28-M
Rita Maestre: «Almeida es un alcalde muy cobarde: da bandazos según la coyuntura»
Vivienda, transporte público y colegios infantiles, claves de su programa
Unos «pocos miles» de votos. Las previsiones optimistas de Más Madrid creen posible un cambio en Cibeles. La candidata a alcaldesa, Rita Maestre, defiende un entendimiento entre la izquierda «sin líneas rojas».
En las últimas dos elecciones, el segundo ha terminado siendo alcalde en la ciudad de Madrid. ¿Podría ser su caso?
No lo había pensado desde esa clave. Es un precedente esperanzador, aunque lo más importante son esos pocos miles de votos que, según todas las encuestas, pueden cambiar el Gobierno de Madrid.
Su programa consta de 250 páginas. Si tuviera que resumirlo, ¿cómo lo haría?
El desafío de la vivienda, que es el gran problema de la ciudad y el gran fracaso de Almeida; el desafío del transporte público y de la movilidad, que es reducir el tiempo que la gente pasa yendo y viniendo del trabajo; y el desafío de la educación: cómo mejorar los colegios de nuestros barrios, generar plazas en las escuelas infantiles, evitar que las familias se gasten 2.000 euros anuales en actividades extraescolares, comedores y en plazas de la escuela Infantil privada, que es a la que tenemos que acudir el 90% de las familias porque no hay plazas en la pública.
¿Cuál sería su primera medida, la que considera más urgente?
La primera es urgente y simbólica: empezar a desmontar el scaléxtric del puente de Vallecas, el último en Madrid. Una reliquia por el que pasan cada día 200.000 coches que llenan de humo las ventanas y las ideas a la gente. Con esa primera medida retomaríamos un Gobierno que sea ambicioso en la transformación urbana. En Madrid ha habido alcaldes de distinto signo político que han tenido voluntad de transformar. Gallardón fue un alcalde que transformó la ciudad; Carmena, desde luego, fue una alcaldesa que transformó la ciudad; y Almeida, después de cuatro años, no puede decir que tenga ningún gran proyecto, ni marca.
Muchas veces, las medidas en vivienda no tienen una traslación directa en una bajada de los precios. Para una persona que está pagando, por ejemplo, 1.000 euros por un alquiler en 60 m2, ¿cuánto bajaría?
Esa persona es la mayoría de la ciudad, donde los precios están disparados en máximos históricos en 16 de los 21 distritos. Nuestro programa es claro y realista. No hay que vender humo. Hay que comprar, construir, rehabilitar y regular el precio de los alquileres. Hay muchas formas de regulación. No hay que caer en caricaturas ridículas. En la mayor parte de las capitales existen distintos tipos de regulación, además de mercado libre, compra pública o construcción. Esa regulación puede incidir de forma directa en que ese vecino, que paga 1.000 euros, vea reducido su alquiler pero, repito, hay que hacer más cosas aparte de regular. Hay que construir y que el Ayuntamiento incorpore al parque público de vivienda edificios y casas que se vendan en el mercado privado, y que el Ayuntamiento tiene que tener una compra preferente. Hemos presentado un plan de compra preferente para que el Ayuntamiento pueda optar a comprar inmuebles, suelos y edificios enteros, a precio de mercado, y que los incorpore de forma mucho más rápida al parque público y los ponga al servicio del alquiler en la ciudad. Lo primero que tenemos que hacer es poner en marcha un observatorio de la vivienda para poder tener índices de referencia de los precios. Una parte importantísima para afrontar el problema es tener, como en otros ámbitos, datos públicos y luego poner en marcha esas medidas.
Mirando a ciudades que sí han regulado, se ha podido reducir el precio, pero también mucho la oferta. Además, aunque se cumpla formalmente esa bajada, luego a los inquilinos se les pide más dinero. ¿Que fórmulas hay para castigar a quien no cumple una vez que se han regulado los precios?
