamaba tristes a los mandatarios de Vox, pero no. Según explicaron fuentes del partido, lo que se percibe es que el proyecto se «desinfla poco a poco». Y es que hasta la batalla de Rocío Monasterio por derogar la Ley trans en la Comunidad ha resultado ser una baza electoral, pero para Mónica García.
La líder de Más Madrid ha fichado a la ex socialista Carla Antonelli, un ataque en toda regla al PSOE, donde militó durante años. «Regreso a la política para impedir que Ayuso derogue la Ley trans», manifestó a este periódico, sin alusión alguna a las iniciativas de Monasterio por torcer el brazo a la presidenta madrileña en este asunto. «Peccata minuta», debió pensar la antigua activista, integrada como independiente en el partido de Errejón en Madrid.
Consciente de su liderazgo en el bloque de la izquierda, García concentra su campaña en atacar a Ayuso como Ayuso a Pedro Sánchez. La primera pretende que «los problemas de los madrileños» centren su carrera electoral y la popular que su confrontación con el presidente del Gobierno sirva de espejo a sus políticas. Así, mientras el Ejecutivo maniobraba contra Ferrovial, el PP de Madrid ultimaba su programa electoral que consolidará las medidas para atraer más inversiones nacionales y extranjeras. «Esto en Madrid no pasaría», aventuró Ayuso, entrando de lleno en el debate, más bien akelarre en directo, en el que Sánchez quiso convertir, con un fracaso estrepitoso, la junta de accionistas de la compañía.
La popular ha anunciado su penúltimo rifirrafe con el presidente del Gobierno. Estudia recurrir la Ley de Universidades cuando se apruebe. El anteproyecto «da alas al nacionalismo, privilegios en algunas comunidades según se hable una lengua u otra», lamentó. Además, la reforma supondrá un agujero para las arcas de la Comunidad de Madrid de más de 200 millones que se suma a los desembolsos para compensar los que han dejado de percibir por la aplicación de becas estatales y exenciones en el pago de los precios públicos del curso pasado.
Ciudadanos se queda sin fieles en Cibeles y «cierra por elecciones» en la región. Su candidata a la presidencia de la Comunidad, Aruca Gómez, apenas es conocida; el partido no tiene presencia en la Asamblea madrileña, arrasado en las últimas elecciones, y la vocación inicial de bisagra yace en la caja esquilmada de la formación. Los de Podemos anuncian que si llegan a gobernar la región instalarán un museo en la Puerta del Sol en memoria de las víctimas del franquismo y José Luis Martínez-Almeida ultima las obras de remodelación de la plaza más representativa de Madrid. No va a llegar a tiempo Podemos para estrenar el flamante espacio que da entrada a la sede del Gobierno regional. Las encuestas los sitúan al borde de la desaparición.
El alcalde ha anunciado que los trabajos no terminarán hasta después del 28-M. Salvo que el portavoz de Vox, Javier Ortega Smith, se encare con alguien para que aceleren las obras en la estación de Cercanías, el proyecto de reforma al completo no estará finalizado hasta pasadas las elecciones.
El de Abascal increpó esta semana al responsable de una obra promovida por el Ayuntamiento y posteriormente se encaró con un okupa al que retó con explicarle por qué se tenía que marchar de una vivienda que no es suya. «A que subo y te lo explico», le espetó el concejal de Vox, protagonizando el momentazo de la semana. «El 28 de mayo vengo aquí con la Policía Municipal y tú te vas a buscar una vivienda y a pagarla». El «perroflauta», como le bautizó el diputado, no se lo esperaba. 1,93 de estatura y miembro de las Fuerzas especiales del Ejército. Con ustedes, Ortega Smith.
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