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Medio Ambiente

Vitaminas ecológicas para la moda

Sabrina Sancler pasó de trabajar como jurista para el Gobierno de su país a viajar por el mundo como Miss Brasil 2016
Sabrina Sancler pasó de trabajar como jurista para el Gobierno de su país a viajar por el mundo como Miss Brasil 2016La Razón

De licenciada en Derecho a trabajar de modelo internacional. La vida de la brasileña Sabrina Sancler, coronada como Miss Brasil en 2016, ha dado muchas vueltas y las ha dado por todo el globo. Ha visitado incontables países y conocido multitud de culturas, pero se queda con India (en ella hay algo de filosofía «yogui») y España, pues se asentó en Barcelona hace tres años.

–De jurista a modelo...

–Terminé la carrera con 22 años y comencé a trabajar para el Gobierno de mi ciudad, en Brasil, pero sentí que era muy joven para vivir en una oficina. Una persona me invitó a competir en Miss Brasil. Dije que sí, porque me apasionaba la idea de viajar. Pero era de pueblo y medía 10 centímetros menos que el resto de mises. Tuve que aprender a caminar, maquillarme, posar… aunque sabía que mi oportunidad de ganar residía en las entrevistas. Basé mis respuestas en lo que yo creo: que las competiciones de belleza debían convertirse en un ejemplo de empoderamiento femenino. Era preciso un cambio y yo quería liderarlo. Gané. Fui coronada y accedí a la competición de Miss Mundo, en Sri Lanka.

–Tras ese triunfo trabaja por toda Europa, pero elige España, ¿por qué?

–Porque cuando conocí Barcelona me quedé encantada. El clima de España, su gente, la comida... Definitivamente, es muy diferente a Alemania. [ríe] Además, su situación geográfica me permite seguir trabajando en Londres o Manchester.

–¿Cómo afectó el cierre de fronteras a la industria del modelaje?

–La Covid-19 cambia mucho el panorama. En cuarentena no había nada cierto ni trabajo asegurado, y menos durante el confinamiento (lo pasé en España). A esto se suma que cada país trabaja de un modo distinto. Alemania e Inglaterra se «conectaron» rápido, pero España tardó más.

–¿Qué significa que España no se «conectó»?

–Que en Londres, desde el primer momento, se hicieron castings por Skype o se envió ropa por correo hasta las casas de las modelos. Estos paquetes incluían un pequeño estudio de fotografía con sus focos ytelas para el fondo. Las modelos comerciales [para cartelería, revistas, etc.] nos hemos tenido que convertir en modelos de Instagram, haciéndonos fotos con nuestros smartphonespararedessociales. Ya venía de antes, pero este sistema se acentuó con la pandemia.

–¿Cómo llevó el cambio?

–Me ha venido bien para pensar en mí misma, en mi salud mental y física.

–De ese confinamiento han salido dos proyectos...

–Voy a sacar una línea de vitaminas naturales y ecológicas y un libro sobre alimentación intuitiva, que consiste en no castigarnos con dietas. Tampoco se trata de hacer lo que te dé la gana sin más. Al contrario: es recuperar la comunicación con tu cuerpo, para captar sus necesidades reales. No es fácil, porque la mayoría de los hábitos alimentarios están condicionados por la costumbre, el entorno o la publicidad. Es un libro dirigido dirigido a mujeres y público joven, porque algunas chicas jóvenes ya tienen muchos problemas y desórdenes alimenticios. Nuestras jóvenes necesitan atención.

–¿Como modelo, has sido testigo de estos desórdenes?

–No he visto anorexias nerviosas porque yo empecé más mayor en la industria de la moda, pero muchas empiezan con 16 años. Ser modelo demanda llevar una rutina muy exigente de cuidados y ejercicio. Aunque la industria ha cambiado, a veces algunascompañeras acaban adoptando estilos de vida poco saludables. Como lo sé y lo he visto, siento una profunda empatía por ellas. De hecho, con mi libro, me gustaría poder ayudar a todas las mujeres a que amen la comida y, más importante, a ellas mismas.