Como en toda medida, es posible que haya quien no la cumpla. Pero por eso ponemos normas asumiendo que la mayor parte as va a cumplir. Además, existen castigos y premios para quien no las cumple y las cumple. Una vez que pongamos en marcha las medidas de contención de precios existirá también un espacio dentro del Ayuntamiento, a través de la Agencia de Actividades, para regular y que las regulaciones se cumplan. Por ejemplo, en el ámbito de las viviendas turísticas ilegales, existe en Madrid un Plan de Hospedaje que regula lo que es o no una vivienda turística. Y, sin embargo, hay un 99% de forma ilegal funcionando en Madrid. ¿Por qué? Se ha reducido de 40 a 10 el número de funcionarios públicos que controla esas licencias. Algunas normativas hay que hacer que se cumplan. Es una cuestión básica.
Para los jóvenes se plantea, por ejemplo, el IBI joven, que puede terminar beneficiando al arrendador...
Si permite que la gente pueda empezar una vida emancipada, mucho antes de lo que hace ahora, creo que también beneficia a los jóvenes. Madrid nunca ha tenido una tasa de emancipación tan alta: solo el 15% de los jóvenes se va de casa antes de los 30 años.
En su momento, cuando Ahora Madrid aprobó Madrid Central, se planteó la posibilidad de aprobar nuevas zonas similares en la ciudad. ¿Lo contempla?
Almeida lo ha acabado manteniendo. Recordemos que se presentó a las elecciones diciendo que terminaría Madrid Central. Hoy, con otro nombre, llega al conjunto de la M-30, cosa de la cual yo me alegro, porque a diferencia de Almeida, sigo pensando lo mismo y hago lo que prometo. Creo que esas medidas fueron suficientes y necesarias para una contención de los niveles de contaminación, que estamos viendo ahora y lo cual celebro. Me alegra profundamente que haya sucedido, pero creo que las siguientes medidas tienen que provocar una transformación de la movilidad y el transporte público. Hay que mejorar la red de transporte ya existente, poner en marcha redes nuevas, garantizar que ese cambio entre la movilidad privada y la pública se produzca con un transporte público lo suficientemente rápido y eficaz como para que un ciudadano diga «ok, dejo el coche y me muevo de esta otra manera». No por amor al arte, sino porque es posible, más eficaz incluso más barato.
En materia de medio ambiente, sostienen que Almeida es «negacionista». Por otra parte, Vox dice que es «Carmena dos». No son críticas compatibles. ¿No creen que corren el riesgo ambos de caer en una caricatura?
Yo creo que es al contrario. Es un resumen perfecto de lo que es Almeida: una persona que no sabemos lo que piensa, porque es un alcalde y un político, en mi opinión, muy cobarde. Eso no se puede decir de otros dirigentes del PP que tienen sus ideas y saben a qué atenerse. Dice una cosa y la contraria, justifica medidas que son importantísimas porque tiene que hacerlo, como si él no tuviera la capacidad de tomar decisiones. Es un alcalde muy oportunista, que ha dado bandazos en función de la coyuntura, sin que nadie supiera realmente qué pensaba. No ha explicado por qué esa Zona de Bajas Emisiones contra la que hizo una campaña electoral hoy es su política principal en términos de movilidad. Hoy saca pecho. Yo creo lo mismo cuando estaba en el Gobierno que cuando estoy en la oposición. Quien hace caricatura para mí de una forma de hacer política sin ideas, valores, criterio ni horizonte, es Almeida. Ha seguido paso por paso el calendario aprobado en el plan de calidad del aire de 2017.
Carmena dijo que apoyaría en un acto al PSOE, que también lo haría con Más Madrid, Recupera Madrid también se consideran los herederos del espíritu de Carmena... ¿Dónde crees que está verdaderamente ese espíritu?
No hay que patrimonializar a la gente y menos aún a la gente que quieres. Eso es algo que ni he hecho ni voy a hacer con Carmena, de la cual he aprendido mucho y, por tanto, la quiero respetar en su deseo de que se produzca un cambio en Cibeles, pero que no se la vincule con ningún partido. Aún así, hizo un acto con nosotros y dijo que esperaba que yo fuera la próxima alcaldesa. Su espíritu tiene que ver con una forma de hacer política que podemos entender: no es hacer una competición, es una forma de hacer política cercana, basada en escuchar a la gente, en estar cerca de la calle y los vecinos, en que no se te caigan los anillos por preocuparte por lo pequeño. Al contrario: en una alcaldía lo pequeño importa mucho y tu tarea como alcaldesa es que esos detalles, un parque, una plaza, la limpieza en un barrio... ese es tu trabajo y tu tarea principal. Esa es su mayor enseñanza.
