Urbanismo
Navalagamella defiende su hotel rural del futuro
El alcalde del municipio madrileño desmiente las alegaciones de ecologistas, garantizando que se cumplirá la regulación
Como cada verano, muchos madrileños optan por pasar las olas de calor en su segunda residencia en la sierra madrileña. Una de las zonas urbanísticas por excelencia es la del Cerro Alarcón, zona limítrofe entre Navalagamella y Valdemorillo. Hace décadas que estas urbanizaciones vivían su máximo apogeo, desde invertir en su ampliación urbanística, hasta contar con uno de los mejores clubes náuticos de la región. El complejo contaba con piscinas de grandes dimensiones e instalaciones deportivas como varias pistas de tenis. Así lo recuerda el actual Alcalde de Navalagamella, Andrés Samperio: «Todos los vecinos de ambos pueblos se reunían aquí, incluso podían comer en su restaurante. Esto fue atrayendo a las élites, incluso venía gente en helicóptero. Sin embargo, su última propiedad perdió un importante número de socios y las instalaciones acabaron cayendo en abandono. Durante estos años, ver los hierbajos crecer entre lo que eran las pistas de tenis despertaba la nostalgia de los vecinos.
Recientemente, se anunciaba el lanzamiento de un proyecto urbanístico en esa misma extensión que ya ocupaba el club. Se trata de un resort rural compuesto por bungalós de escasa altura. «Es un proyecto que siempre ha perseguido causar el mínimo impacto medioambiental y su promotora (Vivood) ya es reconocida por su compromiso con la sostenibilidad», dice el alcalde a LA RAZÓN.
Dicho anuncio traía hace una semana consigo una polémica. Ecologistas en Acción denunciaba «la ocultación» de información sobre el desarrollo de este proyecto y su verdadero impacto en el ecosistema. Sin embargo, Samperio desmiente la idea de que no se les haya facilitado la documentación con el fin de «tapar algo». «Si alguien te pide los planos y la documentación confidencial de un vecino tuyo, jamás se la podrías dar. La protección de datos impide estos intercambios de información, sencillamente ese es el motivo por el que no accedimos a la petición de Ecologistas en Acción» cuenta el representante del consistorio local.
Pero Samperio percibe una intención maliciosa en la reclamación de estos activistas: «Ellos fueron los primeros en ser invitados por la promotora durante las dos jornadas de puertas abiertas que celebraron. Allí se les facilitó toda la información necesaria y no hicieron objeción alguna. Ahora denuncian que se van a cortar árboles, cuando eso es algo que se está gestionando con Seprona. Deberían saber que por cada árbol que se quite, repondremos otros cinco, como marca la ley. Y en caso de que se trate de un árbol de cierta antigüedad la cifra puede subir a cincuenta nuevos ejemplares. De esta forma, desde el Ayuntamiento local dejan claro que este proyecto está contando, desde el primer minuto, con la supervisión y el control de Medioambiente y que todo se hará bajo el amparo de la regulación pertinente.
El alcalde se lamenta de que estas reclamaciones empañen la dinamización de la economía local que este proyecto puede generar. Los 85 puestos de trabajo y el medio millón de euros de impacto que este complejo turístico impulsará, es una oportunidad única para el crecimiento de esta región. «Obviamente, la conservación de la flora y la fauna local es algo fundamental. De hecho, este Ayuntamiento jamás haría nada que pudiese suponer un peligro para el ecosistema», garantiza Samperio. Incluso, el edil apunta que esta revitalización de la zona, acabará por revalorizar todos los chalets y urbanizaciones, recuperando la época de apogeo que vivió este área de la sierra madrileña.
El miembro del PP también desmiente que «he oído que la gente cree que se van a celebrar bodas de 300 personas, pero no es verdad. Es una instalación diseñada para el deporte y el descanso. Incluso, ya se están desarrollando dos nuevos proyectos para fomentar el turismo sostenible, dirigidos a quienes buscan en la sierra de Madrid desconectar de la rutina de la capital».
Samperio se forjó como político en este mismo municipio. «La carretera de Cerro Alarcón se conocía como «La Carretera de la Muerte», desde que en un accidente perdieran la vida dos jóvenes. Desde entonces, cumplimos con el objetivo de convertir esa carretera en una vía segura y de garantías, mientras se revalorizaba la zona». El actual alcalde apunta que se estima que las obras comiencen a finales de este mismo año, si no hay imprevistos.
La incertidumbre del proyecto
Este hotel se proyectaría en los aledaños del embalse de Cerro Alarcón, espacio que pertenece y está protegido por la Red Natura 2000. Se trataría de la zona de Encinares y Cuencas del Alberche y el Cofio. Por ello, los ecologistas defienden que convive con una Zona de Especial Conservación, mientras apuntan que ya consiguieron paralizar otro proyecto hotelero hace 15 años. La Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) admitía a trámite, hace algunas semanas las alegaciones de los ecologistas, lo que según el organismo del Ministerio de Transición Ecológica (MITECO) podría posponer el inicio de las obras hasta que se resolviese la situación. El defensor del pueblo también había escuchado previamente las reclamaciones de los activistas.
Este proyecto cuenta con un precedente en la localidad alicantina de Benimantell, con el que debutó la compañía Vivood hace 8 años. Casi una década después, este alojamiento se ha convertido en una de las referencias europeas de hoteles en naturaleza, o como lo han dado a conocer: «hotel-paisaje». Dicha instalación contará con 60 unidades «para dejar la menor huella de carbono posible», como ha asegurado la compañía en entrevistas. También cuentan con un sistema que recicla gran parte del agua empleada, «demostrando la preocupación por el consumo eficiente de los recursos. Pero el proyecto también presta atención al factor humano, garantizando empleos de calidad, que contarán con proveedores locales y productos de kilómetro cero e instalaciones para los vecinos.
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