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Adaptación al cambio climático, tan necesario como reducir emisiones

Diferentes actores sociales analizan la importancia de contar con buenos planes para adaptarse a todas aquellas consecuencias que el calentamiento de la atmósfera están haciendo inevitables

Primer plano de flores
La jara pringosa ha pasado de florecer en abril (en los 80) a hacerlo en diciembreDreamstimeDreamstime

¿Qué retos plantea la adaptación al cambio climático? Con esta premisa, esta semana tenía lugar una jornada sobre adaptación al cambio climático en la que quedó de manifiesto la necesidad de generar conocimiento de lo que está pasando, siempre de la mano de la ciencia, para que los sectores implicados puedan actuar. Y es que recientemente el Panel Intergubernamental de Cambio Climático ha publicado su Informe de síntesis para responsables de políticas llamando a actuar con urgencia en la reducción de emisiones, pero también en la adaptación: «sin acciones de mitigación y adaptación urgentes, efectivas y equitativas el cambio climático amenaza cada vez más los ecosistemas, la biodiversidad y los medios de vida, la salud y el bienestar de las personas».

«España empezó a trabajar en el Plan Nacional de Adaptación (fue el segundo de Europa) en 2006», recuerda Valvanera Ulargui, directora de la oficina de Cambio Climático quien matiza que entonces «no había una conciencia generalizada de los riesgos y era necesario generar conocimiento para ayudar a los sectores que tenían que tomar medidas… En la actualidad más del 90% de los españoles ya sabe que el cambio climático está provocado por el ser humano».

La realidad del cambio climático está superando en intensidad y frecuencia los modelos previstos en los escenarios del IPCC, por lo que ya no es posible solo mitigar, sino que necesitamos adaptarnos a aquellas consecuencias del calentamiento que son inevitables. «Lo que los escenarios del IPCC nos proponían se está cumpliendo antes de lo que esperábamos, como las dos olas de calor consecutivas de junio de 2022», recordó Esteban Rodríguez Guisado, de la Agencia Estatal de Meteorología durante el acto.

José Manuel Moreno, autor del IPCC afirmó que «Los procesos fenológicos están cambiando y eso está constatado. Un ejemplo es la jara pringosa: en los años 80 florecía en abril y ahora se ha constatado su floración en diciembre, pero hay un desacople con los polinizadores. Si pudiéramos escuchar el ruido que se está produciendo en la naturaleza por el cambio, sería aterrador».

No es solo en el hábitat, también el bienestar de las personas está en riesgo. «El impacto del cambio climático sobre los seres humanos se traduce en muertes e ingresos hospitalarios. Con olas de calor también aumentan otras afecciones: se ha producido un aumento enorme de alergias en gente sana en la última década. La sequía está relacionada con la calidad del agua que consumimos. Hay enfermedades que aumentan en verano debido a la mala calidad de este recurso. Se produce también un aumento de enfermedades de transmisión vectorial», decía Cristina Linares, del Instituto de Salud Carlos III. Marta Múgica de Europarc España matizaba que «los cambios reseñados hasta el momento conllevan también un impacto emocional».

Llegar a tiempo

En cuanto al Plan nacional de Adaptación 2021- 2030 hay que recordar que «la mitigación atañe a las causas, mientras que la adaptación lo hace a las consecuencias. Ambas son complementarias. No hay adaptación posible sin una mitigación ambiciosa», resumía Paco Heras, de la Oficina Española de Cambio Climático. El investigador recordó además que el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático identifica objetivos por ámbito de trabajo y temas transversales. «Destaca de forma especial el impacto sobre las personas más vulnerables por condiciones sociales y económicas. Explica los factores de vulnerabilidad social frente a las altas temperaturas: peligros ambientales, vulnerabilidad social y exposición al peligro. Por primera vez se valoran los efectos transfronterizos del cambio climático que se trasladan a través de flujos de personas, de mercancías, financieros, biofísicos… También se analizan los impactos en el turismo y la mala adaptación: medidas que se toman y que no son las adecuadas», dijo.

Varias entidades y personas firmantes de un manifiesto a favor de un acuerdo de País para la Adaptación al Cambio Climático, realizaron una breve intervención vinculadas con su propio sector y explicaron qué medidas están tomando para avanzar en la adaptación. Así por ejemplo en Agenda Urbana, Ángela de la Cruz, del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana) recordó que el 80% de la población española se concentra en ámbitos urbanos y que la agenda española es una estrategia transversal que por ejemplo, gestiona el suelo como un elemento finito». En Sanidad se habló de la puesta en marcha del Observatorio de la Salud y el Cambio Climático o cómo el sector hospitalario está calculando su huella de carbono. Hay que recordar también que este año se ha actualizado el Plan Calor y se incluyen nuevos factores, como la llegada del polvo sahariano.

El 67, 5 % de la población española está afectada por el cambio climático, por lo que «necesitamos planificar conforme al conocimiento que tenemos para llegar a tiempo de actuar», decía Hugo Morán, secretario de Estado de Medio Ambiente, al cierre de la jornada.