Entrevista

José Abad: «La gente está un poco huérfana, necesita consejos de los mayores»

A punto de cumplir los noventa años, este pintor, escritor, poeta, «instagramer» y «tiktoker» nos desvela los secretos de una vida plena y feliz

José María Abad, artista e influencer ©Gonzalo Pérez Mata
José María Abad, artista e influencer©Gonzalo Pérez MataGONZALO PEREZ MATAFotógrafos

Fue en Valencia, la ciudad que le vio nacer dónde comenzó su obsesión con las conexiones. Entonces no lo sabía, solo tenía diez años, cuando desde las ventanas de su casa observaba a los trenes pasar. «No me dejaban salir porque les daba miedo. Pero yo observaba emocionado ese ir y venir y no paraba de preguntarme dónde irían», explica José María Abad a LA RAZÓN. Iban a Madrid, pero el primer recorrido que hizo en uno de ellos con su abuelo, que era ferroviario, fue a Mislata, un municipio cercano. «Fue toda una experiencia, aún lo recuerdo, y creo que ahí se despertó mi interés por conocer otros territorios». También de su pasión por el cine, donde su propia imaginación le transportaba.

Vivía al lado de uno y solo con siete años, se colaba con sus amigos -prácticamente a diario- por la ventana del baño para ver las películas que se proyectaban en aquellos años 30. «Era una fiesta maravillosa, porque veías cosas que no habías visto nunca. Nos quedábamos allí, embobados y aplaudiendo», recuerda con nostalgia. Pese a que el destino y su familia le señalaban como el digno sucesor de su padre como director de la empresa familiar, una fábrica de juguetes, «el hijo del cine» no podía conformarse con eso. «Después de hacerme gerente, me acusaron de loco por tener la vida casi resuelta y aún así querer irme de Valencia. Pero tenía claro que debía ir a París a cumplir mi sueño, que era estudiar cine».

José María Abad, artista e influencer ©Gonzalo Pérez Mata
José María Abad, artista e influencer ©Gonzalo Pérez MataGONZALO PEREZ MATAFotógrafos

Entonces tenía solo 27 años, sin embargo su relación con el arte empezó algo antes, cuando dirigió y creó junto a un grupo de artistas valencianos: La Caña Gris, en 1959. Una revista especializada en arte, poesía y ensayo que tuvo gran repercusión y en la que colaboraron personalidades como el poeta Luis Cernuda; el historiador Alfonso Emilio Pérez Sánchez -también director del Museo del Prado- o el filósofo marxista Jacobo Muñoz. Tuvo una corta pero feliz vida, el último número salió dos años después.

Ya en la capital francesa, que vivía su máximo apogeo artístico, conoció a grandes poetas, escritores y filósofos, como Octavio Paz, Jan Paul Sartre, incluso, a directores de cine como Trufaut, Godard y Alaín Resnais, y autores de teatro como Samuel Becket y Eugène Ionesco de los que recibió clases en el teatro de las naciones en 1962. Sin dinero en los bolsillos, Abad no pudo estudiar en la Escuela de Cine, sin embargo, el Museo del Hombre le recibió con los brazos abiertos. «Tenía una escuela de reportajes de cine etnográficos. Hicimos películas sobre el momento de inmigración que estaba viviendo Francia, toda Europa se estaba reconstruyendo después de la guerra. Sobre los que que venían de España, Marruecos, Argelia, Italia... y cómo vivían hacinados». Si recuerda los días de grabación, las noticias que le llegaban desde España, los paseos por Trocadero o los mercadillos en los que empezó a vender sus obras, es gracias a la escritura.

José María Abad, artista e influencer ©Gonzalo Pérez Mata
José María Abad, artista e influencer ©Gonzalo Pérez MataGONZALO PEREZ MATAFotógrafos

En «La fábrica de los juguetes prodigiosos», su primer libro, plasmó hace casi diez años todas las experiencias maravillosas que vivió en esa época. Ahora, con casi 90, está trabajando en una segunda parte. «La cena árabe y otros relatos» llegó en 2022 y en él mezcla entre la realidad y la ficción algunos de sus viajes.

Su último descubrimiento y lo que más interés le ha despertado han sido las redes sociales. Sólo en instagram cosecha 416.000 seguidores y en tiktok roza los 300.000. Fue hace algo más de un año, cuando una amiga que se dedicaba a la publicidad vio su potencial y decidió grabar sus comentarios en su visita a la feria ARCO.

Desde entonces, además de por sus obras, ha logrado conquistar a los más jóvenes por sus consejos vitales y por lo que le han bautizado como «el abuelo de los sensibles». «La gente está un poco huérfana. Creo que necesitan consejos de gente mayor, que hemos vivido mucho y que podemos darlos». Problemas sentimentales, baja autoestima, decepciones, decisiones vitales... «He tenido problemas, mi vida no ha sido fácil, pero he sabido capearlos, y siempre hay soluciones para seguir adelante», reflexiona.

José María Abad, artista e influencer ©Gonzalo Pérez Mata
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A dos meses de cumplir los noventa años, puede decir con seguridad que el secreto de la vida está en una buena alimentación, el amor y tener algo que te estimule. Y debe ser verdad, uno de sus sueños está a punto de cumplirse: sus obras serán expuestas próximamente en Nueva York.

La energía, su fuente de inspiración

Aprendió a pintar de artistas que conoció en París. Su primer cuadro, que aún conserva, fue al Moulin Rouge y cincuenta años después se ha convertido en la portada de su primer libro. Él mismo define su estilo como «creación espontánea». No tiene una idea preconcebida de lo que va a pintar. «Trato que llegue la energía, del pincel pasa a la pintura y de ahí al lienzo. Este después se transforma en un sitio de creación», cuenta. Para Abad, el arte es una forma de vivir y de expresión, dentro de un mundo que te causa emociones. «Está viviendo su mejor momento y se está considerando volver a lo auténtico, de ahí la necesidad de las personas por refugiarse en la cultura».