Medio Ambiente

Podar en verde: la finura de las viñas trabajadas a mano

Bodegas Habla tiene un hacer artesano que conecta el pasado con el genio vanguardista de sus vinos

El hacer artesano de las Bodegas Habla
El hacer artesano de las Bodegas HablaLa Razón

Dicen que la primavera la viña altera. Es en este momento del año cuando la temperatura se eleva y hace florecer las vides, inundando los campos de un color verde intenso. Sobre ellos se levanta Bodegas Habla, un oasis vinícola situado junto a Trujillo, en Extremadura, una zona de escasa tradición vinatera. Por eso, lo que más llama la atención de Habla, antes de probar el vino, es su condición de isla fértil perdida en la dehesa. Visitarla es comprender por qué este viñedo está considerado como uno de los más singulares y mágicos de la región.

Resalta la situación de sus viñas, plantadas en diferentes orientaciones. Incluso hay una parcela integrada en la cubierta de la bodega, trepando en diagonal hasta su cima. Todo suma en esta cuidada combinación de añadas y variedades unidas por un denominador común: un mimo casi artesanal. Eduardo de José Prada, enólogo de la bodega, combina los haceres tradicionales y el trabajo manual con un genio innovador. Él es quien señala que nos encontramos en un mes perfecto para realizar la «poda en verde», una labor crucial –aunque poco extendida– que se da una vez o dos al año, entre abril y mayo. Su misión es lograr que la cepa esté perfecta y la futura uva, exquisita. Junto al equipo de Eduardo, comenzamos a trabajar en esta técnica. A mano, se eliminan algunos brotes y se dejan únicamente los que se han buscado el invierno anterior, que son los que darán los racimos de mayor calidad. También se distribuyen los brotes que se han salvado. Colocarlos como más conviene a la planta es esencial para que los racimos no se amontonen.

Todo ello favorecerá su microclima y propiciará una buena maduración. El objetivo final de la poda en verde es conseguir que, al llegar la vendimia, se pueda recoger toda la uva de una misma parcela para que todas tengan los mismos parámetros de maduración y den, como resultado, un caldo brillante. Esa y no otra es la meta de Habla, que nació en el año 2000 para romper con todos los estándares establecidos, apostando por lo tradicional unido a la innovación, la sostenibilidad y la vanguardia. En esa feliz búsqueda por la calidad, la bodega extremeña ha cosechado sendos éxitos. De manera reciente, ha sido elegida como la «Mejor bodega del año» en la London Wine Competition, un certamen internacional con un jurado compuesto por sumilleres de prestigiosos hoteles y restaurantes de Londres. Además, tres de sus vinos obtuvieron la medalla de oro y su Habla nº22 fue proclamado mejor vino del año por su calidad-precio, el mejor vino español y el mejor tempranillo de la cita.