Cumbre del Clima de Madrid
La Cumbre del Clima concluye sin acuerdo en los mercados de carbono
El documento final no logra incluir la recomendación de los científicos de limitar el calentamiento a 1,5o
Decepción. Ése es el sentir que expresaron muchos de los representantes de los países durante la última plenaria de la COP25. El motivo es que pese a que la cumbre terminó con un día y medio de retraso, finalmente no hubo acuerdo con el artículo 6 que hace referencia al mercado de carbono y a los distintos mecanismos. No hubo unanimidad en aspectos clave como aprobar una única contabilidad, por lo que no se pudo consensuar un texto común. De modo que las partes se emplazaron a trabajar en el diseño de mecanismos de mercado en la próxima COP que tendrá lugar en noviembre de 2020 en Glasgow. Y es que la posibilidad de aprobar un marco general para el artículo 6 separado de la parte técnica que llegó a plantear 24 horas antes la presidencia chilena era una idea ciertamente «descabellada».
La UE mostró su «decepción por no haber llegado a un acuerdo, pese al mucho trabajo realizo». Japón, por su parte, insistió en que «los mecanismos de mercado son esenciales» y aseguró que su intención es trabajar con los demás países «para obtener una reducción de emisiones globales, promover la adaptación y evitar el doble cómputo mejorando la transparencia». Argentina también se mostró «decepcionada por no haberlo conseguido». Brasil, uno de los países que más ha bloqueado el acuerdo al pedir la doble contabilidad, también quiso mostrar su «decepción».
Tras horas intensas de negociación en las que parecía que la COP iba a ser un fracaso absoluto, se logró algún atisbo de esperanza, aunque sin fuegos artificiales. Así, adoptaron un acuerdo, «Chile-Madrid, tiempo de actuar», en el que se manifiesta la «urgente necesidad» de que los países presenten nuevos compromisos en 2020 que permitan salvar la brecha existente con los actuales respecto al objetivo de limitar el aumento de temperatura media del planeta a 2ºC y hacer todo lo posible para que se quede en 1,5. Un pequeño paso que, si bien, nos aleja de las recomendaciones de la ciencia, porque no hay que olvidar que los científicos en diferentes informes han recomendado limitar el aumento a 1,5ºC para evitar que la naturaleza muestre su peor rostro. La decisión final adoptada reconoce la importancia de los actores no gubernamentales (como empresas y bancos) y les invita a que incrementen su acción climática. «Este documento es la base que nos permite actuar ya. El tiempo de la acción es ahora», defendió Teresa Ribera, la ministra en funciones para la Transición Ecológica, que echó un cable in extremis a la presidencia chilena para lograr un acuerdo, aunque sea de mínimos.
Quizá lo más destacable por necesario es que los países acordaron dar directrices al Fondo Verde del Clima para que amplíe su ámbito de financiación y que, además de dirigirse a la mitigación y adaptación, destine recursos por primera vez a las pérdidas y daños que sufren los países más vulnerables a los fenómenos climáticos extremos. Eso sí, no se ha logrado cerrar una cifra de financiación al alza, y la existente sigue sin alcanzarse pese a que tiene que llegar a 100.000 millones de dólares en 2020.
Uno de los debates más arduos que hubo ayer en la plenaria fue la financiación a largo plazo. Tal fue así que este documento no se aprobó y se pospuso hasta la siguiente COP después de que los países en desarrollo denunciasen que se había modificado el lenguaje del párrafo 13. Egipto fue el primer país en mostrar su descontento: «Es una verdadera lástima y no es la única. El grupo africano ya mostró su decepción con los mecanismos de transferencia de tecnología. Y nos alarma que ahora no se destaque la importancia de la financiación. Quiero que lo tengan en cuenta para cuando pidan a los países en desarrollo que sean más ambiciosos en sus reducciones (de emisiones). Y que esto pase ahora ante la emergencia climática... no sé ni qué decir... Aumentar la ambición es importante, deberían replantearse por qué no pueden subrayar la importancia de la financiación». Las palabras fueron subiendo de tono. Así, Arabia Saudí manifestó que «los países desarrollados hablan, prometen, pero luego no cumplen. Es una lástima que se ponga en entredicho este punto pese a que hemos dado a los países desarrollados el párrafo que querían (respecto a otro punto). Estamos muy decepcionados. Parece que no nos estamos tomando en serio la emergencia climática». A lo que la UE le respondió que «tenemos un objetivo a largo plazo para conseguir financiación después de 2020. Afirmar con vehemencia que no nos interesa no me parece correcto. Vamos a seguir hablando de ella, pero que se baje un poco el tono». Gesto que Egipto agradeció: «Celebramos las declaraciones de la UE de que el debate continuará. Valoramos muchísimo los países que han duplicado su financiación como Alemania, Reino Unido...».
En lo que sí hubo acuerdo es en el nuevo Plan de Acción de Género que permitirá desarrollar medidas para dar respuesta al efecto desigual del cambio climático en mujeres y niñas y que estará vigente hasta 2025, tras lo cual se revisará.
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