Si fuiste niño en los años 80 o 90, seguro que recuerdas aquellos recreos en los que sacar la merienda de la mochila era el momento más esperado del día. Un bollo enorme, cubierto de chocolate, que se deshacía en las manos y que muchas veces terminaba compartido con los amigos. Ahora, décadas después, esos dulces han vuelto y pueden encontrarse en pleno centro de Madrid, en la Mantequería Bermejo, situada en la calle Zaragoza.

Los bollos de siempre, como los recuerdas

En esta pastelería han recuperado tres de los bollos más icónicos de aquella época:

• El triángulo, cubierto de una generosa capa de chocolate.
• La palmera, con su clásica forma redonda y bañada completamente en chocolate.
• El cuerno, esponjoso y con su característica cobertura de chocolate.

Estos no son dulces cualquiera, sino auténticos homenajes a los bollos de antaño, con un detalle fundamental: siguen teniendo el gran tamaño de siempre. Aquí no hay versiones reducidas ni adaptadas a los tiempos modernos. Son los mismos bollos grandes y contundentes que muchos recordarán de su infancia.

Un viaje a la infancia por solo 3 euros

Cada uno de estos bollos tiene un precio de 3 euros, un pequeño coste para un gran viaje en el tiempo. En una época donde muchos productos tradicionales han desaparecido o han cambiado su receta, la Mantequería Bermejo se ha convertido en un refugio para la nostalgia, donde es posible volver a saborear aquellos recreos en los que el mayor problema era que la campana sonara demasiado pronto.

Si alguna vez soñaste con volver a probar esos bollos de tu infancia, ahora tienes la oportunidad de hacerlo en pleno Madrid. Basta con acercarte a la Mantequería Bermejo, elegir tu favorito y disfrutar de un bocado que sabe a recreo, amistad y recuerdos inolvidables.