En lo que sí coinciden las encuestas es que un cambio de gobierno en Cibeles pasaría por un pacto entre Más Madrid y PSOE. ¿Pondrían líneas rojas?
Ni cuando propuse los pactos de Cibeles, que después se convirtieron en los Acuerdos de la Villa, puse líneas rojas. Fue un pacto entre todos los partidos que le propuse al alcalde directamente y, por lo tanto, creo que la mejor forma de pactar y de encontrarse es desde desde lo positivo, no desde líneas rojas. No las voy a poner ahora ni tampoco cuando nos sentemos a formar Gobierno el 29 de mayo.
A nivel nacional, la izquierda gira en torno a Yolanda Díaz, con una unidad de los partidos a la izquierda del PSOE. ¿Por qué Más Madrid no ha querido sentarse con Podemos a negociar una candidatura?
Hemos apoyado el proyecto de Yolanda Díaz porque es una plataforma amplia y un proyecto de políticas para un país. Eso es lo que me parece importante. Me importa la política que sirve y que es útil. Y me importan bastante poco las siglas y las coaliciones, que alejan a la gente de la política. Eso es lo que el perfil de Yolanda Díaz transmite: no es un proyecto ideológicamente sesgado, sino que aspira a ser transversal, que le hable a mucha ciudadanía distinta, que no le pide el carné a nadie y, desde luego, tampoco lo pedimos en Madrid. Hacemos lo mismo a escala nacional que a escala madrileña.
Hay una imagen de Más Madrid como una izquierda acomodada, con profesionales liberales.
Más Madrid es el partido más votado de la ciudad y consiguió sus mejores resultados en el sur: el 40% de Puente de Vallecas, el 40% en Villa de Vallecas. Usera, Carabanchel. Villaverde... Nuestra fuerza está precisamente en el sur y el este de la ciudad. Es un partido que ha representado a la mayoría y que quiere representar a un Madrid mucho más amplio. Trabajamos para ese Puente de Vallecas que ahora sufre las consecuencias del scaléxtric, pero también para el Pau de Montecarmelo o el Pau de Las Tablas, donde tienen una casa desde hace 20 años y les sigue faltando un centro de salud, un instituto o las líneas de transporte público que les conecten rápido con el centro. Nos interesa mejorar la calidad de vida del cien por cien de los madrileños. No solo no les pedimos el carné ni la ideología, sino que hemos trabajado durante cuatro años para que nuestro proyecto de ciudad llegue a todos y cada uno de los 131 barrios de Madrid.
En una entrevista con Huffington Post, relató su viaje de bodas a Las Vegas. El debate en redes giró en torno a si esa anécdota se alejaba de ese Madrid del sur, donde probablemente haya una mayoría de personas que no pueden permitirse un viaje así.
En Puente de Vallecas viven 250.000 personas, en Carabanchel, 260.000... Son distritos más grandes que la ciudad de San Sebastián. Imagínate si no hay gente en esos distritos a la que le gusta viajar, que, si tiene ahorros, se gasta su dinero en un viaje con sus amigos o con su pareja, que le guste el cine, que se pinta las uñas, que le gusta la ropa... Esta idea de un votante que se parece más a un vecino del Manchester de 1850 que acaba de salir de la mina, es una caricatura que no representa a los votantes ni a los ciudadanos y que, por lo tanto, convendría dejar atrás. Yo soy una persona normal, de familia de clase media, que no tengo propiedades ni herencias, que vive de alquiler. Me parezco bastante a ese Madrid de clase media por el que hacemos esfuerzos. Pero también nos damos gustos cuando podemos y que no solo no tiene nada de malo, sino que hay que hacerlo.
Lleva ocho años trabajando en el Ayuntamiento. En el caso de que Almeida repita mandato, ¿lo intentará de nuevo en 2027?
Cuatro años son mucho tiempo. Sí tengo claro que, pase lo que pase, me voy a quedar a honrar los votos que reciba. Lo siento como un compromiso con la ciudadanía, pase lo que pase. Lo que suceda dentro de cuatro años se me queda muy lejos, pero lo que va a suceder mañana y pasado mañana es que yo voy a seguir en el Ayuntamiento trabajando por Madrid.
✕
Accede a tu cuenta para comentar