Medio Ambiente

Prevención y circularidad: el futuro de los residuos

Desterremos el concepto residuo, defiende SIGAUS, gestor del lubricante usado en España, cuya regeneración permite transformarlo en nuevos aceites de forma indefinida

El lubricante usado es sometido a un proceso de regeneración que permite ser reutilizado de forma indefinida
El lubricante usado es sometido a un proceso de regeneración que permite ser reutilizado de forma indefinidaaH_Ko - stock.adobe.com

Estos días celebramos la Semana Europea de la Prevención de Residuos con acciones de sensibilización en toda Europa y el foco de este año puesto en las «comunidades circulares». Un objetivo que implica a todo tipo de actores: ciudadanos, centros educativos, empresas, organizaciones, entidades sociales, etc., que, ante fenómenos como la pandemia vivida en 2020, la crisis climática o la actual escasez de suministros en todo el mundo, son cada vez más conscientes de que ha llegado el momento de eliminar de nuestro vocabulario la palabra residuo para sustituirla por recurso.

Ésta es la idea por la que apuesta SIGAUS, la entidad encargada en España de la correcta gestión de los lubricantes usados, que son, por su propia naturaleza, una importante fuente de materias primas primas y energía que nos permite recuperarlos para convertirlos en nuevos productos una y otra vez, en un proceso circular que aporta importantes ahorros económicos y beneficios ambientales.

Porque, «impulsar un desarrollo económico en equilibrio con la naturaleza es básico y todos tenemos un papel decisivo para construir esas comunidades circulares destinadas a prevenir la producción de residuos por las que aboga Europa en esta semana de concienciación», recuerda Eduardo de Lecea, director general de SIGAUS. Para ello, señala, «es imprescindible la creación de sinergias con el objetivo de impulsar un modelo económico circular en el que prime la reutilización de productos usados que, en otras circunstancias, estarían destinados a ser meros residuos, y generando a su vez riqueza y empleo, crear nuevos modelos económicos y de negocio».

El aceite industrial, un producto presente en todo tipo de procesos productivos y sectores, hace que su residuo, el lubricante usado, esté también en todas partes, aunque en muchas ocasiones sea invisible. Sin embargo, su adecuada gestión es indispensable en todo momento por dos razones fundamentales: su peligroso impacto sobre el entorno y las enormes ventajas derivadas de su aprovechamiento. Dejar de considerarlo un residuo, también es imprescindible, porque «el aceite industrial usado es un aceite que ha agotado sus propiedades que, tratado correctamente, es de nuevo materia prima válida para ser reintroducida en los procesos productivos; o, si esto no es posible, en forma de energía para alimentar esos procesos productivos», recalcan desde SIGAUS.

La innovación como filosofía

SIGAUS garantiza que el ‘viaje’ que emprende este aceite usado, cuando sale de las instalaciones y establecimientos donde se genera, sea circular, para que, después de su tratamiento, pueda volver a utilizarse bien como materia prima en la formulación de nuevos lubricantes, bien como combustible de uso industrial. «Este concepto, el de la circularidad, es el que debe guiar nuestro futuro a partir de ahora, cuando estamos frente a una etapa de recuperación sostenible, como recalca la UE, y una falta de suministros mundial que nos obliga a poner sobre la mesa alternativas a un modelo lineal de consumo que ya se ha demostrado inviable», remarca Eduardo de Lecea.

Una de las principales herramientas utilizadas por SIGAUS para impulsar esa circularidad y el aprovechamiento de los recursos son sus Planes Empresariales de Prevención, con los que trabaja de manera estrecha desde 2010 junto a sus empresas adheridas (fabricantes e importadores de aceites lubricantes) para lograr una transición exitosa hacia esa economía circular. Hasta 2020 se han implementado más de 6.700 medidas que han logrado un ahorro de emisiones a la atmósfera de cerca de 6.000 toneladas de CO2 y la obtención de productos que hubieran requerido la utilización de 78 millones de barriles de petróleo, entre otras cifras.

SIGAUS cerrará este 2021 el tercero de estos planes empresariales, que arrancó en 2018, acompañando a los fabricantes de aceites industriales que forman parte de la entidad a través de una Oficina Técnica de Seguimiento. Esta oficina presta un asesoramiento personalizado sobre los aspectos específicos de la prevención y la puesta en marcha de medidas innovadoras para mejorar sus productos, con el fin de que estos sean cada vez más sostenibles y circulares.

En 2022 dará comienzo el cuarto plan empresarial, con cuatro años de vigencia, que permitirá seguir trabajando para comercializar lubricantes más duraderos y menos contaminantes, formulados para facilitar su gestión final, que incorporen bases regeneradas o que sean biodegradables, junto a de otras medidas de prevención relacionadas con la mejora en la aplicación y mejor uso y aprovechamiento de estos productos, además de la formación y sensibilización sobre estos aspectos.

La colaboración SIGAUS-empresas en cifras

► 652.600 t de aceites industriales comercializados de mayor vida útil.

► 19.766 t de aceites industriales comercializados con una nueva formulación que facilita la gestión al final de su vida útil.

► 167.370 t de aceites base procedentes de la regeneración del residuo utilizados en la fabricación de nuevos lubricantes.

► 17.358 t de lubricantes biodegradables comercializados.

► 922 t de aceites especiales para técnicas de microlubricación que reducen considerablemente el consumo de lubricantes.

► 3.800 acciones de formación y comunicación.

► 633 certificaciones emitidas por organismos de prestigio internacional en materia de medio ambiente.

► 41 acciones sobre estudios o proyectos de innovación que implementan principios de la Economía Circular.