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Medio Ambiente
Sin minería sostenible no hay transición energética
Depender de las exportaciones o extraer del propio suelo. Es el dilema que trae una conversión que supone multiplicar hasta por 60 la necesidad de algunas materias como el litio
Sin minería, no habrá transición energética @, así de contundente se expresaba el economista Juan Ramón Rallo recientemente en un artículo. Cobre, litio, grafito, cobalto, níquel, tierras raras se han convertido en el nuevo maná económico. El Banco Mundial estima que durante los próximos 30 años será necesario extraer 3.000 millones de toneladas de minerales y metales para impulsar la transición energética mundial. Un coche eléctrico requiere seis veces más metales y minerales que un coche convencional. «La Agencia Internacional de la Energía estima que en el año 2040 las tecnologías eólica y solar podrían representar el 82% dela demanda total de los metales y minerales re queridos para las centrales consideradas como limpias. La cimentación de un solo aerogenerador requiere de unas 1.200 toneladas de cemento », dice el Atlas de Justicia Ambiental. Este documento, que acaba de salir, está coordinado por el Instituto de Ciencias y Tecnologías Ambientales de la Universidad Autónoma de Barcelona y su mensaje es claro: en América Latina el boom de la minería verde está afectando al medio ambiente y a la forma de vida de las comunidad es. Según la investigadora Mariana Walter ,« alrededor del 20% de los 3.550 conflictos socio ambientales documentados en el Atlas corresponden a conflictos por la extracción de minerales. En América hay al menos 25 conflictos relacionados con la extracción de litio, cobre y grafito, en nueve países del continente».
En este lado del charco, el interés por la minería, también está renaciendo. La Comisión Europea edita una lista de materias primas fundamentales para la economía cada tres años. La de 2020 contienen treinta materiales frente a los catorce de 2011, los veinte de 2014 y los veintisiete de 2017. El informe sobre la evaluación de la criticidad de las materias primas nos da una pista sobre cuál es el principal argumento para quienes defienden volver a abrir minas en el territorio comunitario.« El 98% de las tierras raras que importa la UE proviene de China, el 98 % del borato procede de Turquía y Sudáfrica suministra el 71 % del platino. Para las baterías de los vehículos eléctricos y el almacenamiento de energía, en 2030 la UE necesitaría hasta 18 veces más litio y cinco veces más cobalto, y en 2050 una cantidad casi 60 veces mayor de litio y 15 veces mayor de cobalto».
¿Qué pasa si uno de estos grandes exportadores deja de suministrarnos materia prima? Es el caso de Indonesia, principal exportado de níquel del mundo hasta 2020. Entonces, el gobierno decidió quedarse el metal para su propia industria. La primera consecuencia fue que su cotización se disparó un 70% en la Bolsa de Metales de Londres. «Los actuales precios promueven los proyectos mineros. El cobre está a 11.000 dólares la tonelada cuando hace no mucho tiempo estaba a 6.000. El litio ronda los 20.000 dólares la tonelada, etc.. Sin embargo, si se tarda mucho tiempo en con ceder permisos, no sabemos cuál será el ciclo de precio. España ocupa un lugar privilegiado dentro de la UE en cuanto a disponibilidad de recursos, al igual que los países escandinavo solos de la antigua Yugoslavia, pero a nivel administrativo somos un país muy complejo. Nosotros hicimos un estudio hace tiempo en el que concluimos que en España se necesitan unas 100 autorizaciones para empezar a explotar una mina, frente a Portugal», explica Roberto Martínez Orio, jefe de área de Recursos Minerales en el Instituto Geológico y Minero de España.
El investigador afirma que ahora mismo hay 3.000 explotaciones mineras en España. En su mayoría cantera s de grava, arena y otros materiales para la construcción y la obra civil. Junto a ellos hay al menos un centenar de proyecto de investigación de esos mineral es cada vez más importantes por la transición ecológica. «La legislación define tres etapas de desarrollo para una mina. La primera es la de permiso de exploración. En España de estas casi no hay porque ya más o menos se conoce lo que esconde el territorio. La segunda es la de permiso de investigación en zonas donde ya se tiene indicios de que hay un mineral. Luego viene la última fase la del permiso de explotación. Ahora mismo, hay muchas solicitudes de permiso de investigación, ya otorgadas o en tramitación, pero otra cosa es que terminen siendo minas explota das. Para que esto suceda se tienen que dar muchas condiciones. En primer lugar por razones puramente técnicas muchas veces no se concreta un yacimiento. Luego, hay factores como el rendimiento económico o los problemas medioambientales, sociales, administrativos y políticos que la apertura ocasione », dice Orio. Si más o menos uno de cada diez proyectos que están en investigación se termine explotando en el mundo, «en España si se llega a explotar un 5% no estaría mal», matiza este investigador.
En España contamos con el segundo yacimiento más importante de Europa de litio (en Cáceres) y hay al menos dos yacimientos importantes de tierras raras en Ciudad Real y en Pontevedra. Sin embargo, la minería es uno de los sectores que más contestación social provocan. Quizá, dicen los consultados para este reportaje, porque las cosas en el pasado no se han hecho del todo bien a nivel medioambiental y social. «Hay muchas plataformas locales en todo el país en contra de las minas a cielo abierto. Por ejemplo, en Cáceres hacer minería de litio significa generar metales pesado sallado de la ciudad, aparte de disparar el g as tohíd rico. Uno de los problemas que genera la minería es qué hacer con los pasivos que se generan. Las balsas mineras del yacimiento de cobre de Riotinto acumulan a día de hoy más de 30 veces lodos tóxicos que Aznalcóllar», dice Elena Solís, del grupo de Minería de Ecologistas en Acción. Para el grupo, la clave está en que si el objetivo final de las políticas de la UE es la descarbonización, no se puede hacer una hoja de ruta e la que se sustituye la dependencia de los fósiles por una dependencia de minería. «Lo que hay que hacer es mejorar la eficiencia, el reciclaje y, por supuesto, reducir el consumo de energía», dice Solís.
Ayer el grupo estuvo en Bruselas en una reunión de alto nivel donde se discuten los detalles de la minería en Europa. «Creemos que muchos proyectos presentados son puramente especulativos y aprovechan este discurso que se ha expandido en Europa de soberanía energética », dice Solís. Además, remite a un estudio de la Universidad de Valladolid, publicado en una prestigiosa revista al poco de que el Ministerio de Transición Ecológica presentara la Hoja de Ruta para la gestión sostenible de Materias Primas Minerales. En él alerta de que la actual política de transición verde habrá agotado las reservas mundiales de cobre, litio y manganeso antes de 2050, incluso contando con un aumento exponencial de los índices de reciclaje. Las reservas de litio se agotarán entre el año 2042 y 2045, de aquí a algo más de 20 años aproximadamente».
Reciclaje
¿Si se mejoraran las tasas de reciclaje se podría cubrir la demanda de estos materiales estratégicos? Dice la Comisión en el informe antes mencionado que «más del 50 % de algunos metales, como el hierro, el zinc o el platino, se recicla y con ello se consigue cubrir más del 25 % del consumo de la UE. Sin embargo, en el caso de otros, como las tierras raras, el galio o el indio, su contribución es marginal. “Hay materias que se pueden reciclar con facilidad, como el cobre, pero otros que no. Por ejemplo, en los móviles a sustancias que están fundidas con la placa base son imposibles de extraer», explica Orio. También hay que tener en cuenta que muchos de estos minerales no se han usado hasta la aparición de las renovables o la informática de consumo, por lo que la mayor parte de lo que circula es materia prima nueva.
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