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Animales
Cómo alimentar a tu perro en el estado de alarma
Mantener el número de tomas, espaciarlas, hacerlas más frugales y darle pocos restos de comida humana
Controlar la alimentación de las mascotas durante el confinamiento en casa por el estado de alarma se hace totalmente necesario si no queremos que engorden en dos o tres semanas lo que no lo han hecho en los años anteriores. Aunque podemos sacar a nuestros perros a la calle, es lo mínimo necesario, es decir que hagan sus necesidades fisiológicas y para casa. Esto significa que debemos rebajar un poco la cantidad de alimentos, pero sin que sea una disminución drástica.
En estos días los perros van a cambiar carreras y juegos con otros perros por sedentarismo en casa en compañía de sus dueños. Serán más horas junto a su familia en casa, lo que realmente les hace felices, pero también más tiempo de aburrimiento y no hay que caer en atiborrarlos de comida.
La primera norma es no modificar su tipo de alimentación; bastante tienen ya con el gran cambio que sufren en sus rutinas. Tienen que seguir comiendo las mismas veces que hasta ahora: si antes del estado de alarma lo hacían dos o tres veces al día, en plena crisis del coronavirus lo deben seguir haciendo igual, eso sí con menos cantidad. No olvidemos que si ahora no corren, no consumen toda esa energía para la que antes necesitaban una alimentación específica.
También es muy importante no cambiar de pienso en estos momentos. Si tenemos dificultad para ir a comprarlo en nuestro establecimiento habitual por las restricciones de movilidad, hay que procurar que el cambio sea gradual, mezclando los primeros días lo que nos quede del antiguo con el nuevo.
Pero el principal riesgo en estos días es que “hinchemos” a nuestra mascota de restos de comida humana. Muchos propietarios obligados por su jornada laboral comen fuera de casa, lo que significa que no “comparten” sus alimentos con su mascota. Sin embargo, el confinamiento obliga a comer todos juntos y a diario, lo que nos puede llevar a la “tentación” de darle de nuestra comida.
Los veterinarios, en general, aconsejan que no se les dé nada de alimentación humana, ya que los piensos preparados específicamente para ellos son una verdadera alimentación equilibrada pensada para el organismo canino. Sin embargo, los estudios realizados por las grandes organizaciones de estudio de la alimentación canina ponen de manifiesto que más del 70% de propietarios da a su perro una vez al día algunos restos de comida humana.
Como recomendación, para evitar que el confinamiento en casa acabe con nuestro perro gordo, hay que mantener el número de tomas, espaciarlas, que sean algo más frugales y sobre todo, apenas darle restos de comida humana.
Si nos preocupa comprobar su estado,el centro WALTHAM ha elaborado una sencilla guía para detectar el estado de los perros. La guía elaborada por el centro WALTHAM de nutrición, que divide a las mascotas en siete categorías, está diseñada para ser utilizada por propietarios de perros sin necesidad de ninguna experiencia en el tema. Se trata de palpar algunas partes del cuerpo con unas breves indicaciones y contestar a la pregunta con un “si” o un “no”.
Los perros se integran en siete categorías, desde la “A” donde se incluyen los animales calificados como “extremadamente delgados” hasta la “G” donde se introducen los canes con sobrepeso severo. En medio, categorías como esbelto, ideal, ligero sobrepeso o sobrepeso moderado. Para saber en qué categoría se incluye nuestro perro solamente hay que hacer unas palpaciones en diferentes partes del cuerpo del animal, siguiendo un sencillo esquema de preguntas que dependiendo de las respuestas nos llevará por un camino o por otro.
Así, para llegar a descubrir si nuestro can está calificado como de delgadez extrema, tenemos que palpar al perro en tres lugares, responder tres preguntas por orden y si las respuestas son tres síes, está claro: necesitamos alimentarlo mejor a la mayor brevedad.
La primera: Pasar las puntas de los dedos en dirección contraria al pelaje sin hacer presión. Y contestar a ¿Se puede sentir con facilidad la caja torácica? La segunda de nuevo pasar las puntas de los dedos en dirección contraria al pelaje sin hacer presión y contestar a: ¿Se puede sentir con facilidad la zona de las costillas? Y la tercera con la misma acción contestar a ¿puedes sentir con facilidad el omóplato y los huesos de la cadera? Estas tres respuestas afirmativas son signos de la “categoría A”: Extrema delgadez, muy poca grasa corporal o nada de grasa corporal. La recomendación de WALTHAM: consulta al veterinario. Al caso extremo, la “G”, donde el perro es definido con sobrepeso severo, gran exceso de grasa corporal que afecta a su salud y su bienestar, se llega si se responde “No” a cuatro preguntas después de palpar al perro en diferentes sitios de su cuerpo.
A las demás categorías se llega con respuestas tanto afirmativas como negativas. La mejor categoría es la “D”, donde los perros tienen el peso ideal, con la grasa corporal perfecta. La recomendación es hacer los controles mensualmente para ver que sigue aquí. Tres son las cosas a vigilar en la mascota: que no se sienta con facilidad la caja torácica, que se puedan sentir con facilidad el contorno de las costillas y que no haya una capa de grasa cubriendo las costillas. Estas tres simples características nos llevan a un perro con peso ideal sin ningún tipo de problema. También hay otros pasos intermedios, como los perros calificados de esbeltos que son aquellos a los que se les siente con facilidad la caja torácica pero no el contorno de las costillas.
Aquí, los animales están en el extremo bajo del rango ideal, con menos grasa corporal de la normal. La recomendación es aumentar la ingesta de alimentos en pequeñas cantidades. Y también hacerle las pruebas todos los meses para ver su evolución.
La categoría “B”, donde se califican los perros como delgados con muy poca grasa corporal, es importante revisar si está recibiendo la cantidad adecuada de alimentos.
En el lado de los perros con sobrepeso, la primera categoría es la “E”, donde se incluyen los canes con ligero sobrepeso ubicados en el extremo superior del rango ideal pero con una pequeña cantidad de exceso de grasa corporal. Para suprimirlo lo mejor es con la cantidad adecuada de alimentos incrementar los niveles de ejercicio y evitar darles tentempiés de manera excesiva y controlarlo mensualmente.
Por último, está la categoría “F”, donde las mascotas tienen sobrepeso moderado con exceso de grasa corporal. La recomendación es rebajar su alimentación hasta poder consultar a un veterinario que desarrolle un plan para perder peso con más actividad y, en este caso, hacer los reconocimientos cada dos semanas para hacer una nueva evaluación.
Hay que tener en cuenta que se estima que el 40% de los perros tiene sobrepeso, lo que puede tener serias consecuencias para la salud. No solo se trata de un problema nutricional o de sedentarismo, ya que los veterinarios advierten de que también muchos canes de los que hacen algún deporte o participan en competiciones caninas están lejos de su peso ideal. Es importante que los propietarios tengan unas herramientas válidas con las que evaluar el estado actual de su mascota.
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