Día Internacional

La «startup» de San Sebastián de los Reyes que salva vidas con piscinas inteligentes

Con un sistema de GPS, la empresa Nagi monitoriza a los bañistas para detectar posibles ahogamientos

La «startup» de San Sebastián de los Reyes que salva vidas con piscinas inteligentes
La «startup» de San Sebastián de los Reyes que salva vidas con piscinas inteligentesNagi

Hoy las instituciones de salvamento recuerdan el Día Internacional de la Prevención contra los Ahogamientos, en un año en el que como señalan desde la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo (RFESS), 258 personas han muerto por ahogamiento en los primeros seis meses, el semestre más mortal en una década. Solo en el mes de junio, 73 personas fallecieron por esta causa en nuestro país –8 de ellas en piscinas– y se calcula que más de 35 ahogamientos se han producido en piscinas entre enero y junio, con un impacto especialmente creciente en niños y adolescentes.

Por este motivo, desde la empresa afincada en San Sebastián de Los Reyes, Nagi, están aplicando una tecnología que comenzaron a desarrollar en el mundo del baloncesto. «Al utilizarla en el baloncesto profesional para realizar mapas de calor y medir el movimiento de los jugadores en cancha, se nos ocurrió una doble utilidad en las piscinas, que además puede salvar vidas», cuenta Javier Bosch CEO de Nagi.

A través de un GPS «muy preciso» instalado en el gorro o las gafas, esta tecnología detecta cuando un bañista pasa sumergido en el agua más de 35 segundos seguidos, momento en el que el socorrista o responsable recibe una vibración en su pulsera inteligente. Este sistema es posible gracias a la instalación de sensores al rededor de la piscina, que convierten a ésta en «un espacio inteligente y seguro».

Durante el desarrollo de este dispositivo han surgido varios desafíos, desde el adecuado aislamiento del GPS para que sus circuitos no entren en contacto con el agua, hasta el desarrollo de la comunicación con ausencia de señal bluetooth. Ya que el agua anula por completo la señal bluetooth dentro de la piscina, la alerta se dispara precisamente cuando el aparato deja de registrar señal. «Aunque suene paradójico, funciona cuando deja de funcionar», explica su CEO.

Desde esta «startup» madrileña aclaran que su servicio nunca ha sido pensado para sustituir al socorrista, sino para ser su complemento o herramienta. «En los últimos años el móvil y la tecnología han sido la distracción más peligrosa para los socorristas, y nosotros los reconvertimos en potentes aliados». Además, permite conocer con exactitud el tiempo de reacción de los vigilantes, con el objetivo de aplicar mejoras en el protocolo.

Entre sus próximos horizontes no descartan que un día pueda aplicarse en playas –como ya han estudiado con un programa piloto en Torrevieja– u otros entornos naturales, aunque por ahora siguen concentrados en ampliar todo lo posible su implantación en piscinas municipales –más de 5.000 en todo el mapa nacional–. «Ya estamos en más de 100 en España y otras en Francia, Arabia Saudí y Japón. Pero es en Madrid donde más piscinas vigilamos, sobre todo en el distrito de Moncloa-Aravaca, incluyendo varios colegios –hasta 9 en toda España– que incorporan clases de natación», recuerda Javier.

Ahora en verano, se alinean con la campaña: «Cualquiera puede ahogarse. Nadie debería». La Organización Mundial de la Salud advierte de que el ahogamiento es una de las principales causas de muerte no intencional en menores de 14 años, y que el 95% de estos fallecimientos son prevenibles si se actúa con rapidez y se aplican medidas de seguridad. Además, «por cada muerte por ahogamiento, se estima que entre 4 y 6 personas sufren daños permanentes debido a la anoxia cerebral. Muchas de estas víctimas sobreviven gracias a una reanimación a tiempo, pero enfrentan lesiones severas y secuelas».