Cibeles
Madrid no es París: Almeida ordena el caos del patinete frente a la prohibición de Hidalgo
Son muchos los ciudadanos que ven estos vehículos como un peligro para la movilidad por el uso incorrecto que algunos hacen de ellos y por el aumento de la siniestralidad
A pocas semanas para la cita electoral del 28-M, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, se ha apresurado a poner orden en el caos del uso de patinetes eléctricos en la ciudad. Lejos de copiar la medida de su homóloga en París, la socialista Anne Hidalgo, que los ha prohibido tras una reducida consulta ciudadana, el alcalde ha restringido el número de éstos en Madrid y ha puesto fin a su estacionamiento indebido, uno de los mayores quebraderos de cabeza para los madrileños y el Consistorio. Y es que son muchos los ciudadanos que ven estos vehículos como un peligro para la movilidad por el uso incorrecto que algunos hacen de ellos y por el aumento de la siniestralidad que causa en las zonas donde más demanda tienen.
El Ayuntamiento ha modificado el modelo de autorizaciones de éstos y desde ahora solo tres compañías autorizadas operarán en la ciudad (Dott, Lime y Tier Mobility), con una oferta de dos mil patinetes cada una. El resto de las que tenían desplegados sus vehículos por la capital tendrán que retirarlos de las vías madrileñas. Los usuarios ya no podrán circular por las aceras, evitando así los accidentes más comunes con este tipo de vehículos que forman ya parte del paisaje madrileño. Los operadores deberán retirar los aparcados incorrectamente o dañados en el plazo de una hora a partir de su detección.
El desarrollo tecnológico de las compañías, principal baza competitiva en el sector, permitirá a los usuarios de sus aplicaciones aparcar solo en las zonas habilitadas en el distrito Centro. En el resto de Madrid podrán hacerlo, pero fuera de los espacios habilitados cuando no exista una plaza para motocicletas, ciclomotores, bicicletas y VMP a menos de 50 metros del punto de estacionamiento. Además, el Consistorio impide iniciar o finalizar el trayecto en calles de prioridad peatonal, aceras y espacios contiguos a parques históricos como por ejemplo, El Retiro.
«No hay que prohibir, hay que ordenar», defendió Almeida tras conocer la medida en París, que ha provocado todo tipo de reacciones fuera de Francia, incluida la del mercado, una vez conocido que las compañías que operaban en la capital francesa dejarán de hacerlo a partir del 1 de septiembre.
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, también ha puesto limitaciones a este vehículo, siguiendo las políticas de Hidalgo, a la que le profesa gran admiración. La regidora ha prohibido el transporte de patinetes en trenes y autobuses en la Ciudad Condal, donde su uso es generalizado. En Madrid, donde estos vehículos llegaron de mano de la exalcaldesa Manuela Carmena, Almeida ha querido regular su uso para subsanar, entre otros problemas, la circulación por zonas prohibidas y el inadecuado estacionamiento, así como el incremento de empresas que se repartían las licencias.
Cada una de las tres elegidas tendrá que haber desplegado hoy el 50 por ciento de los patinetes autorizados para que la ciudad cuente ya con tres mil nuevos vehículos geolocalizables, de manera que quede resuelto el problema del estacionamiento indebido.
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