Asuntos Sociales
Madrid amplía el control sobre los menús de las residencias
El coste del servicio pasará de cinco a ocho euros y se vigilará la calidad de los productos
Los mayores «ni han comido ni van a comer basura», como en alguna ocasión ha denunciado Más Madrid. «Nadie se atreve a demostrar esto ante un juez. Otra cosa es que la comida sea de mayor o menor agrado», asegura a LA RAZON el gerente de la Agencia Madrileña de Atención Social (AMAS), José Manuel Miranda. Y menos ahora que La Comunidad de Madrid ha extremado el control sobre la calidad, las prestaciones, el suministro y el almacenaje de los alimentos que consumen nuestros mayores en las residencias.
El pasado 26 de julio, el Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid aprobó nuevos términos y condiciones que darán lugar a mejoras notables en los servicios de alimentación ofrecidos en sus residencias públicas de mayores con una inversión de 26 millones de euros y el aumento del 25% en el costo de los menús para los residentes. Esto significa que, si bien el coste del menú en una residencia era de poco más de 5 euros, en lo sucesivo será de 8. «Se incrementa el precio porque si bien, hasta ahora, era un precio razonable, con la escala inflacionista de aquí a cuatro años es un precio que podría quedarse pequeño», detalla el gerente de la AMAS. Y otro detalle importante, a la hora de adjudicar el servicio, «se primará que la oferta sea técnicamente buena a que se baje el precio», añade.
Es decir, el objetivo es priorizar criterios técnicos y de calidad por encima de las consideraciones económicas. Y es que ahora el foco está puesto en la mejora en la calidad y seguridad de los servicios de alimentación que se proporcionan en estas instituciones con medidas que entrarán en vigor en marzo del próximo año. Los nuevos términos del contrato establecen requisitos detallados para la calidad de los productos alimentarios, un catálogo de menús que abarca varios tipos de dietas y una lista de fichas técnicas de platos elaboradas por médicos y nutricionistas. Además, el nuevo contrato establece una mayor supervisión y control sobre la calidad de los productos, la seguridad alimentaria y la gestión del suministro. La selección de proveedores se basará en aspectos clave, como la capacidad de realizar comprobaciones in situ del estado y la cantidad de los productos entregados, la disponibilidad de herramientas de gestión más avanzadas y el ofrecimiento de software de geolocalización para el transporte de pedidos. También se valorará la proximidad de almacenes de contingencia.
Paralelamente, se ha creado una unidad interna en la Agencia Madrileña de Atención Social para mejorar la supervisión del contrato. Además, se ha aumentado el alcance de las sanciones por incumplimientos.
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