Gastronomía
Cuando la fusión es sinónimo de excelencia
En Ricardo Sanz tenemos la codificación clásica, esa delicadeza para marcar tendencia, para haber creado sellos propios
Ser pionero, marca tendencia, hacer escuela y, además, que la popularidad, la fama, las estrellas y todo lo que conlleva no te arrastre es complicado. Sin embargo, Ricardo Sanz ha dado muestras de su genialidad y es que no solo lleva con naturalidad eso de ser un gurú gastronómico, sino que además continúa trabajando sin descanso. En estas dos décadas de trayectoria no ha bajado los brazos, sino que más bien ha alzado la voz para decir aquí estoy yo, fiel a mis principios y a mi propuesta culinaria, eso sí, siempre con humildad, pese a su habilidad fuera de lo común. En el tú a tú, que es créanme donde a las personas se les conoce realmente, además también es un fuera de serie.
Cuando hace 20 años abrió su primer restaurante con vocación de ofrecer una gastronomía japonesa pura y ortodoxa, surgió de forma natural la cocina de Ricardo Sanz. Un punto de encuentro entre las culturas japonesa y mediterránea, definido por la calidad de la materia prima y por la sencillez y elegancia de sus elaboraciones; un concepto que ha tenido una influencia determinante en todo el panorama gastronómico posterior. Este estilo culinario se refleja en todos los restaurantes que forman parte del Grupo Ricardo Sanz —Ricardo Sanz Wellington y Kirsoshi Cortes, ambos en Madrid—. Ricardo Sanz, con dos estrellas Michelin y cinco Soles Repsol, tras ‘separarse’ de Kabuki relanzó su propio grupo gastronómico en 2021 bajo el nombre Grupo Ricardo Sanz, iniciando una nueva etapa de independencia, liderazgo y autenticidad. Pionero en introducir la cocina nipona en nuestro país, es el máximo referente e impulsor de la fusión gastronómica japo-mediterránea, que le ha reportado numerosos premios y distinciones; es el primer chef de España en obtener una estrella Michelin con un restaurante de cocina internacional.
En Ricardo Sanz Wellington tenemos ya la codificación clásica de lo que ha sido y siempre será Ricardo. Esa delicadeza para marcar tendencia, para haber creado sellos propios. La lista para la memoria y la alegría de vivir, caso de los huevos rotos con atún macerado, sashimi de carabinero, o el festival de nigiris, que han creado tanta escuela que se plagian sin pudor en todas las cartas nacionales e incluso internacionales. Un legado para un paladar culto.
Su última novedad, conquistar la Costa del Sol con su nuevo restaurante KAI By Ricardo Sanz, como parte indispensable del complejo Laguna, ubicado entre las localidades de Marbella y Estepona. Fiel a esta filosofía de conectar las tradiciones japonesa y mediterránea, el itamae madrileño lleva su característica propuesta culinaria a este complejo malagueño de alto nivel, que tiene al ocio y a la gastronomía como máximos protagonistas. KAI by Ricardo Sanz une su pasión y sabiduría. Ubicado a pie de playa, este restaurante brinda una experiencia que trasciende lo ordinario y eleva el arte de la cocina japonesa. Con una carta que engloba distintos tipos de sushis, recetas que salen de la robata y postres, cada plato aúna creatividad, técnica y sabores exóticos; la calidad de la materia prima y la sencillez y la elegancia de las elaboraciones son la guía de la propuesta gastronómica del local. Su característico concepto japo-cañí se percibe en toda la carta. Edamame, steak tartar con arroz crujiente, maki de chilli crab — cangrejo frito de concha blanda, huevo hilado, aguacate y salsa picante—, tartar de huevos rotos, nigiri de tuétano caviar o el unadon —anguila sobre arroz gohan, pimienta japonesa y salsa tare— son algunas de las irresistibles propuestas de este restaurante con unas vistas privilegiadas.
✕
Accede a tu cuenta para comentar